⇝ Tercero

1.8K 203 16
                                    

Con el cuerpo hirviendo por la rabia, se aseguró de cerrar con seguro la puerta antes de adentrarse a la cocina con los ojos rojos y un dolor de cabeza insoportable. Como le gustaría ser más de lo que era, si fuera un alfa poderoso y de alto rango, podría simplemente darles la vida que merecían a los dos miembros de lo que consideraba su manada. Denji y Power podrían vivir sin necesitar a nadie más, pero sobretodo Makima no se interpondría en su camino.

Una vez dentro de la cocina, se da cuenta de que los dos están picoteando comida de la olla con las manos. La imagen inevitablemente hace que sus sentidos se regulen y la rabia disminuya. Les sonríe, interponiéndose entre ellos y las ollas.

⸺Esto está muy caliente, se van a quemar los dedos si comen directamente. ⸺les advierte, y Power sale corriendo rápidamente de la cocina, como si temiera un regaño. Denji se quedó observándolo por un tiempo, sin embargo cuando sus miradas se conectaron, el omega bajó inmediatamente el rostro y un sonrojo tierno cubrió sus mejillas acarameladas. ⸺¿Tienes hambre?⸺Le pregunta, resistiendo las ganas de apretar sus mejillas hasta volverlas de color rojo.

Denji asiente, jugueteando con sus pies descalzos. Su dedito gordo subiendo encima del otro antes de que el dedo que estaba encima ocupara su lugar. ⸺Aki, ¿Para qué vino la señorita?

Frunce el ceño en el momento preciso que escuchó la palabra "señorita" salir de los labios del omega. ⸺Nada en específico... ⸺ Miente. ⸺Solo estaba de pasada y decidió visitarnos, pero no tenía mucho tiempo por lo cual se fue rápido. No te preocupes.

⸺Mmm... ¿Seguro?

Aki le sonríe. No soportaba ver los ojitos preocupados del menor. ⸺Todo está bien, Denji. No hay nada de lo que preocuparse, te lo prometo. ⸺Una vez la expresión del omega se vió relajada ante sus palabras, se permitió revolver su cabello rubio en un gesto cariñoso. ⸺Ahora ve y espera en la mesa, voy a servir la cena antes de que se enfríe.

El aviso no parece ser suficiente para que el menor saliera de la cocina, pues cuando su mano soltó su cabecita dorada, el nerviosismo de Denji volvió a hacerse presente por medio de sus gestos, pues comenzó a morder la uña de su dedo pulgar con fuerza.

¿Qué le estaba pasando?

⸺Aki...

⸺Dime, cariño. ⸺El apodo salió por su cuenta. Nunca lo había llamado de esa manera, pero sentía la necesidad de hacerlo en ese momento. Lo único que quería era calmar al pequeño omega que notablemente, estaba nervioso por un motivo que desconocía por completo.

⸺Siento una opresión en el pecho... y mi lobo está raro. Me aulla, rasguña y chilla. ⸺Le comenta el menor y Aki frunce el ceño, colocando sus manos en los hombros temblorosos del niño. ⸺Desde que vino la Señorita está inquieto.

⸺Denji...

⸺Y tu lucías enojado cuando me viste en la puerta. Incluso hace solo unos segundos tu aroma era picante y amargo. ⸺el omega traga saliva, notablemente nervioso y sin darse cuenta de la roja sangre que brotaba de su dedo debido a las mordidas. ⸺No me gusta que te molestes, no me da miedo pero... se siente mal para mi y mi lobo. Duele.

Un golpe de culpabilidad lo atacó.

⸺Denji... ⸺intentó tener su atención por segunda vez. El menor parecía estar al borde de las lágrimas.

⸺¡Y lo peor es que no sé porqué! ¿Por qué dependo tanto de ti? No lo entiendo porque yo soy tonto, pero tu debes saberlo, ¿No?

Su corazón palpitaba acelerado mientras que el omega lo observaba con ojitos de cachorro pateado. Incluso él se sonrojó notoriamente conforme los segundos pasaron y el silencio se apoderó del ambiente.

¿Qué responderle?

No tenía palabras. Saber los sentimientos de Denji era mágico, satisfactorio. Su lobo movía la cola de un lado para el otro y él sentía la emoción recorrer todo su cuerpo, desde la punta de los pies hasta la cabeza.

Denji no le era indiferente, y aunque el menor no estaba consciente de sus sentimientos, los tenía.

Lo quería, su omega lo quería.

Pasó de un momento al otro, al principio estaba a unos pasos y segundos después estaba tomando los labios rosados del omega con los suyos. Por segunda vez, Aki pudo saborear la suavidad de belfos contra los suyos y la gloria que ello significaba. Algo dentro de él se sintió completo cuando los labios del mebor se abrieron, dándole permiso para profundizar el beso.

Sus manos recorrieron todo el camino desde la pequeña espalda hasta la cintura del contrario, mientras que el omega se aferraba a sus hombros con toda su fuerza cuando él adentró su lengua dentro de la pequeña boquita. Lo sintió temblando entre sus brazos y solo pudo pensar en lo mucho que quería marcarlo.

Una marca en su bonito cuello sería la solución a todos sus problemas.

Se separaron, sin embargo él no se sintió listo para soltar la cinturita entre sus manos, Denji tampoco quitó los brazos de sus hombros. Así que permanecieron juntos meciéndose de lado a lado, sintiendo como sus lobos aullaban de placer al estar unidos.

⸺Quiero marcarte.⸺Se atrevió a decir, las palabras se sentían tan correctas saliendo de sus labios.

Tener a Denji en sus brazos era la mejor sensación del mundo. Quería permanecer de esa forma mucho tiempo más.

⸺¿M-Marcarme?⸺La voz del omega tiembla y Aki se preocupa por haber metido la pana, sin embargo segundos más tarde Denji se inclina y besa sus labios una vez más, buscando más contacto.

Este eso fue mucho más tierno que el anterior, pues era el omega quien tomó la iniciativa y quien trataba de dominar el beso.

Era el paraiso.

O lo fue hasta que Power apareció en la cocina, y los dos tuvieron que separarse, totalmente avergonzados ante la presencia de la poseida, quien no paraba de gritar lo hambrienta que estaba. Aki y Denji compartieron unas últimas miradas tiernas y timidas antes de hacer cada uno lo que le correspondía: Denji sentarse a esperar la cena y Aki servirla.

Esa noche se aclararon muchas cosas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 10, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Territory ⇝ akidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora