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004

Meliodas

— suficiente!!—le grite a zeldris.

— p-pero hermano apenas comenzamos?— cuestión confundido.

— pues por lo mismo.—mencione con enojo.— lo estás haciendo mal.

Vi como bajo la mirada, no sentía nada cuando mire eso.

Estaba echo furia no había podido ir a haber a mi Ale.

Y solo por entrenar a zeldris.

— siento interrumpir maestro meliodas.— hablo un demonio gris.— pero su padre lo está llamando.

— está bien iré de inmediato.

Camine hacia la sala del trono dónde se supone que estaba mi padre.

— padre me llamabas?

— así es meliodas.

— bueno dime qué necesitas.

— se trata de la reunión entre el reino de las hadas, de los gigantes y el reino de las diosas.— menciono lo último con desagrado.

— una reunión?

— si ya sabes solo para los herederos.

— esta bien ya entendí cuando me toca ir.

Mi padre me explico todo pero la verdad no me importaba.

Lo único que me importaba era que vería a mi angel.

Y no solo eso sí no que también podría interactuar con ella sin que me tenga que manchar las manos de sangre.

Me estaba acabando de alistar ya que tengo que estar presentable para mí bonita.

Apenas termine salí sin perder tiempo del reino en dirección al bosque del rey hada.

Al llegar busque con la mirada a Ale.

Pero no veía nada.

En ese momento una risa llegó a mis oídos.

Me gire para ver de dónde venía y justo en ese momento...choque con mi bonita.

Mis mejillas no tardaron en tornarse rojizas.

Pero pude ver qué  no era el único si no que ella también.

No pude evitar soltar una sonrisa y no solo al ver lo que ocasione en ella mi ego subió.

No me quería mover y por lo que ví ella tampoco.

En ese momento quite mi marca demoniaca.

Ambos estábamos perdidos en los ojos del otro.

Yo en sus ojos azules y ella en mi ojos esmeraldas.

Inconscientemente me comencé acercar a ella.

Y lo que me alegro más fue ver qué ella no se alejaba al contrario también se acercaba.

Nuestros labios estaban rozando apunto de forma un beso.

— meliodas!! Ale!!