-Buenos días, mis pequeños hoy hablaremos de algo muy importante en sus vidas bien?-
Expreso una hermosa chica con ojos color café de tes blanca y un pelo castaño su vestimenta era familiar con un mandil de niñera tenía muchos niños que no pasaban de los 12 años, todos miraban con atención a aquella tierna chica y aquella pizarra con unos lindos dibujos dinamico.
-bien mis niños, miren muchos aqui quizá aún no tuvieron su casta aún pero es muy importante que entiendan algunas cositas si?-
se sento con delicadeza en un taburete para empezar a explicar, como para unos niños de forma lenta y tranquila sin llegar a cosas fuertes como tal, todos atendían, menos un niño en especifico un pelo rubio como para compararlo infantilmente con ricitos de oro unos ojos de un tono tan profundo, una mirada penetrante sin dudarlo, sus manos jugaban con su pelo mejor expresado la punta de su pelo, unas trenzas adornaban su cabeza como si de una dulce niña se tratará.
-ran deberías prestar atención-
comentó el hermano menor, un pelo rubio igual de hermoso unos ojos tan bellos como una esmeralda una gran diferencia tenía unos lentes adornando su fino rostro, con su cuadernillo anotaba todo lo que aquella chica dulce decía, si, era bastante aplicado y serio para su edad siendo menor que su contrario llamado hermano
-¿mm? Lo haría pero esto no me sirve para nada en mi vida-
el menor solo se limitó a mirarlo, realmente no creia que su hermano fuera tan impertinente como no serviria?.
-no digas estupideces,esto sirve incluso más que una materia como matemáticas,ha hermano-
claro, lo noto lo estaba ignorando eran dos polos opuestos, las clases terminaron no fue mucho tiempo realmente aún eran jóvenes era más como diversión pero pronto llegarían sus resultados de casta, la edad clave era entre los 10 y 12 para no tener errores de género o algo parecido en alguna prueba, sin más, llegaron a casa ran como siempre animado he infantil corrio hacia su madre para abrazarla con fuerza pero rindou se limitó a saludar
-madre, buenas tardes, ya está la cena?-
si era una persona muy centrada quizá era debido a todos los libros que leía empezó a acostumbrar esa forma de expresión pero bien, ran...ran se mantenía entretenido era irresponsable con todo quitado de pena, nunca lloraba por algo todo lo miraba tan positivo era ingenuo para los orbes de rindou
-bien, mis pequeños, llegaron sus pruebas, mis niños ya son grandes-
exagerando las cosas exclamo su madre para abrazar a ambos hermanos con fuerza su padre se limitó a reir de forma suave, si una familia adinerada, con reconocimiento, empresas era una familia funcional a pesar de todo
- no exageres querida aún son pequeños-
una risa tal dulce, tan tierna, que podría incluso dar diabetes salio de los labios de aquella mujer de mechones rubios dio caricias en la cabeza de ambos niños
- bien mis pequeños, antes, queria decir...por favor pasé lo que pasé nunca se alejen, se tienen a ustedes, cuidense entre ustedes, como los lindos niños y hermanos que son-
las palabras fueron tan dulces que aquellos pequeños no evitaron sonreir para mirarse entre ellos se sonrieron agarrando sus manos
-¡lo prometemos!-
vaya que imagen tan hermosa penso aquellos padres enamorados de sus hijos como ningún ser de este mundo sonrieron agarrando los sobres de la clínica las abrieron
-¡bien veamos!-
-un sonido fuerte como el despertador de un teléfono muy molesto empezó a sonar, el menor de los haitani abrió los ojos parpadeando multiples veces antes de sentarse en su cama agarrando sus anteojos abrió cada lado de los mangos y los coloco sobre su rostro con delicadeza un silencio muy tranquilo se hacía presente mirando su teléfono fijándose la hora, era bastante temprano,había tenido de nuevo ese sueño se repetía mucho sin saber el por que,sus pensamientos tan profundos se cortaron en cuanto escucho una voz alegre y emocionada
-¡RIN RIN!-
ran abrió con torpeza la puerta con todo su pelo en su rostro, como si de el aro se tratara rindou lo miro dando un suspiro ya sabia a que se debe la visita tan temprana, se levantó de su cama agarrando un peine y dos pequeñas ligas miro a su hermano mayor sentando en su cama se acercó a el empezando a cepillar su larga melena tan linda y cuidada, empezó a peinar con sus respectivas trenzas, hoy seria un dia importante para los hermanos haitani, bueno, para rindou pero para ran era un dia normal quizá parte de su diversión y entretenimiento-
-rindou dio un suspiro mirando a su hermano salir de su cuarto de una forma infantil se supone que el es el mayor deberia ser el maduro el sabio o algo parecido no rindou, era realmente gracioso, rindou se Levanto de la comodidad de su cama lujosa de su inmenso cuarto bajando su pelo y peinando este bajo a desayunar, empezo hacer el desayuno, si, tienen dinero pero no quieren servidumbre era incómodo para ellos, sentirse espiados, en pocos minutos ran bajo a comer Como corresponde degustando todo lo que cocina su hermano, si cocinaba delicioso una reacción de sabores tan magica que Le encantaba.
-hermano esto esta delicioso-
Rindou regalo una sonrisa.
-todo por ti hermano, debemos irnos, izana podria molestarse no crees-
Ran con molestia asintio, hablando sobre algunos temas por fin se marcharon, serian los nuevos integrantes se tenjiku si, solo por diversión lo tenian todo pero no tenia la idea que seria el principio de un juego tan asqueroso, repulsivo dejando de lado el amor y protección entre hermanos.
..
-Estas hablando de los hermanos omega?.-
-si ellos realmente son extraños-
Comentaba una chica de casta beta,los hermanos haitani, el mayor de 15 en ese tiempo y el menor de 14 dos dulces omegas y clara influencia de belleza en su tiempo de secundaria, todos hablaban de ellos, nunca tuvieron una pareja nunca vieron a los hermanos contarse algo, sobre todo, romantico y era cierto, los hermanos evitaban ese tema, no hablaban eso entre ellos era un misterio la pareja o algo parecido solo lo hablaban con su madre y padre
-escuche que son omegas recesivos-
-no lo se, pero me sorprende que con esa belleza no quieran usar a alguien..-
Palabras que la gente escupía tan seguido sobre las acciones de alguien popular, resultaba aburrido, pero la presencia de alguien lo cambiaria todo, haruchiyo akashi un lindo chico con una melena rubia larga, unos ojos tan vivos unas pestañas espectaculares que parecía irreal, llego como estudiante de intercambio, todos le dieron una bienvenida calida, pero parecía que ese tal haruchiyo solo miraba a una persona, ran, joder ran podia estar en el cielo, era tan dulce, tan atento, sus tratos eran tan delicados Como si tuviera miedo se romperlo pero no dura todo para siempre, ni un beso ni una propuesta ocurrio en su tiempo escolar.
-sanzu ¿encerio tienes que irte?-
Pregunto ran en un tono triste y apagado.
-lo siento, sabes que debo mantenerme atento a mis estudios y eso, prometo volver a buscarte-
Vaya que palabras tan dulces para ran, confio ciegamente, paso los años la Universidad llego y no tuvo señales de su querido sanzu, pero quizá estaba ocupado con el tiempo lo trato se olvidar,era ingenuo, su primer amor Como omega tenia la necesidad de tenerlo cerca pero lo sentia lejano.
...
-lo siento izana por la tardanza-
Expreso apenado el menor se los haitani hacia cierto albino que se limito a asentir sin preocupación.
-esta bien por ahora-
-ya termine sus mandatos-
Una voz, hablo detras de los haitani, girando su mirada, los ojos de ran se iluminaron a pesar que no lo deje notorio, pero aquel chico con cubre bocas negro miro fijamente a el menor de los haitani, sus miradas se chocaron, recordando unos dulces recuerdos.
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amar a dos.
Randomlínea de boten y tenjiku no tiene nada que ver con el manga o anime, creditos a ken wakui creador de los personajes. haruchiyo akashi conocio a los hermanos haitani en una de las tantas pandillas que se mantuvo, los haitani conocidos por ser despi...