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Muchas personas creen que cuando uno descubre su enfermedad terminal realmente se sufre mucho, no es algo errado, pero ¿Alguien alguna vez pensó en el dolor que tienen que pasar los cuidadores de esas personas?.

Mi intención no es minimizar el dolor de nadie, esto solo es mi forma cobarde de poder descargarme, siento que si no hago esto no podré continuar con mi vida, simplemente quiero volver a ser yo.

Si hablamos de cuidar familiares hay mucho sufrimiento de por medio que yo trágicamente enfrenté a una temprana edad, soy una estudiante de 18 años, la cuál no tuvo una adolescencia por así decirlo.

Nunca tuve una "borrachera fuerte", nunca salí de fiestas, nunca tome una sola gota de alcohol, ustedes pensaran "¿Eso no sé supone que es algo bueno?" Si bien es cierto, yo soy de esas personas que le hubiese gustado experimentar todo eso.

Tener un grupo de amigos con los cuales poder pasar mis tardes, tener salidas familiares los domingos, salir a veces a boliches los fines de semana, esa era mi adolescencia soñada, sin embargo la vida no suele ser dulces con todos.

Me tocó a la corta edad de mis 15 años ser testigo de como la vida de una persona se iba deteriorando poco a poco y no poder hacer nada, mi mamá fue diagnosticada con cáncer terminal y yo estuve con ella en su último día de vida.

  Hoy le escribo estás cartas rogando que de algún modo el cielo tenga internet y ella un celular.

También para que el mundo entienda lo duro que es dejar una responsabilidad tan grande a alguien tan pequeño.

Querida mamá...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora