Capítulo único

778 84 19
                                    


Un nuevo reto de mi bae: 4 palabras, un mismo tema. El tema: Romance

Pero nadie dijo que el romance debe ser dulce, ¿verdad?

Arte de la portada de gigason (Tumblr)

----------------------------------------

A la luz de las velas

En algunas ocasiones más que otras Sun Wukong disfruta de la calma que le proporciona su pequeña cabaña en el centro de su montaña, aislado del resto del mundo mortal, comiendo palomitas y disfrutando de las repeticiones de uno de sus programas favoritos: Mono Policía. Probablemente alguien podría señalar que es bastante narcisista disfrutar una serie de televisión dónde eres el personaje principal girando alrededor de tu vida aunque sea en un ambiente diferente a la realidad, y tendría razón por supuesto, pero eso no le hace disfrutar menos del programa. Es por ello, en el estado máximo de relajación en que está justo en su parte favorita del episodio que está viendo, que se ve tentado a ignorar su celular cuando empieza a sonar.

No sabe porqué dejó que su pupilo lo convenciera de conseguir el estúpido aparato, que había probado ser una molestia más que un beneficio en momentos como este dónde lo único que quiere hacer es olvidar que existe un mundo fuera de su hogar. Cuando el celular deja de sonar al no ser respondida la llamada piensa que ese será el fin, MK encontrará la solución a cuál sea su problema y luego lo pondría al tanto de la situación; tendrá que inventarle una excusa de porque no contestó su llamada, por supuesto, pero eso será problema para el Sun Wukong del futuro. Satisfecho con su línea de pensamiento lleva un puñado de palomitas a su boca atragantándose casi de inmediato con ellas por el susto que le causa el dichoso aparatito cuando vuelve a sonar con más fuerza, o eso piensa mientras tose con fuerza tratando de sacar de su garganta los pedazos de palomita mientras se gira para tomar el teléfono y contestar.

—¡¿Qué?! MK, estoy en el medio de algo muy importante así que espero...

—¡Monkey King! Tienes que venir a la ciudad lo más pronto posible, ¡es una emergencia! —la voz agitada del chico corta sus palabras y por un segundo se ve tentado a colgarle solo por el descaro de hacerlo, sin embargo, la respiración agitada de MK y el ruido de fondo le hacen contenerse—. Por favor, te necesito aquí. ¡Oh! Y cámbiate de ropa a algo mucho más elegante, no tu armadura o tu ropa usual, ¡tiene que ser lo más elegante que tengas! ¡De lo contrario no vengas!

Antes de poder siquiera procesar lo que sea que acaba de pasar, MK cuelga la llamada dejando a un muy confundido Sun Wukong que no puede hacer más que mirar al aparato como si este pudiera responder el trillón de preguntas que salen a flote en su mente por la interacción. Parpadea despacio dejando el celular en la mesita dónde estaba antes de esa locura mirando alrededor de su cabaña. ¿Era una llamada de emergencia real o alguna broma por parte del muchacho? No sonaba como una broma, pero la parte de que debía cambiarse es lo que lo deja descolocado; solo el hecho de saber, por experiencia, que MK no haría una broma de mal gusto además de que se trata de su sucesor es lo que hace que se ponga en pie para entrar a la habitación y revisar su armario.

¿De dónde diablos sacará algo ''elegante''?

-------------------------------------

Montado en su nube vestido con lo más ''elegante'' que encontró en su armario Sun Wukong sobrevuela la ciudad tratando de buscar el lugar de donde sea que lo haya llamado MK, pero aparte del caos usual de los humanos saliendo de sus trabajos a sus casas o de sus casas hacia algún lugar a festejar, no puede encontrar la fuente de la ''emergencia''. Concentrado como está se sobresalta cuando el celular vuelve a sonar; contesta algo irritado a punto de regañar a su pupilo cuando este le da una serie de instrucciones para guiarlo hacia donde debía ir para encontrarlo antes de colgar. Por un momento, el mono duda si seguir estas instrucciones y regresar a su cabaña o simplemente seguirle la corriente al muchacho, para su desgracia a estas alturas está mucho más intrigado que molesto así que con un suspiro de resignación sigue las instrucciones que le fueron dadas por teléfono guiando su nube entre varias calles desiertas hasta terminar en un angosto y oscuro callejón que eriza los vellos de su nuca.

A la luz de las velasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora