ꜰᴜᴇʀᴢᴀ ᴅᴇꜱᴀᴛᴀᴅᴀ

III.

Capitulo 3.

Marrones vieron a los colores diferentes de ojos que era su oponente. La respiración de cada uno en su calma propia, la suya un poco más agitada, y la de su oponente sería como si analizase cada cosa a su alrededor.

Tenía que darle el punto bueno al chico por hacer esa acción disimulada, y si tenía la oportunidad de conocer a Sidious, le daría el punto de tener buenos ojos para sus aprendices.

Pero volvió al tema a la mano.

Ningún movimiento físico haciéndose, cada uno esperando el ataque del otro para poder contrarrestar.

Color rojo brillante en lo blanco que mostraba el plasma en el medio reflejándose en la piel clara del chico, mientras que su color morado haciéndose reflejar en su propia piel oscura.

Estaba demasiado irritado si era sincero, y estaba soltando soltando emociones profundas, cuya acción dejó su posición tranquila al borde de caerse de la ventana de la calma.

Su conexión y poder a la fuerza estaba mejorando su cuerpo, su mente estaba centrada en lo desequilibradamente que quería destrozar al Lord Sith.

Diría que sería más fácil de poder derrotar a este chico, pero... algo le decía que este chico tenía más experiencia en los combates que el mismo.

Analizó la postura del chico en su sable de luz. Dejando el pecho expuesto en su tela negra de sith, el brazo estaba inclinado hacia el piso sin que el sable estuviese pegando en el piso así quemando todo.

Una posición que había visto muchas veces al Darth Vader original en las noticias.

Podía ser la forma cinco, o podía ser una ilusión de que esa era la forma que estaba usando.

Se analizó a sí mismo también.

Podía ser uno de los pocos maestros de la forma siete en la galaxia, un gran dualista en el combate de espadas, uno realmente fuerte para su generación. Pero... entendía que la siguiente generación siempre va a hacer más fuerte que la anterior.

Pero en su propia arrogancia oculta, sabía que en su época había tenido al lord oscuro de los Sith, Darth Sidious a sus pies rogando por su vida. Pero... estaba seguro que qué tal Sith se había contenido en sus formas de combate con los sables de luz.

Todo para que Skywalker tuviese que tomar una decisión en tales momentos.

Suspirando para si mismo, se digno a atacar  hacia la forma derecha del brazo del chico, su sable de luz se movió con fuerza en lo físico como en lo espiritual, ya que había mejorado el poder de sus ataques frontales con la fuerza. 

Muchos que no eran Sith, o Jedí, decían que muchas veces no se entendía como que un hombre de músculos compactos podía perder contra un ejemplo absurdo: Una niña en el combate de sable de luz. 

La fuerza física de una persona importa demasiado en una pelea de sables de luz, ya sea porque gracias a su capacidad física, el estilo de combate de la persona podía cambiar, también afectar como presionar a sus enemigos. 

Pero... lo que el poder espiritual de la fuerza anulaba en peleas de sable de luz era ese punto de la fuerza bruta, y esto se veía más reflejado en los rangos predeterminados.

Un hecho claro, la diferencia de un maestro Jedí, y Jedí inexpertos, era el uso de la fuerza para aumentar la fuerza de sus ataques. 

Por ejemplo, uno de los más grandes maestros de la Orden Jedí, Gran Maestro Yoda, una persona que tiene más de ochocientos años de experiencia, aunque su especie alienígena es un misterio como tal, uno podía decir que gracias a su pequeño cuerpo no era tan fuerte físicamente.