¿Sabes qué hacer?

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Iván estaba en unos de sus peores días, en su trabajo de medio tiempo siendo un adolescente lo estaban mutilando mentalmente y en lo físico también, estuvo todo el tiempo pasando productos de la gente, mentiría si no crítico un poco lo que compraba la gente, hay veces que la gente compra cosas estúpidas, aunque no era nadie para juzgar pensó el.

Para la buena suerte de Iván su jefe le aviso que ya había terminado su turno y que podía irse a su hogar.

El azabache suspiro al oír estas palabras, había visto que había llegado el chico que hace el otro turno y rápidamente salió de ahí sacándose su delantal, se puso la chaqueta con la que vino a su trabajo y  salió del local caminando rápidamente, le dolía mucho el cuerpo por el esfuerzo que estuvo haciendo en el trabajo. Iván en lo que estuvo caminando recibió una llamada de su amigo Tomás, contestó la llamada y en lo que charlaban Tomás lo invito a una fiesta pero rápidamente Iván se negó rotundamente por el cansancio que tenía, no querría salir a ningún lado por una semana pensó.

Caminando hacía su hogar Iván escucho unos maullidos muy peculiares, para el eran como de angustia y desespero, por curiosidad camino hacía el origen del sonido y se llevó una gran sorpresa.

Era un lindo y tierno gato bebé naranja, se le ablando el corazón al ver a ese gato tan desnutrido y sin un hogar, directamente se lo llevo sin pensarlo.

— ¿Qué voy a hacer contigo?. — Soltó para si mismo, estaba confundido, no sabría que hacer con el.

Pensó y se acordó de alguien un año menor qué el, ese chico tan peculiar con ojos verdes y cabello castaño oscuro, nunca le había hablado pero supuso qué sus amigos le habían contando unas par de cosas sobre el, estaban en un mismo grupo de amigos.

Su amigo Gonzalo en una ocasión le había pasado la ubicación de aquel chico porque habían organizado una joda en la casa del chico, se dedico a buscarla en su teléfono hasta encontrarla, cuando de una vez la encontró se puso en rumbo hacía la casa del más bajo. Cuando llegó hasta la puerta de la casa de ese chico tocó algo desesperado el timbre, tenía miedo de lo qué podría pasar a ese gato si sigue más tiempo sin comer, pasaron unos minutos hasta qué el más bajo abrió la puerta de su casa, el chico lo miro algo confundido y algo cortante le dijo.

— oh, eres tú. —

Iván algo desconcertado asintió y le pregunto si podía pasar porque quería charlar con el.

El más bajo lo dejo pasar cerrando la puerta tras el, el chico lo invito a sentarse en su sofá con curiosidad porque el más alto tenía algo entre su chaqueta, curioso preguntó;

— ¿Qué es lo qué tienes debajo de tu chaqueta?, ¿me vas a hacer daño con lo qué tengas ahí?. — dijo el chico sarcásticamente.

Al cuál Iván miro confundido, le había sorprendido lo que había dicho el menor.

— Primero qué nada no soy alguien capaz de dañar a alguien y segundo quería preguntarte tú nombre, todavía no me lo has dicho, por las dudas mi nombre es Iván. — Iván tenía algo de curiosidad.

El chico amablemente le respondió.

— Soy Rodrigo, es un placer conocerte Iván. — dijo con total confianza el chico.

Cómo Rodrigo había respondido a la pregunta de Iván tocaba responder la pregunta del castaño, a eso el azabache dejo salir un gato bebé naranja desde sus ropas, el gato por obvias razones estaba un tanto asustado, Iván le pregunto a Rodrigo lo siguiente.

— ¿Sabes cómo cuidarlo?. — pregunto Iván un tanto asustado por la situación del gato.

Rodrigo reaccionó rápidamente al ver cómo estaba ese pobre gatito y fue a buscar alimento de gatos bebés, el pequeño estaba muy desnutrido y estaba necesitado de comida, Rodrigo regreso y siendo muy delicado le dio de comer al pequeño felino, esto a los ojos de Iván era muy tierno.

— Deberías buscar un veterinario no a mi, todavía soy un inexperto en estas cosas pero tenemos qué buscarle unas telas o algo para qué pueda mantener una temperatura estable. — Dijo Rodrigo regañando ligeramente a Iván.

Iván encantado por lo tierno qué había sido con él pequeño soltó sin querer un pensamiento algo de "trolo" cómo dicen.

— Eres muy bonito, ¿lo sabías?. —

Iván al darse cuenta de sus palabras reaccionó rápido haciendo un gesto de negación pero lo hecho no podría ser reversible.

Por el lado de Rodrigo estaba con un tono carmesí en sus mejillas, el nunca recibe halagos por parte de nadie en realidad, un poco extrañado fue a la cocina y de pronto escucho qué la puerta de entrada de su casa se cerraba, Iván se había ido dejando a cargo al gato bebé totalmente a cargo de el.

Iván salió casi corriendo de esa casa, no podía creer lo qué le había dicho a ese chico, lo peor es qué lo seguiría viendo en las juntas, en la facultad y en todos lados porque tenían casi los mismos planes.

Cuando llegó a su casa fue directamente hacía su habitación a dormir para olvidarse de eso y disculparse con el chico por lo sucedido, el no quería dejar al pobre chico confundido, no querría sentirse incómodo.

¡N/A!

lamento las faltas de ortografía y mañana segundo capítulo, ¡gracias por leer!

905 palabras

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2023 ⏰

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