Capítulo 4

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Un horroso pitido resonaba en toda la habitación, aún no había sido capaz de abrir los ojos, mis párpados pesaban en ese momento alrededor de una tonelada. Alargué el brazo para apagar aquella horrorosa alarma, un momento,¡esta no es mi casa!. Me levanté tan rápido de la cama que llegue incluso a marearme.
Un hombre descansaba a mi lado, sabes la típica escena en las películas en las que hay un muerto con una manta por encima y tienes que levantarla para ver quién es, pues eso tenía que hacer yo ahora mismo, solo que esperaba que no estuviera muerto el ser que tenía al lado.

Pegue un salto cuando note algo entre mis piernas, ¡Un perro!, más específicamente el perro de la playa. No me jodas, el tío era Mattias. Mira qué hay chicos en Mónaco y justo tuve que elegir a este.

-Podrías hacer menos ruido- su voz me molestó tanto que empecé a recoger mi ropa del suelo lo más rápido que pude - joder, ¡Abby!, pero ... tu...yo...-
Al menos el tampoco se acordaba, menos mal.

-No digas nada más- me puse todo rápidamente y salí de allí corriendo literalmente.

Llame a mi amiga Eva en cuanto salí de aquella casa. Necesitaba un poco de cordura en mi mente, pensándolo mejor Eva igual no era la mejor opinión para eso, pero siempre me hacía sentirme bien.
-Queen A! - me respondió enseguida mi amiga desde la otra parte del planeta.

-Me acabo de despertar en casa de un tío que aparte de gilipollas se ha tirado a media ciudad- le dije bastante alterada.

-Relájate Abby, un poco de sexo no mata a nadie-

- Eva, me he tirado a Mattias, no lo conoces y por eso no te parece para tanto, pero solo de pensarlo tengo ganas de vomitar. Es un unga unga de los de manual. Necesito ducharme ya, que asco. No vuelvo a salir en lo que me queda de vida- me atrevería a decir que siempre que salía decía esa frase al día siguiente y a la vista está que nunca lo cumplo.

-¿Que tal te va con tu piloto profesional?, es el que me importa, me he estado informando y hay mucho guapo en la f1, ¿sabes?, una fiesta de esas es lo que yo necesito- puse los ojos en blanco ante sus reflexiones. Entre Charles y yo no había nada más que un amistad, y de momento ni eso. Además me acababa de acostar con uno de sus amigos.

-Deja de soñar despierta Eva, no vamos a ir a nada de eso nunca-

Me despedí de ella en cuanto llegué a mi casa y pasé el domingo descansando para poder empezar la semana con energía y pilas nuevas. No pude evitar acordarme de Charles cuando paseé por el muelle, así que decidí stalkear un poco sus redes sociales, había quedado segundo, eso era fantástico. En cuanto volviera le felicitaría por ello.

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LUNES 23 AGOSTO - 7:45 pm

El verano empezaba a llegar a su fin y cada vez más gente regresaba a Mónaco de sus vacaciones, seguía habiendo muchos turistas. Había disfrutado de mi tarde en soledad, aunque he de reconocer que  me había pasado toda la tarde esperando a ese chico de ojos claros y pelo castaño que se había convertido en mi compañero de tardes en las últimas semanas.

No apareció ese día, ni el siguiente, ni el otro... no le había visto desde hace un mes, ¡un mes!, aunque en ese mes había sido tiempo más que suficiente para aficionarme a la f1. Aún no sabía muchas cosas pero tenía algunos conocimientos ya distinguía el undercut del overcut, sabia los tipos de neumáticos etc.

Me encontraba esperando a Eva en el aeropuerto de Niza cuando le vi. Charles, Mattias,......,..... estaban en la cola para facturar sus maletas. No tardaron en verme. Fue incómodo, para que mentir, pero más incómodo fue en cuanto vi a aparecer a Eva y dirigirse a ellos. No me había ni saludado, no perdía el tiempo. Comencé a andar hacia ellos yo también.

-Soy Eva, Abby me ha hablado mucho de vosotros, bueno solo de....tí- dijo apuntando con el dedo a Mattias- y de ti...- esta vez señalo a Charles, quien apenas había reaccionado ante la aparición de mi amiga.

-Pues a mi no me habían hablado de ti, preciosa-intervino Gabriele, mientras inspeccionaba a Eva de arriba a abajo con su miranda para después acariciarle el pelo. Sentí ganas de vomitar con tanto cliché junto.

-¿Os vais?, que pena... solo estaré aquí tres días- no hacía falta que mi amiga dijera más para que pudiera ver sus intenciones.

-Nos vamos a pasar el fin de semana a Ibiza, podríais veniros-

-NO- dijimos Charles y yo a la vez.

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Haciendo mi maleta a toda prisa me encontraba, al final mi amiga se había salido con la suya y nos acabamos acoplando a un viaje a Ibiza junto a un grupo de chavales a los que no había soportado en mi vida.

-Me la pagarás cara esta, no se me ocurre peor plan que este- le dije mientras sacaba mis bikinis del cajón para meterlos a toda prisa en mi maleta.

- Un poco de diversión Queen A, están cañones. Yo me pido a Gabriele- comentó mi amiga aún con una sonrisa enorme en su cara.

-Puedes quedártelos a todos- bufé. No me había gustado que si siquiera mi mirara antes de dirigirse a ellos.

-Quizás si no te hubieras tirado a Mattias podría darle una oportunidad, aunque tiene pinta de ser de los que aguanta dos minutos en la cama, ¿lo es?- buena pregunta, no sabría responderle, por eso no lo hice- A Charles lo he descartado desde el primer momento, te lo dejo a ti-

- Que considerada...jamás tendría nada con Leclerc, Eva-

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Aún no había aterrizado el avión y ya quería irme a casa, más bien nunca quise salir de ella. Eva llevaba charlando con Mattías y Gabriele todo el viaje, mientras que Charles y Andrea jugaban al ajedrez. Como ellos habían perdido su vuelo por esperarnos habíamos viajado en un jet a ultima hora del día. 

Estaba enfadada, por eso cuando mi amiga por fin se separó de sus perritos falderos y se sentó a mi lado no me molesté ni en mirarla.

-Abby por favor, disfruta un poco, tienes una actitud de mierda- protestó.

-¡No quiero estar aquí Eva!, ni siquiera me has saludado al llegar, hace meses que no te veo, tenía ganas de estar contigo, no con ellos...- me giré hacia ella para hablarle y vi que todos me estaban mirando, quizás estaba hablando demasiado alto.

Me puse la capucha de la sudadera, recoloqué mis auriculares para continuar mirando por la ventanilla el resto del viaje.


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