Buenas, les agradezco por haber considerado esta historia de su interés.
Les invito a adentrarse a esta profunda historia..
Todo comienza en un pueblo alejado, centralizado en el bosque, ahí se encuentra Welcome Home..
Este es un pueblo colorido y l...
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-Y dime, que opinas de ella, B..?-
Agregaba Wally, este se encontraba enfrente de un tapiz con diferentes símbolos e entidades, varias velas negras con ofrendas sobre una pequeña meza de madera.
Sus ojos se encontraban totalmente abiertos y estos perdidos en la nada pero muy atento esperando la respuesta de un ser..
De pronto unos susurros se hicieron presentes en su hombro izquierdo..
-No digas estupideces, puede que su mentalidad sea diferente pero nadie le creerá, también te puedo asegurar que hasta el momento ella no sospecha nada..-
-Cierra la puta boca, yo puedo hacer lo que se me PLAZCA- Gruño arrugando su rostro demostrando desprecio mientras que le proporcionaba un fuerte golpe a la meza que se encontraba enfrente, algo que lo enfurecía era que dudaran de lo que era capaz..
-Solo jugare un poco con ella, no tiene porque enterarse de todo, igual podria borrar su memoria cuando quiera, esta vez nada pasara, creeme.-
Apago las velas y rápidamente salió del cuarto donde se encontraba proporcionando fuertes pisadas y cerrando la puerta detrás de el para volver a su oficina..
El temperamento de Wally nunca fue el mejor, este siempre había sido víctima de fuertes ataques irá desde desde muy corta edad pero nunca les presto tanta importancia realmente, sus padres siempre lo catalogaron como un niño raro e malcriado por este tipo de comportamientos.
Al entrar a su oficina azoto la puerta detrás de el, quería calmarse un poco así que decidió acercarse a un espejo que se encontraba en la pared, era mucho el narcisismo que tenía.
Se estaba contemplando a sí mismo mientras pasaba sus dedos por sus mejillas, trazando sus perfecciones con los dedos.. realmente admiraba sus facciones, sus pómulos bien marcados, su piel lisa e brillante, con sus pequeños pero profundos ojos marrones..
vaya.. si era jodidamente hermoso.
Hizo una mueca extraña para si mismo y se alejó del espejo, se acercó a su escritorio decidido a tomar asiento en su gran silla..
