Una llegada

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Bueno aquí les traigo esta historia.

Esta historia mía esta bastante avanzado, originalmente esta historia estaba en ingles en mi pagina de Ao3 así que decidí cambiarlo al español y compartirlo con vosotros,

Tengo 7 capítulos ya escritos asi que espero que les guste.

Subire mas rapido los capitulos dependiendo si a la gente le gusta.

Asi que si les gusta dejen un like y un comentario.

La historia sigue a Smaug llegando s Westeros. Se me ocurrió la historia cuando estaba viendo la película de nuevo y pensé.

Y si Smaug acabará en Westeros?. Así es como nació está historia.

Smaug el Terrible

Smaug rugió de rabia mientras volaba por los cielos. Había sido muy descuidado, muy descuidado, lo sabía. Solo había sido un segundo, un segundo fue todo lo que se necesitó para clavar una lanza cerca de su corazón.

El dragón rugió de dolor antes de emprender el vuelo y lanzar una bengala hacia la aldea antes de alejarse volando.

El dragón estaba lleno de ira, ¿por qué no iba a estarlo? Era Smaug, el dragón más temible de toda la Tierra Media. Fue uno de los últimos grandes dragones que el mundo había conocido.

Su nombre inspiró terror en todo el mundo, oh los Enanos malditos lo habían descubierto cuando llegó a su montaña lleno de oro y mató a toda su gente.

Pero aun así había sido engañado, primero por ese maldito Hobbit y luego por esos malditos Enanos, usando su codicia y su oro para su ventaja.

Y casi lo habían logrado.

Su descuido casi le había costado la vida.

Y así, el poderoso Smaug voló por los cielos, alejándose del lugar con el orgullo destrozado.

Voló durante días, alejándose de sus posibles perseguidores, llegando en algún momento al océano, dejando atrás lo que se conocía como la Tierra Media.

No sabía cuántos días voló o qué lo llevó a dejar atrás la Tierra Media y sus riquezas, pero Smaug estaba seguro de una cosa, regresaría y se vengaría de todos los que se habían atrevido a desafiarlo.

No supo cuántos días voló, pero finalmente aterrizó. Era una tierra nueva, llena de hielo y nieve, la temperatura era mucho más fría que en cualquier otro lugar donde el dragón hubiera estado alguna vez.

Sólo por eso le desagradaba el lugar.

Sus alas tocaron el suelo antes de que recuperara el aliento, esa maldita lanza incrustada en su pecho seguía causándole dolor mientras volaba.

¿La peor parte? No pudo sacarlo porque era demasiado pequeño para sacarlo con seguridad.

Aun así, Smaug se movió. Cazó varios ciervos y animales salvajes para comer.

Decidió explorar el paisaje, según sus sentidos no había nadie en kilómetros a la redonda.

A pesar de su herida, Smaug se obligó a moverse. Mientras escaneaba los cielos, sintió un cambio en la atmósfera, el aire se volvió más y más frío, más letal, todo el aire rebosante de magia oscura, junto con un olor a descomposición.

Dragones de otro tipo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora