Capítulo 2

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Era un domingo por la tarde, Rosé había salido a buscar a Jisoo pero no se encontraba en su casa. Llamó a su celular y Jisoo no respondió, solo le dejó un mensaje diciéndole que estaba ocupada. Esto le pareció muy extraño a Rosé. Teniendo un extraño presentimiento, decidió ir a la ubicación que su celular mostraba de Jisoo, no estaba tan lejos.

Se mostró incrédula al llegar al edificio abandonado, casualmente ese lugar le aterraba bastante a Jisoo. Subió en silencio al tercer piso cuando la halló en los primeros. Escuchó pequeños gruñidos y curiosa, se asomó tras la puerta. Notó a Jisoo sostener un pequeño cuchillo y ante su sorpresa, la pelinegra colocó su brazo sobre una mesa y clavó con fuerza la cuchilla en su piel.

El rostro de Rosé se volvió pálido, retrocedió asustada pero no quitó la mirada de Jisoo. La mayor sacó el cuchillo de su brazo y Rosé observó perpleja como la herida comenzaba a cicatrizar en cuestión de segundos. Jisoo no parecía sorprendida, estaba emocionada.

De pronto los oídos de Jisoo se agudizaron, escuchó claramente la respiración de Rosé. El aire a su alrededor formaba su figura en la mente de Jisoo, la veía detrás de la puerta, escondida.

_No sé cómo pasó esto...- pronunció Jisoo sin girar a verla, su voz era calmada para no asustarla - solo...me está pasando cosas extrañas...hace apenas unos días...me caí de la terraza de mi departamento...- giró su cuerpo a ella, Rosé comenzaba a temblar ante lo dicho - y mírame, sigo viva...he intentado lastimar mi cuerpo, pero siempre se recupera...- Rosé se mantenía en silencio, Jisoo podía sentir su miedo - Rosé...

_Espera - detuvo al verla querer acercarse - solo...espera un momento...- trataba de calmarse - está bien...sea lo que estés haciendo, está bien...- apretaba sus manos, nerviosa - solo estoy asustada, un poco. Debes entender que ver algo así no es de lo más normal...digo, no sé lo que está pasando, ya no sé lo que estoy diciendo, solo que... tú - cerró los ojos, tomando un largo respiro - ¿Estás bien? - preguntó con preocupación.

Jisoo sonrió comprensiva y asintió, me alegraba que Rosé no haya salido huyendo. Había tenido que la vea como un monstruo.

_Solo duele, pero no me hace daño. Cuando mi piel se recupera, el dolor desaparece - explicaba mientras Rosé se iba acercando a ella.

_¿Puedo...? - señaló con timidez el cuchillo.

Jisoo asintió, Rosé sostuvo en su mano el arma, lo observó al detalle y analizó su filo, era un cuchillo de verdad, no era un truco. Jisoo gritó del dolor cuando Rosé lo clavó fuertemente en su brazo, traspasando hasta la mesa. En un acto rápido lo quitó y observó la sangre en ella, goteando.

_¡¿PERO QUÉ TE PASA?! - Jisoo chillaba del dolor, pero Rosé pareció ignorarlo, estaba atrapada viendo cómo la herida se cerraba y la sangre desaparecía, incluso del cuchillo.

_Increíble...

_¡No era necesario hacer eso! - le arrebató el cuchillo - me dolió.

_¿Cómo pasó? Espera, espera. ¿Dijiste que te está pasando cosas extrañas? ¿Qué más cosas te han pasado?

_Pues...no lo sé con exactit- recibió una fuerte bofetada por Rosé - ¡¿Y AHORA POR QUÉ?!

_Pensé que tendrías fuerza - sonrió nerviosa.

_¡¿Ves que tengo fuerza?! - señaló su mejilla, este estaba rojiza y latiendo claramente.

_Es que...eso tienen los superhéroes, ¿No?

_¡No soy un superhéroe, Rosé! ¡Y deja de pegarme!

_Lo siento - bajó la mirada.

Jisoo suspiró, sentía que la había regañado y no quería verla triste. Se acercó a ella y la abrazó con cuidado, Rosé la abrazó de la cintura, descansando su mejilla en su hombro.

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