Capitulo 3

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Soojin abrió los ojos lentamente, no recordaba haber vuelto a  su casa ni mucho menos a su cama. Se sentó al borde de esta, le dolía la cabeza y quería vomitar

Le costo un tiempo reponerse, cuando lo hizo miro la habitación y quedo aún más confundida, esa no era su habitación. Al lado de la cama estaba reposada una bocina, la televisión colgada en la pared, y un ropero mucho más grande que el de ella

Estaba asustada, ¿como había llegado ahí?

"¿Y si me fui con un chico que me encontré en la fiesta?"

"¿Y si me hizo algo?"

"¿Me habrá lastimado?"

Se fijo en su cuerpo y se alivio un poco al ver que tenia su ropa de anoche, se levanto aún asustada fue directo hacia la puerta y la abrió, escuchaba un sonido proviniendo de afuera del cuarto. Agarro un zapato que encontró en el suelo

"Por si acaso"

Lo que nunca se imagino al salir de la habitación fue ver a Han Seojun cocinando sin camisa, y ahora que lo veía a el se prendió el foco de su mente y lo más lógico es que estaba en casa de el

Dios, ¿cómo había llegado ahí?

Pero una persona la interrumpió sacándola de sus pensamientos 

—Ah —ella volteo hacia el—, despertaste —dijo Seojun a lo que ella giro los ojos.

—No, ¿enserio? —pregunto sarcásticamente abriendo levemente la boca.

El solo la miro y elevó la comisura de su labio—Veo que te despertaste de mal humor.

Ella trato, les juro que trato, pero no pudo evitar sonrojarse por la situación

Seojun, sin camisa, cocinando, en su casa tranquilamente, mientras ella parecía una intrusa

—¿Qué te pasa ahora? —pregunto el frunciendo el ceño—, estás toda roja.

Ella volteó hacia otro lado, lo que menos quería es que el la viera así—Dime —comenzó a decir Soojin—, ¿cómo llegué aquí? —pregunto finalmente.

—Te traje —soltó el tranquilo.

Ella abrió los ojos, ¿la trajo?

"Si estúpida, te lo acaba de decir"

—¿Porque me trajiste? —pregunto ella confundida.

—Te veías horrible —dijo el, ella chasqueo la lengua—, sin ofender pero eres otra persona cuando bebes.

—Claro que no, sigo siendo yo misma.

—Si claro, en fin te traje porque Jookyung no estaba en condiciones y tú podrías estar en peligro por tus impulsos de alcohólica —ella abrió la boca ofendida—, de hecho te salve de un hombre pasado de listo.

Ella lo miro, el seguía cocinando, solo que ahora con una mueca de disgusto

—¿Cómo que me salvaste? —pregunto ella.

—Un bastardo trato de tocarte más de lo debido —ella estaba procesando lo que le dijo—, tu te negaste pero el seguía insistiendo, hasta que llegue yo —el puso una sonrisa de orgullo y Soojin solo rodó los ojos—, lo aleje de ti y te pusiste brava.

Ella alzó las cejas—Tu siempre me has visto brava.

—Si pero... —el apagó la estufa y giro hacia ella—, "lo tenía todo controlado" —imito con su voz de mujer a lo que ella arrugó los ojos horrorizada.

—Yo no hablo así.

El río y sirvió la comida, era una pasta de queso, se veía riquísima

Puso dos platos servidos en la mesa y dos vasos de vidrio con agua

Después de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora