CAPITULO I

3 0 0
                                    

Jungkook cerró con delicadeza la revista que tenía en sus manos y la colocó a su lado, sobre un mueble de madera en el que guardaba todos los volúmenes anteriormente leídos. Apoyó su codo sobre el borde de la ventana de su pequeña habitación y miró con curiosidad la silueta de la gran mansión situada sobre la colina, como habitualmente lo hacía.

Había escuchado rumores de que era habitada por un varón, y que se trataba de nada más y nada menos que el autor de "Desconocido", la polémica novela que leía actualmente -y por la que a varios les parecía un mal hombre, lleno de perversión debido a que la historia se centraba en una pareja homosexual-. Fuera de ello, no sabía más.

Maldijo entre dientes cuando las gotas de lluvia comenzaron a picotear sobre la ventana haciendo un largo recorrido por toda su extensión. El cristal comenzaba a empañarse y a distorsionar la zona que con tanta curiosidad escudriñaba diariamente. Pronto advirtió que faltaban 5 minutos para las 7:00 am y era hora de marcharse a su trabajo. Con prisa, tomó el impermeable que siempre colgaba sobre un gancho debido a las frecuentes lluvias, su bolso de cuero color marrón, botas y un paraguas. Esta vez no le había dado tiempo a desayunar, así que probablemente se prepararía una taza de café en la panadería y más tarde saldría a comprar algo más. Sí, definitivamente haría eso.

–Buen día Jungkook.

–Buen día Helen.

La chica le regaló una dulce y amplia sonrisa al pelinegro, la cual fue correspondida de inmediato antes de que el chico saliera. Vivían en el mismo edificio.

Intentando mantener una actitud positiva ante el hecho de que iba con 5 minutos de retardo y la lluvia caía a cántaros, emprendió su camino en dirección al centro de la localidad mirando los alrededores como acostumbraba hacer. Lamió sus rojizos labios y exhaló viendo el vaho salir de entre ellos debido al frío. Sus mejillas estaban sonrosadas y sentía sus manos helarse, por lo que decidió meter una en el bolsillo del impermeable y acelerar los pasos para que su cuerpo produjera más calor. La niebla hacía difícil observar el camino que le quedaba por delante, sin embargo, debido a la costumbre se sabía de memoria el tramo que le restaba por recorrer.

En aquel pueblo predominaba el clima frío y húmedo, debido a su alta ubicación en zona montañosa. Las calles eran empedradas y estaba lleno de subidas y bajadas. Las casas, en su mayoría eran pequeñas y de techo bajo; se consumía mucho el café y el pan. De hecho, gran parte de la población se dedicaba a la siembra y cosecha del café, por lo que a las afueras del pueblo podías observar grandes terrenos llenos de cultivos. También abundaban las librerías y bibliotecas, las cuales Jungkook se pasaba recorriendo en sus días libres. Disfrutaba mucho de la lectura.

–Buen día Jungkook.

El hombre detuvo su vieja camioneta unos metros delante del joven y esperó pacientemente a que lo alcanzara. Al observar la acción, Jungkook se acercó a la ventana de esta y miró con curiosidad al anciano que la conducía.

–Buen día Sr. James.

–¿Vas a la panadería?

–Sí, con retraso de hecho –soltó una risita apenado y el señor sonrió–.

–¿Gustas que te lleve? También voy para esa zona.

Sin pensarlo tanto asintió y entró en el auto cerrando con fuerza la puerta tras de sí.

Observó de nuevo el paisaje que el lugar le brindaba por la ventana. Cuando esta se empañaba limpiaba con su mano la superficie y podía seguir contemplándolo de nuevo tranquilamente. Pronto volvió a su mente el recuerdo de aquel enigmático escritor, y fue precisamente porque pudo divisar a la lejanía la imagen de la gran mansión en la cima de la colina a las afueras del pueblo. Siempre solía firmar los capítulos de la novela bajo el nombre de "Ángel", pero era debido al profundo anonimato en el que se mantenía que Jungkook dudaba que se tratara de su verdadero nombre. Tal vez era solo un seudónimo, quien sabe, todo sobre aquel hombre resultaba tan sorprendentemente misterioso que el pelinegro no podía evitar sentirse fuertemente atraído hacia él.

Por supuesto, era algo de lo que no hablaba con nadie. De hecho, nadie sabía que era lector de aquella "repudiable" historia; de ser así, muy probablemente recibiría el rechazo de sus allegados.

–Disculpe Sr. James.

–¿Sí?

–Estoy un poco intrigado. ¿Usted sabe algo respecto a la mansión situada en aquella colina?

–¿Donde habita el misterioso escritor?

–Sí.

El viejo suspiró y dobló en la esquina de una calle, por lo que el chico perdió de su campo de visión la construcción. Sabía perfectamente que tenía información al respecto, era un hombre amistoso que estaba al tanto de todo lo que sucedía en el pueblo.

–Bueno, escuché alguna vez de un vendedor de frutas que tuvo la oportunidad de llevar un pedido a esa mansión decir que todo en aquella zona resultaba escalofriante.

–¿Escalofriante de qué manera?

–Bueno, como muy bien sabes muy pocas personas se atreven a subir la colina y llegar hasta el gran portón de entrada a la mansión. Y este comerciante me decía que en el camino encontró esqueletos de animales y huesos grandes por varias zonas. También sentía una energía muy pesada y oscura que le resultaba asfixiante. Asimismo, menciona que una parte del camino y lo que alcanzó a ver del interior del terreno de la mansión estaban llenos de grandes y hermosos rosales rojos.

–Vaya...

–Así es, no sabemos qué tipo de costumbres tenga aquel hombre. Solo basta con leer las vilezas que se atreve a escribir y publicar sin pudor alguno en la revista del pueblo. No me extrañaría que fuera también un hechicero o algo por el estilo.

Jungkook mordió su lengua ante el comentario y decidió hacer caso omiso a él. Guardó silencio un segundo y decidió retomar la conversación. Era bastante curioso.

–¿Y al hombre? ¿Lo vio?

–Por supuesto, pero no de cerca. Quien recibió el pedido fue una anciana, que de hecho ocultó su rostro bajo una máscara.

Jungkook frunció el ceño, extrañado ante ese hecho. No obstante, su interés seguía puesto en el hombre "vil" que el Sr. James mencionaba.

–¿Y cómo era él? Quiero decir, físicamente.

–Peligroso y oscuro. Esas fueron las palabras que usó el comerciante cuando le hice la misma pregunta que tú me estás haciendo ahora mismo. No entró en detalles, pero con ese dato puedes hacerte una idea en tu cabeza. Yo lo imagino como alguien horrible si te soy honesto. Nada que ver contigo, muchacho.

El viejo alborotó el oscuro cabello de Jungkook y ambos rieron. Conocía al Sr. James desde que era un pequeño de 5 años y el hombre lo había apoyado bastante en su momento, por lo que le guardaba mucho cariño.

Una vez llegó a su destino y ambos bajaron de la camioneta le agradeció por haberlo llevado hasta allí y se adentró en la panadería. Irónicamente, la plática con el Sr. James le había generado más preguntas que respuestas.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

WRONG CENTURY » KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora