No sabes cuánto has estado corriendo, lo mucho que has estado trabajando y lo agotada que estás, hasta que alguien se para detrás de ti y te dice: «Tranquila, ahora puedes caerte. Yo te sostengo».
8
No sabes cuánto has estado corriendo, lo mucho que has estado trabajando y lo agotada que estás, hasta que alguien se para detrás de ti y te dice: «Tranquila, ahora puedes caerte. Yo te sostengo».