PRÓLOGO

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"Al mirarte de cerca te noto en la lejanía.
En tus suaves y heridos ojos se oculta la más profunda de las tristezas.
¿Qué es lo que vieron aquel par de orbes grisáceas que apagó su brillo y lo ocultó en el patio del calabozo?
La fría soledad va consumiendo cada parte de tu hermoso ser, acabando con tu resplandor, alimentándose del rosáceo de tu piel y dejando en cambio un funebre tono de grises.
Secando tu alma, volviéndola nada.
Me pregunto cuán caótica es tu mente cuando te quedas por un largo rato mirando a la reina posada sobre su trono. En ese preciso instante los pensamientos parecen atemorizarte, tu mirada se llena de turbación y entonces yo te hago volver diciéndote que todo está bien, que mientras yo esté todo estará bien.
Ángel de luz, ángel de la tinieblas.
Honestamente no sé cómo llamarte, pero estoy seguro de que eres un ángel. Con esa aura celestial, aquel misterio que tiene tu andar y el brillo imposible de ignorar que despides con el simple hecho de respirar.
Luz u obscuridad, bien o mal, ¿a quién diablos le importa? Porque yo solo sé querer, sin influencia de la naturaleza o la moralidad.
¡Oh amado mío! Permíteme corromperme.
Toma mi mano con fuerza, permíteme conocerte".

 Toma mi mano con fuerza, permíteme conocerte"

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WRONG CENTURY » KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora