Un año después

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Así como así, pasó un año

Selena tenía tres años, leía bastante de corrido y  las criadas la adoraban  

Las ocasiones en las que su mente era adulta, habían disminuido mucho y mayormente era una niña de manera mental y física

Habitación del príncipe

-¿En serio te debes ir? - preguntó Selena mientras veía a Ignis alistarse

-Sí, prometo traer tu regalo de cumpleaños

-... - '¡No me importa un regalo, solo quiero que te quedes!'

Ignis sonrió un poco al ver que Selena estaba sentada en la cama con los brazos cruzados y con el ceño fruncido 

-¿Estás enojada?

-No

-Te traeré algo

-No quiero

-¿Un collar?

-Ya tengo uno 

-¿Un broche?

-No quiero

-¿Ni siquiera si es en forma de espada?

-No me vas a convencer

-Vamos, tienes que aceptar, no quiero dejarte enojada hoy - le dijo mientras se sentaba a su lado

-Estaré feliz si te quedas

-Es por orden del emperador, no me puedo negar 

-¡¡Pero yo no quiero que me dejes!! - gritó, mientras lo abrazaba con lágrimas en los ojos

-Ya, llora si eso quieres, tranquila - le dijo mientras acariciaba su cabeza y correspondía a su abrazo - 'Les diré a las criadas que le den un postre de fresa más tarde'

Ignis continuó acariciando a Selena

-Eres una niña muy inteligente, muy linda, eres increíble  - antes estas palabras, Selena dejó salir sus lágrimas, las cuales había retenido desde hacía un buen tiempo  

Luego de un rato, Ignis la acostó en la cama; ella estaba profundamente dormida

'Faltan unas horas para salir... Espero que si llega a despertar para entonces, esté más calmada y no se quede enojada ' - pensó antes de cubrir a Selena con una manta y salir de la habitación

Selena había dominado en cierto punto cómo sostener la espada, no tenía demasiada paciencia, pero conseguía terminar cada lección secreta, pues las mujeres no eran consideradas "aptas para aprender esgrima, sino para la cocina y las tareas del hogar"

Muchas criadas le solían decir a Selena que una "dama" nunca se defendía sola, pero Selena les contestaba

"—Supongo que siempre puedo ser la primera "

Ignis sonreía cada que escuchaba eso, ver ese deseo de ser diferente era algo que él quería tener


Pasaron unas horas, Selena se despertó y al mirar por la ventana Ignis se estaba yendo en un carruaje

'No sirvió de nada, genial' - pensó, con un tinte de decepción

Más tarde, una criada le llevó un trozo de pastel

-Señorita, su Alteza me dijo que le trajera esto como disculpa por dejarla sola hoy 

-Puedes llevártelo, no quiero  - respondió, mientras recostaba la cabeza en el cristal de la ventana

-Pero es de fresa, y su Alteza se pondrá triste si se entera

-No tiene que enterarse, a menos de que tú se lo cuentes - Selena se volteó y la miró a los ojos   -Ahora ¿Se enterará de que lo rechacé? Responde; ¿sí o no?

-No lo hará, señorita - respondió la criada mientras salía de la habitación, no sin antes hacer una reverencia

La mirada de Selena se parecía a la de Ignis cuando se enojaba, por lo que las criadas no tenían más opción que obedecerle a ella

En ese  momento, su mente "adulta", estaba en ella

Se había encariñado con él, incluso sin quererlo


Por la tarde

Varias criadas le insistieron a Selena que fueran a jugar en el jardín

Si bien estaba enojada aún, sería mejor despejarse

Las criadas dejaron a Selena en el jardín, dándole una campanilla para que las llamara si sucedía algo

Selena se quedó sentada en el mantel que colocaron para que jugara con algunos muñecos, pero en cuanto desaparecieron de la vista Selena sintió un dolor de cabeza leve

En ese momento, no sabía dónde estaba. En su mente solo estaba que Ignis había salido por una puerta que estaba "cerca"

Se levantó y comenzó a buscar esa puerta

Solía jugar con Ignis a llegar a una fuente cercana a esa puerta, así que conocía el camino


Mientras trataba de llegar, una criada se acercaba y se escondió detrás de unas pesadas cortinas

Cuando sintió que no había nadie, decidió salir y corrió rápidamente hasta llegar a una esquina, continuando su camino

Cuando al fin llegó a la fuente, estaba cansada, pero ver la puerta frente a ella la motivó a seguir

Cuando finalmente la cruzó, vio un camino más oscuro y tenebroso de lo que creía

Su vestido era azul cielo con blanco, cabello rojo lacio y con el largo por los hombros

Sus zapatillas azul rey se llenaron de polvo, pero siguió caminando por aquel lugar





Luego de un rato, comenzó a sentir que estaba cansada

Ante sus ojos, todo era oscuro, y cuando escuchó a un lobo aullar, se tropezó

Rodó, inevitablemente, por una colina

Ahora sentía que le dolía todo, pero sabía que si lloraba iba a atraer a los animales

Miles de recuerdos de libros y cosas que Ignis le había enseñado la distrajeron, hasta que se topó con un arbusto de rosas

-Aau!! - no pudo evitar gritar

Se tapó la boca con las manos sucias, al darse cuenta de su grito

Selena se asustó más cuando escuchó la voz de un hombre detrás de ella

-¿Qué haces aquí, pequeña? - preguntó un hombre con voz amable

Ella quiso correr, pero el hombre la sostuvo el brazo

-Tranquila, déjame ver si te cortaste con tas rosas

Selena lo miró, le dolía todo así que no podía asegurar que estuviera bien

-De acuerdo... - murmuró

Aquel hombre, era Simón Evan

Su esposa había desaparecido cuando sus hijos cumplían un año, mientras él seguía deseando saber qué miembro de la familia imperial tendría, supuestamente, a su pequeña

Cuando estaba bañando a Selena, pues estaba muy sucia y nunca la había visto por el lugar, además de parecerse mucho a su hijo; Celestine

La niña no dejó que le quitara un collar de oro con una perla y un diamante diminuto 

No era como cualquier hija de un noble, pues parecía apreciarlo mucho  

Cuando la secó, notó los moretones recientes en su cuerpo

-¿Te caíste hace poco?

-Antes de llegar

-Y... ¿Cómo te llamas?

-Selena

-... - escuchar ese nombre, le recordaba aún más a su hija

Solo la había visto luego de que nació, pero desde ese momento la adoraba

Le hizo más preguntas, pero rápidamente Selena comenzó a llorar mientras llamaba a alguien

-Ignis... uaaa... Ignis... ven.... aaaa...

Simón la cargó, como último recurso trató de mostrarle a Celestine


-Mira, pequeña - le dijo mientras señalaba a Celestine, que dormía en una cuna junto a otra vacía -Es un niño, y tú eres una niña

-¿Niño?

-Sí, un niño - dijo con cariño -¿Quieres acompañarlo a dormir?

-Tengo sueño...

-Entonces te voy a acostar

Simón acostó a Selena en la cuna vecina a la de Celestine 

La niña no tardó en quedarse dormida, había sido un día duro y ahora merecía un descanso 

La Protegida del VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora