CAPÍTULO 1

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CONOCIENDONOS

(ATENEA)

- Atenea Biancci

Ha llegado el momento que más odio y odiaré de mi vida. Mis padres y yo nos acabamos de mudar hacia otro país, por cosas del trabajo de mis padres. Y hoy comienzo en un nuevo instituto, igualmente que solo me queda este último año y ya podré vivir bajo mis condiciones y no las de mis padres.

Nunca voy a entender porque nuestros padres tienen la obsesión de controlar las vidas de sus hijos.

Entramos, yo y mi madre, en la sala con el director del instituto.

- Buenas tardes sra. Biancci, estamos agradecidos de que su hija, con sus excelentes notas, haya querido entrar en este instituto.

- Gracias a usted Sr. Garcia, por aceptar a nuestra hija.

- De nada, Sra. Biancci, hoy le hemos dicho a uno de nuestros mejores estudiantes que la acompañe para hacerle a la señorita Biochi un pequeño tour por el colegio. Así que si no les parece mal ya la está esperando en secretaría.

Salgo yo sola con la secretaria, ya que mi madre tiene que firmar un par de papeles, para ir a ver quién me hará este tour innecesario.

En el momento en el que entramos en la pequeña sala, solo puedo ver otra señora de unos cuarenta y pocos años sentada en un escritorio hablando con un chico.

El chico está de espaldas hacia mí así que desde mi punto de vista solo puedo ver su espalda.

Tiene una espalda bien formada, con unos hombros anchos pero tampoco tanto. Lleva puesto unos pantalones de chándal negros y una sudadera del mismo color.

- Aaron, aquí tienes a la señorita Biancci, la joven a la que le harás el tour.

En el momento que la secretaria llama su nombre, él y la otra señora se giran hacía mí.

Él se me queda viendo, mientras que la señora, se levanta deprisa, y viene hacía mi.

- Señorita Biancci, pero que guapa que es usted, ¿no crees Aaron?

Aaron ,que continuaba mirándome con una mirada que no podía descifrar lo que decía, empieza a caminar hacía nosotros para ponerse al lado de la otra señora.

- Rosa, cuántas veces te he dicho que no nos espantes a los nuevos. - Dice la otra secretaria que iba conmigo.

- Ay, Josefa ni que haya mentido, mirala parece tallada por los mismísimos dioses.

No pude ocultar la sonrisa que me saco el comentario de Rosa.

- Muchas gracias, Rosa por el cumplido, peró tampoco creo que sea demasiado guapa la verd...

- Bueno, Biancci tengo un instituto para enseñarte. - Ese fue el primer momento en el que Aaron dijo algo durante la conversación.

- Si claro, ve señorita Biancci con él.

Después de que Josefa dijese ese comentario, pude ver a Aaron delante la puerta, haciéndome una seña con la cabeza para seguirlo.

En el momento que llegamos hacía el gran patio, lo veo coger un camino que no tiene pinta de ser parte del tour.

- Aaron, ¿Éstas seguro que se puede pasar por ahí? - Lo llamo cuando veo que no le importa.

- Biancci, podrías hacer el favor de callarte, y si no quieres no continuamos con el tour pero yo tengo que fumar y este es el único sitio para hacerlo. - Habla sin siquiera girarse hacía mí.

- Yo te sigo, y haz el favor de llamarme Atenea que es mi nombre.

Al cabo de unos cinco minutos, llegamos a un sitio que forma parte del colegio peró que está abandonado.

Aaron al llegar lo único que hace es sentarse en una de las sillas, y coger una caja de cigarros.

- ¿Quieres? - Me ofrece un cigarro de la caja mientras él se dispone a encender el suyo.

- No, gracias, no fumo, es malo para la salud, sabes.

- A - Dice en un tono irónico.

- Creo que no me he presentado bien. - Así parece que consigo su atención - Hola, me llamo Atenea Biancci, mi padre es italiano mientras que mi madre es española. Yo he vivido toda mi vida en Italia hasta hace poco. Aprendí español en casa con mi madre.

- ¿A dónde quieres llegar con esto? - Dice mientras me mira y expulsa el humo de sus labios.

- Bueno, siempre he pensado que es bueno hacer amigos, ¿no?

- Bueno en ese entonces. - Se levanta y se pone en una silla más cerca de mi. - Hola, Atenea, me llamo Aaron Fiore, y si yo igual que tú mi padre es italiano y mi madre española. Solo que yo no estuve viviendo en Italia.

- ¿Quieres hacer un juego de preguntas, ya sabes para conocernos?

- En otro momento serà, Biancci, porque tenemos clase, con María y si llegas tarde 0.

En el momento que dice eso recojo mi mochila que había dejado en el suelo, y nos vamos corriendo.

Como estúpidos.

Al llegar a clase, él se sienta en su sitio a la fila del final, mientras que a mí me toca justo delante suyo. La profesora al entrar me llama para ponerme delante de la clase.

- Bueno chicos, como podéis ver tenemos una alumna. ¿Podrías presentarte? - Dice la profesora con una sonrisa más falsa que mi vida.

- Si, claro - Doy un repaso a la clase, y Aaron me está mirando fijamente, con la misma mirada que no se descifrar - Me llamo Atenea Biochi, como podéis notar en mi apellido es italiano, ya que mi padre es italiano, peró mi madre es española. Estuve viviendo con mis padres en Italia la mayor parte de mi vida, hasta hace poco que nos mudamos aquí a España.

- ¿Y, cómo sabes español? - pregunta un chico al lado de Aaron.

- Mi madre me enseñó en casa.

- Muchas gracias, Atenea, ya puedes ir a sentarte.

Cuando me siento, siento que el chico de antes, me pasa un papelito. Cuando lo abro veo un número escrito, me giro para verlo y está sonriendo.

Le devuelvo la sonrisa.

- No gracias, no me interesan, los chicos como tú - le digo mientras le devuelvo el papelito.

- Tú te lo pierdes.

Justo en el momento en el que me iba a volver hacia delante, veo como Aaron lo está mirando mal, peró yo no me lo tomo enserio, así presto mi atención a la profe.

RAMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora