Youth (pt1)

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La campana sonó y en un parpadeo los pupitres quedaron vacíos

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La campana sonó y en un parpadeo los pupitres quedaron vacíos. El profesor, con la palabra en la boca y el libro abierto, miró atento a los alumnos abandonar el aula sin siquiera despedirse. Dirigió su mirada al centro y ahí lo encontró. Era el mismo chico que siempre se quedaba hasta el final y por más que quisiera creer que se debía al compromiso e interés por la materia, la razón era diferente.

La primera ocasión que ocurrió se acercó a él y descubrió que estaba dibujando, sobre los apuntes de clase. Contrario a los dibujos obscenos o graciosos que solían hacer sus alumnos, Hoseok dibujaba paisajes. Bosques, lagos, montañas, ríos, desiertos y últimamente edificios.

—Tienes un gran talento —le dijo la tercera vez que lo vio concentrado en su creación a lápiz.

El pelinegro sonrió avergonzado agradeciendo el halago. Normalmente los profesores lo regañaban o confiscaban sus cuadernos sin detenerse a mirar el interior de ellos. Que el profesor más serio del instituto lo elogiara merecía un día marcado en el calendario.

—Lo siento, terminaré la actividad pronto —se excusó guardando el dibujo.

Dejando el libro en el escritorio, se cruzó de brazos observando a Hoseok, de nueva cuenta, perdido entre los trazos de lápiz y las hojas en blanco. Al menos esta vez no había ocupado los apuntes de clases, aunque una nueva duda surgió, ¿realmente tomó apuntes?

—¿No te irás corriendo? —preguntó elevando la voz para llamar la atención de su alumno.

El joven levantó la mirada del cuaderno. Giró su cabeza de manera chistosa y sus ojos se abrieron exageradamente haciendo reír al profesor.

—¿Qué? ¿En qué momento se fueron? —preguntó desorientado. Empacó sus cosas a prisas levantándose después para imitar la acción de sus compañeros —. Hasta mañana, profesor Gu.

—Estudia —Hoseok se detuvo en el umbral de la puerta, miró sobre su hombro creyendo que había escuchado mal —. No es un examen sorpresa pero tus compañeros parecían muy apurados y marcharon sin escuchar las indicaciones.

Hoseok asintió saliendo a trompicones. Los pasillos estaban vacíos y se encontró con pocos alumnos en la parada del autobús. Saludó a un par de chicos, de una clase menor, con los que extrañamente había congeniado una tarde en detención cuando su profesor de química lo envió por dibujar en clases.

Su relación con los chicos de su grupo no era exactamente la mejor, apenas y tenía un amigo. Kihyun. Ese día muy temprano, al pasar por su amigo, la señora Yoo le informó que Kihyun estaba muy enfermo. Kihyun era extremadamente responsable, no faltaba ni en los días de lluvia o nieve y en esta ocasión tampoco pensaba hacerlo. Por mandato de la señora Yoo y por voluntad propia, subió las escaleras y estuvo al menos diez minutos convenciendo a su amigo que la escuela seguiría ahí incluso si él no iba un día. Prometiendo llevarle los apuntes del día y las tareas, salió de la modesta casa para ir a la secundaria.

『 Right Moment 』 (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora