Armagedón | Miguel O'hara x (t/n)

Capítulo 2

¡Los votos y comentarios son muy apreciados!

De verdad, gracias por el apoyo que le han dado al Fic.

¡Se supone que tu aparición ante la Sociedad Araña iba a ser apocalíptica! No el reporte de tu avistamiento ¡Eso era para maleantes de tercera!

Las primeras impresiones siempre jugaron un papel crucial en cómo el héroe llevaba a cabo sus interacciones con el villano. La tensión, el enigma ¡La química de enemigos jurados a destruirse el uno al otro! Todo eso iba a irse por el desagüe si no desaparecías antes que enviaran a alguien en tu captura; una carrera contra el tiempo considerando lo inflexible que se había tornado la asociación al momento de lidiar con anomalías.

Reconociste un atisbo de adrenalina cosquilleando en tus extremidades, aquél sentimiento de no poder permanecer en tu lugar por la instintiva necesidad de correr. No obstante, desechaste dicha sensación con pura fuerza de voluntad.

De ninguna manera estabas repitiendo las palabras: "Debo verme genial, debo ser el personaje misterioso o sino no me van a tomar en serio. Soy cool, soy cool" como un mantra.

Sep, definitivamente no lo estabas haciendo.

- Esa es mi señal para largarme de aquí. Muy radical tu vibra Hobbie, pero a las autoridades no les agrado ni un poco. - Las palabras salieron de tu boca con una prisa atolondrada, imitando los modismos del británico que acababas de conocer por mero capricho.

- Agradecería que antes me dijeras si tienes algo que ver con el lío del que hablaba Hatsune Miku con gafas de corazón. - Se refería a Layla, quien protestó indignada por el sobrenombre antes de hacer desaparecer su holograma. No pudiste contener la carcajada que se te escapó al oír dicho apodo, de hecho, ni siquiera trataste de contenerla.

- De acuerdo, tú ganas. - Cediste mientras fingías secarte una lágrima. - Cuento corto, parte de mi trabajo consistía en cerrar esas cosas cada vez que las abrían. - Admitiste, sacando tus preciadas tijeras color ( __ ), cortando con ellas la delgada línea del espacio tiempo frente a ti.

- Reitero, estoy de vacaciones y no planeo volver hasta el próximo año bisiesto. - El hombre negro esperó que fuese una exageración, sin embargo no dijo nada al respecto, sólo asintiendo ante el comentario mientras colocabas un pie dentro del portal.

- ¿Tan malo era? - Inquirió.

- Hombre, ni siquiera me pagaban. - Una verdad a medias. Si bien es cierto que no recibías ningún tipo de remuneración, eras incapaz de negar la copiosa cantidad de virtudes ligadas a tu cargo omnipotente. El acuerdo alguna vez firmado por tu propio puño y letra tenía sus altibajos, de eso no cabía duda... Por otro lado, los términos y condiciones venían con letra chica; como en todo contrato.

Pero esa era una historia para otro día.

- Maldito capitalismo y sus precarias condiciones laborales. - Hobbie replicó sin reparo alguno, como si hubiese esperado el momento adecuado para hacer un comentario de semejante índole.

- Pero-- Ok, no te lo voy a cuestionar. - Lo viste colocando las manos dentro de sus bolsillos mientras se encogía de hombros; podrías jurar que estaba sonriendo descaradamente debajo de esa máscara suya.

- Pensé que tenías prisa. - Te hizo recordar que ya habías adentrado la mitad de tu cuerpo en la abertura espacio temporal recién creada, encontrándote demasiado ensimismada en el intercambio de palabras como para percatarte de ello.

- No sé a qué te refieres, yo ya estaba por irme. - Dijiste la mentira más obvia que el británico pudo haber escuchado en el transcurso del día.

Casi lo olvidas por completo, y se notaba a kilómetros.

Estabas a punto de agregar un último comentario a la conversación, cuando de repente, el portal rojo por encima de sus cabezas comenzó a parpadear en su característico brillo neón.

El familiar titilar te hizo saber que tu tiempo se había acabado. Alguien estaba usándolo para viajar hacia ustedes, hacia ti para ser exactos.

- ¡Hasta la próximaaaa! - Te despediste del punkie antes de cruzar el umbral por completo, cerrando el portal de tu autoría una vez que lo atravesaste. Así, quienquiera que fuese la desafortunada alma encargada a atraparte no tendría el trabajo extendido en bandeja de plata.

Si tan sólo supieran que te habías transportado fuera del Endoespacio.

- Heh.

Sorry si este capítulo es más corto, tenía muchas ganas actualizar.

No puedo evitarlo, me encanta leer sus comentarios <3