- ¡La mijaa iiiiii! - Dijo con gran felicidad una hermosa chica de 15 años, llamada Luisa, que saludaba a su prima, Sofía, de también 15 años, saludándola con un fuerte abrazo.
- ¡Es la mijaa iiiii! - Dijo Sofía, también con gran felicidad, correspondiendo el abrazo de su prima, Luisa.
"Siempre la veo tan alegre, y con una bella sonrisa en el rostro; verla triste es muy extraño; creo que, si nos comparáramos con la emoción de la tristeza, diría que yo soy más llorona por el hecho de ser muy infantil, a pesar de que soy mayor a Luisa, solo por 9 meses. Sin embargo, hace 7 años recuerdo que era muy diferente contigo, ¿por qué?, porque no te tenía confianza antes" Se dijo Sofía a sí misma en sus pensamientos, mientras empezó a recordar lo que pasó hace 7 años con Luisa.
-...
- Hola Pepi - Saludó una joven Sofía, de 9 años, con un tono de timidez, a Luisa, que acababa de llegar de visita a su casa.
- Hola Lauris – Correspondió al saludo, con un tono alegre, una joven Luisa de 8 años.
- ¿A qué jugamos? – Preguntó Luisa, yendo directo al grano, por la visita de Sofía en su casa.
- Mmm... No sé - Respondió Sofía, con un tono perdido y la mente en blanco.
- Juguemos en el patio - Dijo Luisa con un tono de seguridad.
- Ok...- Respondió con un tono de voz vacía a la idea de Luisa.
"Luego de jugar en el patio por dos horas, regresé a mi casa con una cara que tuve que ocultar al ir de visita a tu casa para que no me descubrieran; quería decirte todo lo que estaba viviendo este año, estaba viviendo una pesadilla de miedo en casa y en el colegio, pero no tuve el valor de decirte nada, porque tengo demasiado miedo de lo que me harían todos ellos..." Pensó Sofía estando ya en su casa, recostada en su cama con una expresión de miedo, mientras que su cuerpo temblaba.
"¿De qué me sirve ir de visita donde mi prima, fingiendo alegría?" Se preguntó Sofía a sí misma en sus pensamientos, con un sentimiento de frustración y tristeza.
"Quiero tener el valor de decirte por todo este dolor que he vivido, mi vida este año es como un ciclo que se me repite y no acaba... Mis padres este año me exigen demasiado, se que cualquiera dirá que es normal; pero, si saco a veces calificaciones aprobatorias, pero básicas, mi madre me golpea, o si no me dice cosas hirientes como que soy una inútil, estúpida y demás cosas, mi padre a penas me defiende, pero a veces se le une a mi madre para decirme solo alguna cosa hiriente. En el colegio, ni siquiera es mejor, mis compañeros del salón me hacen bullying porque soy la más inteligente del salón, me hacen caer, me dicen cosas hirientes y mucho más, tengo miedo y no encuentro ninguna salida" Pensó Sofía aún recostada, con una cara llena de tristeza y miedo, mientras seguía temblando y le caía una lágrima por su mejilla.

ESTÁS LEYENDO
No soy de tu misma sangre, pero aún así eres mi hermana
Historia CortaPara Mariana Novoa Martin. "Nunca fuiste mi prima, sino mi hermana de corazón"