Mercurio
Estoy acostumbrado a lo fácil.
A que las chicas sean las que se acerquen, rueguen y me den su número sin siquiera pedirlo. ¿Por qué yo estoy haciendo eso con una chica que, por lo visto, ni siquiera me soporta?
Tal vez sea porque es un reto. Amo los retos. Pero, no debería perder el tiempo con ella.
Aunque quiero perderlo...
—Así que, ¿no lo tienes? —le pregunto a un chico a mi lado mientras me ato las zapatillas de deporte.
—Nop—me responde—. Es mi compañera en la clase de biología, sí, pero es bastante rara. Muy reservada, mejor dicho. No le gusta hablar y siempre está durmiendo o leyendo. Le hablé pocas veces y no es que me trató de maravilla.
Sí, es una malhumorada. Se nota que odia la vida social y todo eso. Es bastante parecida a Luna, pero creo que hasta ella puede ser más simpática.
—¡Chicos, apúrense! ¡No tenemos todo el día! ¡Vamos! —nos grita el profesor de deporte entrando a los vestidores.
Me pongo la remera de deporte rápidamente y me acerco a Venus, quien aún está sin camisa.
Estoy un rato mirando su torso desnudo lleno de pecas, hasta que siento que alguien me abraza dándome una palmada en el hombro.
—Me han dicho que has estado buscando el número de una chica—me dice Júpiter—. ¿Desde cuándo Mercurio Adams ruega por las chicas?
La verdad, es que no lo sé.
Antes de contestar me encojo de hombros.
—Me gustan los retos. Tampoco es que tú la tengas tan fácil—le digo alejándome un poco.
Júpiter es el casi algo de Sol. Sé que él tiene muchas ganas de que sean algo oficial y pues ella...La verdad es que no sé qué quiere Sol. No se la ve entusiasmada, pero tampoco es que me diga que no quiere nada con Júpiter.
Tal vez solo tenga miedo. Ella jamás estuvo con alguien.
—¿Sol te ha hablado de mí? —me pregunta con una sonrisa.
—Algo me ha dicho.
—¿Qué cosa?
Me quedo en blanco.
Sol no me habla de él, odia hablar de él, cuando lo hace no opina demasiado. Júpiter es mi amigo, no puedo decirle lo que ella me dice y tampoco voy a traicionar a Sol. Júpiter es mi amigo y Sol mi hermana de la cual me separaron al nacer, por supuesto que siempre estaré del lado de mi amiga.
—Júpiter, sabes cómo te aprecio, amigo. Pero las cosas de mejores amigos quedan siempre ahí.
El chico se ríe.
—Está bien. No te obligaré a decir nada que no quieras. Cada vez que veo a Sol se la ve bastante interesada en mí, ¿sabes? Tal vez dentro de poco le proponga para que sea mi novia.
Sol y Júpiter.
No, no quiero que estén juntos.
Júpiter es muy tarado para Sol. Demasiado machito y muy machista. A veces no lo soporto, la verdad. No quiero que ella esté con él, pero mi amiga me ha dicho que le gustaría estar con Júpiter, no soy quien para impedir eso.
—Recuerda que esta noche cenaremos con los chicos. De seguro tomaremos unas cervezas y comeremos pizza. ¿Tú vienes? O nos dejas plantados otra vez para estar con tu amiguito ese—señala a Venus con la cabeza.
El chico está estornudando por el desodorante que se acaba de echar. Venus siempre tiene muchas alergias.
Odio que lo traten de rarito. Si supieran que es la persona más linda, tierna y amigable que existe en este mundo.
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Ya que el Destino nos Une
RomanceMercurio Adams es uno de los chicos más populares de la escuela. Todos lo adoran, en especial las chicas, y tiene todo lo que una persona se imagina tener para poder der feliz... Pero su vida da un vuelco al conocer a una chica en el mercado. ¿Qui...