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Eran al rededor de las 4 de la mañana y yo seguía sin poder conciliar el sueño. Me movía de un lado a otro intentando conseguir una posición cómoda.

Mi mente solo pensaba en aquel chico, sus comentarios hormonales, egocéntricos...

Me sobresalté al escuchar ruidos en mi ventana, lo que me hizo bajar lentamente de mi cama agarrando una almohada, por si acaso...

Me acerqué lentamente y los ruidos seguían haciéndose muy notorios, mi ventana estaba abierta, entraba una brisa fría por esta.

Abrí la cortina lo más rápido que pude y levante la almohada, para poder golpear a cualquiera que esté ahí.

Baje lentamente la almohada al ver que era él, el chico de trenzas, que hace horas me había dejado aquí de la forma más seca posible.

─¿Qué haces aquí?

─Hola linda - dijo mientras agarraba mi cintura y me corría hacia un lado delicadamente. Para poder entrar a mi habitación.

─¿Quién te crees para entrar de esa forma a mi habitación?- dije hablando lo más bajo posible.

─Tu futuro chico- dijo acercándose

Dios, este chico parece que está hormonal todo el día.

El chico se puso frente a frente, me escaneaba con la mirada mientras mordía levemente su labio inferior, haciendo una sonrisa de lado. Dios, es tan atractivo.

─Todo esto en algún momento va a ser mío- dijo mientras subía su mano por mi espalda, acercándome más a él.

Quería responder, quería decir que sí, pero no, no era tan fácil.

Me separé del chico y lo rodeé, acostándose devuelta en mi cama.

─así termina esto?- pregunto

─Aja- dije dándole la espalda mientras me tapaba con la manta.─puedes irte-

─Mmm esa parte no me gusta- dijo, pude escuchar como se acercaba a la cama.

Se acostó al lado mío, todavía le daba la espalda.

Rodeo mi cintura con sus manos y me acercó a él, podía sentir su respiración en mi nuca. Una de sus manos subió hasta mis pechos, apretando estos como si fueran almohadas, mientras que con su otra mano apretaba mi cintura, quedando nuestros cuerpos pegados.

Agarre su mano que estaba en mis pechos y alejé, pensé un rato hasta que decidí soltarla haciendo que esta haga lo que quiera.

Pude sentir como el chico que estaba atrás mío rió al darse cuenta de que le había dado permiso a hacer lo que quiera.

El chico agarró firmemente mi cintura y de un rápido movimiento estaba abajo de él.

El chico empezó a besar mi cuello, haciendo un poco de su succión en cada beso. Mi espalda se arqueó levemente ante el frío del pircing en mi piel.

El chico dejó de depositar besos y se acostó al lado mío.

─Recuerdas ese día en la fiesta? Cuando estabas con otro chico- dijo mirando al techo con sus dos manos atrás de la cabeza.─este es tu castigo, para que sepas que solo yo puedo hacerte sentir placer, de la manera, forma, posición que quieras. Pero solo yo.

Trague saliva al escuchar todo eso, intentaba procesar todo lo que había pasado. El idiota me provoco.

─Eres un idiota.- dije mientras me acostaba devuelta dándole la espalda.

─hago lo que quiero, no soy tuya, tampoco lo seré.

─Hermosa, vas a lamentar haber dicho eso. El día que te haga mía te haré recordar este momento y me suplicaras para que siga.

Negué repetidas veces con la cabeza ante su respuesta.

(...)

Fruncí el ceño al abrir los ojos, el sol entraba por la habitación, iluminando esta.

Intente ver la hora en mi reloj, pero un peso en mi cintura se hizo presente, unas manos hacían demasiada presión en esta.

─ujm... Quédate quieta

─Necesito cambiarme...

Las manos me soltaron y pude pararme de la cama, vi la hora y...

─ ¡MIERDA!

El chico que estaba acostado en mi cama se frotó los ojos y luego me miró.

─Que pasa? Porque te levantas tan temprano.

─Son las 2 de la tarde, a eso le dices temprano?

─Puedo hacerte mía ahora, si es lo que deseas, haré todo lo que digas.

Al escuchar eso miré hacia otro lado evitando cualquier tipo de vistas mutuas.

─Hoy tengo una sesión de fotos muy importante para una revista y es a las 4. No creo llegar. - dije pasando mis manos por mi pelo.

─Si es por eso, tengo mi auto afuera, podría llevarte, pero tendría un precio...

Rodee los ojos, era muy importante esa sesión de fotos, así que decidí acceder.

─Que quieres?

─Dame tu número...

Suspire, no podía creer lo que hacía nada más para que me lleve en su auto.

El chico saco su celular con una sonrisa, sabiendo que había ganado...

─Listo ya tienes mi número.

El chico sonrió mirando a la pantalla para luego mirarme.

(...)

─Y... listo!- dijo la camarógrafa

Llevaba 3 horas en ese lugar, lo peor es que el chico de trenzas se negaba a irse. Estuvo las 3 horas sentado, mirándome embobado, me daba gracia las caras que ponía al verme.

Me acerqué al chico y lo miré.

─Ahora quien es al que se le cae la baba?- dije burlona.

─Si quieres, puedes limpiarme, como quieras- dijo juguetón

Yo solo me limité a mirarlo y sonreír ante su comentario.

─Sabes te veías hermosa...

─Ahora ya no?- dije frunciendo el ceño

─Siempre estás hermosa.

Las mejillas del chico se tornaron un tono rosa clarito, quien lo diría, el hormonal sin vergüenza, ahora está nervioso.

Creadora:
Perdonen el cap corto...
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No se olviden de votar o comentar, cualquier cosa sirve.

Muchas gracias

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐞𝐝 ; Tom kaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora