Fue más o menos por ese entonces que empecé a creer que quizá las amistades estaban predestinadas. «Si hay toda clase de almas gemelas», dije a Harry una tarde en que estábamos sentados en la terraza con Connor, «tú eres una de las mías».
9
Fue más o menos por ese entonces que empecé a creer que quizá las amistades estaban predestinadas. «Si hay toda clase de almas gemelas», dije a Harry una tarde en que estábamos sentados en la terraza con Connor, «tú eres una de las mías».