OMNISCIENT NARRATION:
NETEYAM NO SUPO COMO NI PORQUE ahora estaba volando sobre su ikran lejos de su clan, lejos de su abuela y sus amigos. Lejos del busque que tanto apreciaba y que conocía como se conocía a él mismo.
Todos sus recuerdos, que nunca olvidaría, pero en ese tomento era algo precipitado pensar en siquiera volver.
Miro hacia atrás con angustia pensando en lo que podría significar un cambio tan brusco como el dejar su hogar para ir a otro desconocido y se preguntaba como van a reaccionar a su llegada, pues con los Metkayina nada era seguro, eso era lo único que sabía.
El recorrido fue largo, y aunque seguía preocupado por toda la situación, tenía que reconocer que disfruto el tiempo que paso con su familia ese viaje tan peculiar.
Obviamente no era momento para divertirse, era un momento serio, pero no era tampoco para estar deprimidos todo el camino, al menos sabiendo que habían muchos niños, por que si, eso eran, unos niños aún.
Neytiri y Jake lo sabían bien, no pudieron negarle a sus hijos un momento de platica en sus momentos de descanso, y como siempre Neytiri no iba a negarle un momento de charla a su hijo mayor sobre cierta persona que debemos conocer todos.
Era impresionante como podía seguirle contando historias nuevas después de tantos años, a este punto, Neteyam dudaba de si todas historias eran ciertas aunque realmente no le daba mucha inportacia, puesto a que sean ciertas o no, el creería cualquier historia que marcase a Nuyì como la guerrera que su madre afirmaba que fue.
De todos modos tampoco se permitió pensar demaciado en ello, debido a que podría ser una distracción que perjudicará la seguridad de su familia, en este momento el debía proteger a sus hermanos al ser el mayor y debía asegurarle a su padre de que no debía preocuparse por él.
Así fue como luego de unos días, estaban a punto de llegar, estaba algo ansioso, no pensaba demostrarlo, sin embargo el mismo podía escuchar los rápidos latidos de su corazón al volar en su ikran sobre la isla de los Metkayina.
Aterrizaron en la tibia arena de la costa y bajaron de sus respectivos ikran.
Inmediatamente fueron rodeados por los Metkayina, algunos curiosos por verlos allí y otros claramente en desacuerdo, no sabían la razon de su visita, pero podrían imaginárselo y no pensaban aceptarlo.
El Olo'eyktan y la Tsahik no tardaron en dar acto de presencia extrañados por la llegada de la familia Omatikaya, sin embargo sus rostros sólo dibujaban una expresión de seriedad ante tan repentina visita.
Neteyam apretó un poco los puños cuando Ronal comenzó a examinarlos descaradamente, despreciando por completo el hecho de que ellos no eran completamente Na'vis.
Miro a un lado, intentando desviar su atención de la charla que se presentó entre sus padres y los jefes Metkayina, y se encontró a su hermano mirando a una joven que también lo veía con interés, pudo notar el rostro embobado de Lo'ak y le dio un leve codazo en el brazo, el rápidamente se volteó a verlo para compartir una sonrisa cómplice.
Además de eso pudo ver como dos muchachos junto a la joven parecían burlarse de ellos, no obstante ella los reprendió y ambos callaron.
Nuevamente presto atención a la decisión del Olo'eyktan sobre su estadía, pero no pudo evitar voltear y apreciar la vista del gran mar, un poco más lejos había una isla algo pequeña, pero que por alguna razón llamaba la atención del Sully mayor.
Se preguntó si podría ir allí a observar mejor el lugar, bueno, si es que se quedaban.
Tonowari y Ronal compartieron una breve mirada entre ellos, como si sus miradas pudiesen ser un metido de comunicación que aparentemente si resultaba efectivo, pues luego de eso finalmente el Olo'eyktan acepto que se quedarán.
— Mis hijos Aonung y Tsireya los acompañaran a su nueva residencia, además de eso, les enseñaran lo que deban saber sobre nuestra cultura.
Neteyam y Lo'ak vieron como uno de los chicos que se burlaba de ellos y la joven en la que se intereso el menor daban un paso al frente, el muchacho a regañadientes.
— Acompañenme, los guiaré —dijo Tsireya comenzando a caminar seguida por la familia Omatikaya.
Neteyam se adelanto un poco hasta quedar al lado de la Metkayina con intención de hablar un poco.
— Tsireya ¿verdad? —la nombrada asintió con una sonrisa leve mientras continuaban su camino— Soy Neteyam
— Es un gusto
— Tengo curiosidad en aquella isla de en frente —señaló a la susodicha y luego volteó a ver a la chica con interés— ¿será que luego podemos ir allá? No parece tan lejos.
— No creo que sea posible, lo siento. —Dijo rápidamente evitando su mirada, Aonung quién estaba detrás de ellos intevino con un carraspeo.
— Ya llegamos, aquí pueden quedarse. —le informo el Metkayina a la familia, y Tsireya rápidamente dio un saludo dispuesta a retirarse.
— Espero que su estadía sea cómoda, mañana los vendremos a buscar para explicarle sobre nuestra cultura. Hasta luego.
— Claro, gracias por traernos. —Saludo Jake y seguido de eso toda la familia entró a su nuevo hogar.
Por otro lado Neteyam tuvo curiosidad por la reacción de Tsireya, se preguntó internamente por qué no podría ir a aquella isla, a la vez que se preguntaba por qué está le llamaba ta to la atención, era como si necesitará it hasta allí. No sabía si era por mera curiosidad de estar en un lugar nuevo y poder conocerlo a mayor detalle o simplemente era un instinto al que estaba seguro que debía seguir.
Mientras tanto, Tsireya y Aonung caminaban de nuevo hasta su hogar, la menor algo preocupada por lo que podría pasar con respecto a Neteyam.
— ¿Crees que intente ir allí? —le preguntó a su hermano con algo preocupación ocupando su rostro.
— Aún no sabemos de lo que son capaces esos Omatikaya, debemos tener cuidado de que no la encuentren. —Respondió él con seriedad tratando de no parecer preocupado.— hay que mantenerlos vigilados, si van a la isla, todo lo que tratamos de ocultar hasta ahora saldrá a la luz y aún no sabemos como reaccionarán nuestros padres...
Neteyam podría significar la desencadenacion de algo que podría ser tanto bueno, como malo.
— ¿Deberíamos ir a verla?
— Creo que si...
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𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐄𝐘𝐖𝐀 | 𝐍𝐄𝐓𝐄𝐘𝐀𝐌 𝐒𝐔𝐋𝐋𝐘
FanficEn los tiempos pasados, cuando el amor de Eywa tenía un rostro visible y era tan hermoso que podría matarte. . .