Gracias, pero no gracias.

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Dedicado al lector que en este escrito encontrará a la persona a la que le agradece y reprocha muchas lágrimas caídas durante la noche.

Gracias por prestarme tu corazón,
o tal vez uno de muchos.
Gracias por amarme como solo tú sabes hacerlo.
Y gracias por enseñarme como no quiero que me amen.

Gracias por avisarme a tiempo en lo que me metía.
Gracias por dejarme en el terapeuta durante 3 meses y así,
enseñarme a valorar mi vida.
Gracias por plantar inseguridades en mi,
cómo si fuera la plantación de algodón de Tara.

No me arrepiento de haberme imaginado dando el sí en el altar.
Pero sí me arrepiento de imaginar que la persona coprotagonista de mi boda serías tú.

Porque me di cuenta que tú amor me hacía pedacitos,
me ardía y quemaba,
me dolía y yo poco me quejaba,
miedosa a qué por eso te vayas.

Gracias por enseñarme lo peor de los amantes,
gracias por enseñarme lo cruel que puede ser la raza humana,
gracias por dejarme triste y abandonada.
Creo que al final solo me queda por decir es:
“Gracias, pero no gracias.”

♡︎𝙳𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘 𝚍𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚎𝚜𝚊 𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚝𝚘𝚛𝚛𝚎♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora