Our Destiny | Larry Stylinson

Capítulo 17

Our Destiny

Los minutos pasaban y pasaban, Harry comenzó a sentir el sueño pesar sobre sus párpados. Era sábado, pero todavía acostumbraba a dormir temprano y además, estaba seguro de que gestar un cachorro realmente terminaba más pronto con la energía de su cuerpo.

Estaba por levantarse para ir en busca de Zayn y decirle que ya deseaba ir a casa, cuando un risueño Dylan fue en su dirección, sentándose descuidadamente a su lado mientras le daba una larga mirada. Harry inevitablemente sonrió también, divertido por la expresión del castaño, quién tenía las mejillas rojas, el cabello desordenado y los ojos brillantes. Él realmente parecía borracho, adorablemente borracho.

—Tú y yo tenemos una charla pendiente —Dylan dijo, las letras enredándose en su lengua en aquella vaga oración.

Harry ladeó la cabeza—. ¿La tenemos? —cuestionó, todavía sonriendo.

Dylan estiró más sus labios, su sonrisa creció—. Sí, lindo Harry. Tú, has estado mirándome todo el rato.

Harry alzó las cejas—. ¿Oh, de verdad? Bueno, es que bailas muy bien. Imposible no mirar tu número encima de la mesa.

El alfa se rió cantarínamente, asintiendo mientras echaba la cabeza hacia atrás. Luego, volvió a darle una mirada a Harry. Su sonrisa era enorme y ciertamente, sus ojos muy lindos. Eran verdes, tan verdes como los de Harry. Poco a poco la sonrisa del alfa se volvió pequeña, suspiró y chasqueó la lengua.

—¿Por qué no te nos has unido? —él le preguntó—. Has estado aquí sentado gran parte de la noche.

—Bueno —Harry tomó un suave respiro—. La verdad es que no soy tan buen bailarín como ustedes, prefiero verlo todo desde aquí.

—A mí... —el alfa frunció suavemente el ceño, pareciendo divagar en sus pensamientos. Era lindo, tratando de enfocarse para hablar correctamente—. A mí de verdad me preocupa que no te diviertas. ¡Podría enseñarte a bailar!

Harry rió con suavidad, negó pero agradeció en un gesto el detalle.

—Me divierto, Dylan. Esta es la mejor noche que he tenido en mucho tiempo. —admitió, siguió sonriéndole al alfa y parpadeó con suavidad, llevando su mirada al frente donde sus demás acompañantes seguían disfrutando de la noche—. Gracias por preocuparte, en serio estoy bien aquí.

Dylan asintió, como un niño pequeño pero todavía sonriente.

—Muy bieeen —el alfa alargó—. ¿Quieres una cerveza? Al menos déjame ofrecerte eso.

Harry volvió a sonreírle pero negó—. Lamento declinar una vez más, en realidad no bebo —levantó un pulgar en su dirección.

—¿Ah no? —Dylan alzó ambas cejas, señalando el vaso sobre la mesa—. ¿Y qué bebes entonces?

—Es solo jugo.

El alfa asintió, sonriéndole después. Se levantó rápidamente y le dio una mirada alegre.

—¡Te traeré un jugo entonces!

Antes de que Harry pudiese negar y decirle que en realidad estaba a punto de irse, Dylan se levantó y mientras hacía unos divertidos pasos de baile, llegó hasta la barra al otro lado del lugar para pedir el jugo de Harry entre expresiones vagas y risas.

El omega no pudo evitar sonreír para sí mismo, le hacía sentir bien que las personas ahí estuviesen atentos a él, que quisieran incluirlo. Dylan no era el primero que se había acercado para invitarlo a unirse a la diversión, Peter también lo había hecho luego de disculparse por lo que había dicho cuando recién llego, al igual que Arthur, quién se emocionó cuando Harry le mencionó que no podía fumar porque estaba embarazado.