𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎

Los Malaventurados No Lloran - PXNDX

Ese día fue mágico.

Viajé tantos kilómetros y planifiqué un viaje completo solo para ver a mi cantante favorito en vivo en una playa relativamente cercana a mi ciudad; llevaba meses intentando conseguir boletos para verlo pero jamás lo había logrado, se agotaban muy rápido.

Sin embargo, aquí estaba hoy; el gran José Madero Vizcaíno estaba a escasos metros de mi persona, con una guitarra eléctrica en la mano y acercando su rostro al micrófono. De vez en cuando dejaba a sus ojos divagar por el auditorio donde estaba tocando, ofreciéndole miradas o lanzándole besos a alguna que otra fanática.

El ambiente era entretenido, relajado y ruidoso a la vez. Había gente llorando, otros muy tranquilos con cervezas en las manos cantando en coro y unos cuantos gritando y saltando en sus lugares, tratando de llamar la atención del hombre de barba; otros gritaban "¡Pepe hazme un hijo!", algunos decían "¡Pepe encuérate!" (yo era uno de aquellos) y a la par todos cantábamos las letras de las canciones del cantante.

Estaba feliz. Yo, Yang Jungwon, puedo decir que estaba muy feliz.

Sí, yo, quién dije haber perdido la esperanza en encontrar un camino para ser feliz, estaba siendo más feliz que nunca. Estaba en mi hogar, ahí donde el ruido es silencioso, dónde el rugir de la guitarra dice aún más que la letra de la canción, dónde el corazón duele más que la garganta, dónde aunque grites a nadie le molesta, pues todos lo están haciendo; ahí donde nadie hace daño, ahí donde todos se liberan. Ahí donde hay penas, anécdotas, historias secretas. Ahí donde los desconocidos nos volvemos amigos. Ahí donde la cerveza se convierte en lágrimas. Ahí donde las cámaras sobran, los ojos todo graban. Ahí donde a nadie le importa quién eres, si eres blanco, negro, mestizo, rico, pobre, asiático o indio, dónde todos somos uno por la música.

Ahí donde todo vive, dónde los muertos corren en nuestras memorias, dónde los vivos abrazan a sus acompañantes, donde no se necesitan muchas palabras para expresar ideas.

Dónde todos hablamos el mismo idioma, ahí donde todos somos una voz.

Yo, Yang Jungwon, me sentí vivo al fin, en ese concierto, en ese lugar donde nadie es nadie, solo somos fanáticos de José Madero.

Lloré de alegría y emoción... Hasta que Pepe cantó esa canción.

Reconocí la batería, el piano, el bajo y la guitarra al primer instante. La piel se me erizó.

»Sé que ella está en algún lugar mejor,
dónde no hay abuso, fuera de este mundo.
Quiero encontrar el medio para yo
poder hablar con ella, poder decirle a ella.

Quise cantar, era una de mis canciones favoritas de PXNDX y la más comercial, ¡Los Malaventurados No Lloran es el mejor tema de PXNDX! Pero, extrañamente, de mi garganta no salió nada más que un gemido lastimero.

Me dolió la cabeza al instante, se me llenaron los ojos de lágrimas y frente a mis ojos las luces se apagaron, volví al lejano 2022.

Cuando estabas conmigo, Jay.

Cuando éramos inseparables, cuando éramos codependientes, cuando éramos más fuertes que la pequeña muerte, cuando éramos felices sin saber que tendrías un final digno de documentales; esos lejanos días donde gracias a ti yo podía ser Plural siendo singular sin temerle a nada porque sabía que tú estarías conmigo.

Pero entonces moriste.

Quiero creer que ahora estás mejor, que ya nada te duele ni te preocupa. Que vuelas junto a las mariposas monarca que en vida jamás conociste.

Quiero pensar que desde donde estés me puedes abrazar cuando tengo frío o cuando quiero llorar. También quiero pensar que vamos a reencontrarnos un día y te daré el abrazo más sincero y lleno de añoranza que jamás te pude dar por nuestros carácteres tan evasivos, a pesar de lo mucho que nos queríamos.

No quiero ser egoísta ni idiota, quiero creer que estás mejor allá donde ya nada te afecta, dónde la libertad no es un término desconocido sino una realidad. Algo que aquí solo conocemos de manera teórica, solo porque viene en los diccionarios, no porque en realidad la vivamos en carne propia.

Pero todas las noches antes de ir a dormir, solo puedo pensar en que quiero ir contigo para que sepas...

»Que aquí
todo esta peor,
que al igual que ella
mi voluntad también murió.
Le quiero platicar
que todo sale mal,
que yo la alcanzaría
teniendo una oportunidad.

Sí, llevo casi un año completo pensando en ir por ti, Jongseong. En recriminarte todo lo que he sufrido por tu partida y preguntarte porqué me abandonaste, pero estoy respetando tu muerte. No te faltaré al respeto, no a tu memoria, no a lo único que me queda.

No te culparé por dejarme solo, tampoco por el dolor de tu familia ni las lágrimas de tus amigos. Pero sí te culparé por haberme salvado.

No debías hacerlo, debí morir yo esa noche.

¿Cuándo te volveré a ver sonreír?, ¿cuándo escucharé de nuevo tu voz?, ¿ahora a quién llevaré a ver a las mariposas monarca? Te has ido, te llevaste todos nuestros planes juntos.

Aún extraño tu sonrisa, tu voz, tus ojos, tu risa, incluso tus lágrimas. Extraño tus berrinches, nuestras peleas, cuando jugábamos de niños, las tardes enteras platicando, tus aplausos y las veces que me dijiste que no me rindiera y alcanzara el éxito mundial.

Lo haré por ti.

Yo, Yang Jungwon, prometo en esta calurosa y estrellada noche, ante el son doloroso de esta canción interpretada por mi cantante favorito, que mi nombre estará escrito en los libros de historia como uno de los mejores autores del siglo XXI, solo por ti. El mundo conocerá mi nombre y al tuyo por consecuente, sabrán quién ha sido mi inspiración y motivación, mi razón de continuar y el culpable de mis sueños.

Solo por ti, Jay. Solo por ti.

»La debería de odiar
por dejarme aquí,
pero ella no escogió.
Soy un simple amante loco yo,
he aprendido mi lección.

No, no puedo odiarte, tú no elegiste morir. Yo sí.

Solo por ti, Jongseong. Solo por ti nuestra promesa sigue en pie.

Solo por ti.