❛ Teacher's pet • Miguel O'hara ೃ࿔

01. La vida de universitaria cansa. 🕷

Como siempre le ocurría: llegaba tarde.

Había despertado considerablemente temprano esa mañana. Había preparado su mochila y ropa el día anterior, pero sus sueños más remotos no querían que despertase.

— Joder. De nuevo tarde. - exclamó para si misma, llevando ambas manos a su rostro para taparlo y masajear sus ojos que amenazaban con volver a dormirse. No importaba cuantas alarmas se pusiera, no despertaba. Parecía realmente que entraba en coma cuando dormía.

Se levantó rápidamente de la cama para vestirse con la ropa de encima de la silla de su escritorio. Un pantalón vaquero bastante roto en las rodillas, dejando ver abajo unas medias de rejilla en color negro. Un crop top lila junto a una chaqueta ancha negra con varios parches que ella misma le había pegado. Además de unos zapatos de correr blancos. Salió rápidamente de su habitación, viendo como sus padres no estaban ahí. Como todas las mañanas. Que ambos trabajasen en un hospital y en el turno de noche era duro, y ella no solía verlos más que cuando se debían de ir a trabajar, pero llevaba así tantos años que ya era una costumbre.

Fue a la habitación de su hermana, despertándola poco a poco para que ella misma se espabilase y se vistiese con la ropa que le había dejado ahí. Todas las mañanas tenían esa pequeña costumbre, pues si no fuese por ella, la más pequeña no iría a la escuela.

Preparó unas simples tostadas de tomate con un poco de aceite, haciendo varias para ella y la azabache que salía con su camiseta mal colocada, mientras también llenaba el cuenco de comida y bebida de su gato. Kai, o como le gustaba a ella llamarlo, gato.

— Debería de ponerte un cascabel para que vayas a despertarme por las mañanas. - comentó con algo de gracia a su gato, el cuál como respuesta simplemente le maulló. Como si realmente le hubiese entendido.

Llevó el desayuno en un plato con una caricatura que a ella le gustaba al centro de la mesa del salón, dónde la más pequeña se sentaría a degustarlo mientras veía sus dibujos favoritos. Y como no, Hanako le hacía el resto de cosas.

Cogió uno de los cepillos para peinar su corto cabello y recogerlo en coleta, además de acomodarle la ropa y ponerle sus zapatos.

Después de haber limpiado lo utilizado para desayunar, fue de nuevo a la habitación para coger su mochila. En ella solo llevaba su portátil y un estuche. En el año anterior de su grado en Filología Hispánica no había tenido que tomar muchos apuntes, y al parecer ese año tampoco.

— Olivia, no hay más tiempo, debemos de irnos. - salió de la habitación, llamando la atención de lo que podría ser un calco suyo. Ella hizo un débil puchero, pero no caería en esos trucos. — Vamos. A prisa. Llegaremos tarde.

— Pero ahora el oso panda iba a darle una patada al polar, por haberle quitado su sitio durmiendo. - se quejó en voz alta, lo que ella simplemente la mandó a callar para no despertar a sus padres.

— Más tarde lo verás. Lo repiten mil veces. Hasta yo lo he visto.

Se acercó a la infante de cuatro años después de apagar la tele. Elevó sus brazo para que la cogiese en brazos y así hizo, para después coger también la pequeña mochila decorada con estampado de osos, poder salir de allí.

No demoró mucho más, cogiendo las llaves de casa y del coche, saliendo  por la puerta intentando hacer el mínimo ruido posible. Por suerte podía utilizar el antiguo coche de su padre, que muchas veces se preguntaba como podía tirar y no iba como el de los Picapiedra.

Puso rumbo a la escuela de Olivia, dónde por suerte tenían un programa de 'aula matinal' para aquellos niños que sus padres trabajan. O en el caso de ellas, descansaban. Después de dejarla como siempre hacía y de depositar un beso en su frente, salió a la universidad la que estaba algo alejada de la escuela. Y como no, ya llegaba 10 minutos tarde.