Nuevo inicio

"Nueva familia"

No me había dado cuenta que me quede dormida en el carro de camino a casa de mi mamá, todavía no me sentía lo suficientemente lista para hablar con mamá, mientras bajaba del carro logré apreciar la casa era grande, creo que más que la de mi papá, tenía una alberca de tambien gran tamaño, no pude evitar contener mi expresión de sorprendida, logre escuchar una risa masculina que provenía de Josh, el simplemente se reía de mi rostro, cuando se dio cuaenta que lo estaba fulminando con la mirada se calló y me invito a pasar a la casa, el se ofreció a llevar mis maletas con aquella propuesta no pude negarme, al entrar a la casa vi a un niño corriendo mientras gritaba que no soltaría un chocolate cuando me vio se quedo congelado, mientras me observaba con poca discreción yo tambien lo observaba, era de piel blanca, cabello rojizo, ojos caoba, pero su mirada me recordaba a.......... -Mamá!!. Mi grito logro causar un eco por toda la casa, mis lágrimas querían escapar de mis ojos pero fuertemente las calme, mi madre llego corriendo pero al ver al niño se tenso su cuerpo, lo supe por que cuando lo vio se quedó completamente quieta y recta, segundos después el niño corrío en dirección a mamá y la abrazó de las piernas, ella solo me volteo a ver y me dijo.- Cam, el es tu medio hermano, se llama Thomas, pero de cariño le décimos Thom, saluda a tu hermana Thom. El niño, ahora mi medio hermano se acercaba a mi con pasos pequeños e inseguros, al estar a uno centímetros de mi decidi abrazarlo, me agache para quedar a su estatura y le extendi mis brazos, el sonrió y me abrazó, no se por qué pero todos lo sentimientos llegaron como una ola, sentí tristeza por que mi mama no confío en mí para contarme absolutamente nada de su verdadera razón para no regresar, sentí enojó, todo lo que sufrió mí padre, todas las veces que se atormentaba por pensar que jamás supo hacer feliz a nadie, esos sentimientos y más, yo solo quería estar sola asi que sin intención de lastimar a Thomas lo empuje de mi lado y me fui corriendo, lo único que escuchaba era mi corazón latir mientras corría por unas escaleras que encontré, por alguna extraña razón me encontraba a centímetros de un joven de ojos caoba, que con sus manos sostenían mi cintura, mientras yo tenía mis manos en su camisa.