Capítulo 4

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Bella

Parpadeo aturdida durante unos segundos porque su nombre... está en la lista de Vesper.

¿Es esto una broma cósmica o algo?

—¿Te mostraron las reglas? —comenta, como si hablase del clima. Calmado y seguro— ¿Puedo saber quién fue?

Me niego a revelar la identidad de Vesper.

Es muy bueno leyendo a las personas, después de todo, esa tonta nota tenía razón.

Él y sus amigos son una amenaza.

Niego con la cabeza al mismo tiempo que respondo, intentando controlar el temblor de mi voz y mis extremidades.

—No recuerdo su nombre.

Él sonríe, pero su expresión no cambia, solo se nota por el movimiento de sus labios, lo que me lleva a notar que el exterior frío, rodeado de montañas y bosques, se siente mucho más cálido que observarlo.

—No me gusta que me mientan —todo rastro de emoción desparece de su rosto tras esas palabras.

—No miento.

Esta vez, mi voz es firme y, si no fuera por el desliz anterior, cualquier persona me creería.

—Aprenderás, en un futuro, a no mentirme —gira sobre sus talones y luego—: Lo siento, no recuerdo tu nombre.

—Eso es porque no te lo dije —gruño, deseando que mi actitud insolente provoque su rechazo.

Pero es lo opuesto, se ve mucho más interesado.

—Bella —murmuro, mi voz baja y apenas perceptible—. Bella Luciano.

—Bella —lo saborea entre sus labios y no me gusta cómo suena, la amenaza que encierra—. Hermoso nombre.

Y luego...

Se ha ido.

Desaparece como si de un hechizo se tratase.

Entonces noto que no estoy respirando, no lo he hecho desde que apareció.

Mis pulmones duelen, pero ante la primera bocanada de aire se expanden y lo reciben con felicidad.

Cuando alejo mi vista del lugar por donde ese chico, Malakai, desapareció, me doy cuenta de que todos a mí alrededor me observan.

Las miradas no se apartan de cuando continúo mi camino, intentando olvidar ese pequeño infortunio, y al mismo tiempo, susurran, algunas cosas apenas las entiendo pero otras...

—¿Él se acercó a ella? Pobre niña, no sabe lo que le espera.

—Al menos fue el príncipe y no la bestia.

—Este es el inicio de la pesadilla...

El resto de la oración se esfuma en el aire cuando observo a Vesper en la distancia.

Le hago un gesto con la mano, evitando gritar su nombre y ser notada por más personas.

Cuando lo nota viene corriendo hacia mí.

Lleva el uniforme de la universidad como una insignia, ella siente que pertenece aquí y yo...

Es mi primer día y ya todos parecen repelerme.

—Veo que dormiste —comenta mientras me pide que la siga—. Te ves mucho mejor que ayer sin dudas.

—Gracias, a una chica le encanta que le digan esas cosas cuando despierta.

Ríe, suavemente, como imagino que sonaría el canto de una sirena.

—Lo siento, te vez muy guapa hoy Bella.

Dark CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora