"Solución de problemas"

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Al dia siguiente, la vergüenza que sentía recorría todo mi estomago, era de ese tipo de vergüenza que no salía de tu mente y te robaba cualquier tipo de concentración, así lo sentía.

Pensé  unos minutos acerca de mi estúpido acto y volví a la realidad, la alarma después de ser silenciada volvió a sonar como de costumbre, gracias a mi pesado sueño y como normalmente haría cada mañana, me levanté y me metí al baño.

El agua cayendo sobre mi cuerpo siempre podrá relajarme.- Pensé.

Una vez y terminé, até una toalla a mi figura y sequé mi cuerpo. Me puse unos jeans oscuros, un t-shirt y unos converse negros en cuanto mi madre me llamó.

-¡Bianca! Cariño, el desayuno está listo.- Vociferó.

-Sí mamá ya parale a los gritos ya voy.- Histérica conteste.

Baje a desayunar y encontré un plato de cereal y yogurt.
En cuanto terminé, tomé mi almuerzo y me marché. En cuanto salí y ví que un chico estaba en la entrada; En segundos reconocí su rostro, era Andrés el cáncer rectal más insoportable y guapo de mi escuela y ahora también del vecindario.

Me escabullí por los arbustos y gracias al cielo no me vió.
Llegué corriendo a la escuela y el sudor delataba mi actividad física, necesitaba relajarme, pero una luz, un bombillo se encendió en mi cien. Una voz me pidió hacer: Vamos un broma Bianca no hay nada que perder.

Me dirigí a la sala de maestros y me aseguré de que no hubiera nadie; entré y saqué un poco de pegamento que llevaba en la mochila lo rocié por toda y cada una de las sillas donde los profesores se sientan a hablar. Salí de ahí escabullida y me dirigí a la dirección y ahí estaba la vieja y arrugada secretaria, la señora pasa, digo Greta.

Me acerqué y le dije:

-La llaman en la enfermería nesecitan una supervisión de usted.- dije entre risitas.

-¡Oh!  Hahaha sabía que me necesitarían.-Respondió con malicia y se fue.

Me acerque rápidamente a los altavoces y dije:
¡Atención todos los profesores presentes! En diez minutos a la sala de maestros, me esperan sentados. Atentamente: su querida directora.
Salí rápido de allí soltando carcajadas y entré al aula correspondiente muy normal.

Luego de 25 minutos de clases oí en los altavoces "Señorita Toussell favor de presentarse en la dirección".
Suspiré y caminé al pasillo hasta la dirección.

Una vez llegue me encontré con Lucas y le pregunte:
-Lu ¿Qué haces aquí?.- Mi mirada denotaba desconcierto.

-Tú estás en problemas, decidí venir a ayudarte pero alguien se adelanto.

-¿Quién?.- Respondí.

-Mejor entra.-

Asentí y avancé hasta la oficina. La puerta estaba cerrada y desde afuera se escuchaba una moderada discusión. Con mi mano derecha empujé la puerta y pasé.

No podía creer que el estuviese ahí, el asombro se veía a simple vista en mi cara, era él, "Andres", lo ví sentado ahí y entre palabra tímidas cuestioné.-

-Qué haces aqui?

-No te preocupes, se que sí descubren una broma tuya te expulsarán y no quiero eso. Tú sólo sigueme el juego.- Susurró.

-Bien.- Asentí.

¿Cómo el sabía todo eso? Bueno, se la debo, pero ¿Qué hará?.- En mi mente mi voz interior debatía.

La voz firme del director director hizo que salga de mi pequeño sueño. Sí, así es,  es director, no directora como creía.

-Señorita ¿Usted fue la responsable de la bromita? Por que según mi secretaría usted le dió una notificación falsa que la hizo salir de su lugar y todo indica que fue usted.

-Puedo preguntar ¿Qué hace él aquí?.- Enarqué una ceja.

En lo que el prosiguió a responder;

- Él  se está culpando, pero eso es poco creíbl...

-Yo lo hice.- Interrumpió  Andres sin dejarlo terminar la oracion.

-No.- Grité.

-Calla.- Susurró Andrés, otra vez.

-Sí fui yo.- Dijo Andrés con cierto orgullo.

-Con que fue usted jovencito uno de los estudiantes más destacados de esta escuela ¡Quién lo diría!.- Respondió.

-Sí y lo siento director.- Mintió.

-Por tu buena conducta no te asignaré castigo, ambos pueden irse.- Dijo el director.

Ambos sorprendidos por aquella simple decisión mostrábamos asombro, más yo. ¿Qué fue eso?.

La historia de Bianca ToussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora