spiterman el defensor petareño

4.5K 260 122
                                    


𓆩♡𓆪

El sudor se acumulaba en la frente de Iván mientras daba el siguiente tiro.

¡Tomá! ─ Iván anunció con orgullo, y Rodrigo lo devolvió fácilmente, anotando otro punto. La puta madre

Iván suspiró derrotado. Había dejado de llevar la cuenta verbalmente, pero según su propia estimación, estaba un billón de puntos por debajo de Rodrigo.

Usaba la excusa de que tenía sueño, estuvo todo el día laburando y cuando Carrera le pidió jugar una partida de ping pong contra él, pensó que su buen amigo sólo quería que se despejase un poco.

Sorpresa la de él cuando descubrió que se estaba aprovechando de su pobre estado para ganarle descaradamente.

─¿Podemos descansar un toque? ─ suplicó.

─ No, descansar es para boludos ─ se burló Rodrigo. Iván se inclinó para recuperar la pelota de ping pong y Rodrigo reprimió un silbido despreocupado. ─ Dale Ivancito, no sé qué te pasa, nunca me vas a vencer con esa charla de descanso.

─ No quiero vencerte ─ Iván le pasó la pelota a Rodrigo mientras se enderezaba. ─ Quiero tomar una siesta ─ Se mordió el labio, mirando a Rodrigo con ojos suplicantes. Su cabello caía sobre su rostro, y su buzo estaba desordenado. Era la viva imagen del cansancio, y Rodrigo solo quería inclinarlo sobre la mesa y empeorarlo.

─ Podemos descansar cuando me anotés un punto ─ Rodrigo rebotó la pequeña pelota, y Iván permitió que pasara zumbando. ─¡Ni siquiera lo intentás!

─ Tal vez me esforzaría más si no estuviera tan cansado ─ refunfuñó Iván.

─ Sos re quejoso ─ Rodrigo puso los ojos en blanco.

Iván sacó a continuación y Rodrigo le permitió anotar el punto.

─ ¿Significa que podemos parar? ─ preguntó Iván esperanzado.

─ Vení acá ─ ordenó Rodrigo, echando un vistazo para asegurarse de que las puertas estuvieran cerradas. Ivan se deslizó por la mesa de ping pong y Rodrigo lo empujó contra ella.

─ P-para Rodri, ¿qué hacés? Salí.

Y por contradictorias que sean las palabras de Iván, sólo se apoya más cómodamente en mesa detrás de él.

─ ¿Vos no querías un descanso?

Iván sonrió tímidamente. ─ Sí, claro, pero hablo de dejar de jugar y dormir, no de dejar de jugar y hacer lo que sea que estés haciendo ─ Él se burla. A pesar de eso, no está prestando mucha atención a la conversación que están teniendo antes de que sus ojos bajen para mirar los labios de Rodrigo. No había pensado mucho en ellos antes, pero ahora, mirarlos enciende un nuevo deseo dentro de él que desconocia.

El agarre de las manos de Iván en la madera se tensa cuando siente que los nudos en su estómago se hacen más fuertes. Se siente tan extraño. Rodrigo lo hace sentir tan extraño.

Fue todavía peor cuando Rodrigo dijo ─ Descanso o no, sé que te va a encantar ─ termina por inclinarse y juntar sus bocas.

Las manos de Rodrigo han encontrado su camino hacia la cintura de Iván y la aprietan, casi como si estuviera tratando de reafirmar el hecho de que lo está besando.

Iván duda. Y luego le devuelve el beso a Rodrigo y le sonríe. Iván puede sentir el calor del aire entre ellos y es embriagador.

Nunca se han besado antes, fuera de jodas, y sin embargo, Iván siente que podría hacer esto un millón de veces y no aburrirse. Todo acerca de Rodrigo es tentador y la forma en que besa es mucho más diferente a cualquier cosa que podría esperarse.

Iván sube sus brazos hasta rodear el cuello de Rodrigo con ellos, buscando más cercanía

Rodrigo casi se rió, pero no pudo evitar la forma en que jadeó, y de repente, la lengua de Iván está en su boca y nunca había estado tan mareado.

Cuando se alejan, Iván casi gime, pero en su lugar se lo traga.

Se siente tembloroso en sus piernas.

─ ¿Esto es lo que tenías en mente? ─ Iván sonrió con aire de suficiencia.

Iván lo mira con una mirada horrible: labios hinchados, cara roja y una mirada indecente en sus ojos, eso solo lo quema aún más y es entonces cuando Rodrigo se da cuenta de que todo este ardor se debe a él y está hecho por él.

─ Por supuesto que sí ─ gruñó Rodrigo, besando un lado del cuello de Iván. Iván dejó escapar un suave gemido cuando Rodrigo se pasó la mano por debajo de su buzo. ─ Te ves tan lindo, Iván. ¿Me dejás tocarte?

El corazón de Iván se aceleró y sentía que el aire se escapaba de sus pulmones. Dios, ¿acaso se estaba volviendo loco? Puede ser que la nube de sueño que lo envolvía esté actuando por él, pero siendo sinceros, no le importaba. Le gusta como la atención rodrigo sólo va dirigida a él, como lo desea, como lo toca, Rodrigo quiere todo de Iván, y Iván se lo iba a dar sin problemas.

─ Sí, seguí porfa...

─ Jajaja... ¿Porfa? Que niño tan educado, me gusta ─ y a Iván no se le permitió decir nada ya que los labios de Rodrigo ya estaban posicionados en los suyos, mientras sentía como las manos de Rodrigo acaricaban sus costados, subiendo poco a poco.



PING(a) PONG(o) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora