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PILOTO | Entre autobuses y llamadas

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PILOTO | Entre autobuses y llamadas.

Aquella mañana soleada, Jazmín se había levantado de su cama con emoción.

Puede que ahora viviera sola y echara de menos el caos constante que había en su casa en Filipinas, pero sabía que no podía desaprovechar esta oportunidad que tenía delante.

Así que reuniendo toda la valentía posible, la chica agarró su mochila de color verde, junto con los libros necesarios, dispuesta a darlo todo el primer día.

La joven salió con rapidez del pequeño apartamento de la residencia, yendo hacia la parada de autobús.

— Pase la tarjeta – le indicó el conductor al ver como Jazmín estaba claramente perdida.

La chica le ofreció una sonrisa agradecida, a la par que seguía las instrucciones. — Gracias.

Y así, la joven se dispuso a recorrer el estrecho pasillo para ir hacia el final de los asientos, entre los pocos asientos que quedaban libres.

Oh, y estaba divina mientras lo hacía.

— ¡Oye, tú! – exclamó un joven de pelo largo, llamando a la joven castaña, mostrando el asiento de su lado. Jazmín aceptó la invitación, sentándose junto al joven, a pesar del acercamiento inusual. — ¿Tú eres mujer, no? Sabrás de estas cosas.

Jazmín arrugó sus cejas con confusión, sin entender lo que el chico desconocido le intentaba decir. — ¿Perdón?

— Es que no tengo muchas amigas – comentó el chico con un poco de vergüenza, frotándose la nuca. — En verdad, no tengo ninguna. Y necesito consejo, para saber qué os gusta a vosotras, las pibas.

— No sé si serviré, pero prueba – le animó Jazmín, que a pesar del comportamiento tan raro del chico de pelo largo, lo encontraba divertido.

— ¿A ti te parecería romántico que te dejarán una bolsa de María debajo del árbol de navidad? – preguntó el chico con nerviosismo, esperando una respuesta concreta.

La pregunta sorprendió a Jazmín, que no esperaba aquello. — A mí personalmente no, pero puede que ese sea el rollo de otras chicas.

— ¡Lo sabía! – exclamó el joven con decepcionando, mostrando una clara mueca triste. — ¿Y qué hago ahora?

— Bueno, cada chica es un mundo. Depende de ella. – contestó Jazmín, que no sabía muy bien cómo continuar con la conversación. — ¿Cómo es la chica a la que quieres impresionar?

— ¡Nadie ha dicho nada de impresionar! – se apresuró a corregir el chico, que no quería revelar sus intenciones, sin saber que ya lo había hecho. — Bueno, puede ser que sí. Es la chica más guapa del insti, y es muy carismática. Y una actriz increíble.

— Igual esto es cliché, pero si es actriz, a lo mejor le gustan los actos románticos propios de las obras clásicas – le aconsejo Jazmín moviendo sus dedos nerviosa.

exchange year ; never have i everDonde viven las historias. Descúbrelo ahora