Capitulo Único

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En la escuela Kamome existían 7 misterios, una singular chica bajo el mando del jefe de los mismos, un joven exorcista que no quería exorcizar, pequeños Mokes y como en cualquier escuela también había un "Príncipe"; ese chico guapo y popular al qu...

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En la escuela Kamome existían 7 misterios, una singular chica bajo el mando del jefe de los mismos, un joven exorcista que no quería exorcizar, pequeños Mokes y como en cualquier escuela también había un "Príncipe"; ese chico guapo y popular al que todas querían tener entre sus brazos y poder llamarlo novio.

En este caso ese es el mayor de los Minamoto; Minamoto Teru.

Sólo que este perfecto príncipe azul era más bien un cuervo negro del mal enviado desde el mismísimo infierno para atormentar a una sola persona.

Parece que el único propósito de Teru es molestar a cierta media cucaracha... Constantemente.

—¡Déjame ir!

—Juguemos un poco más.

—¡Ya te dije que dejarás de decorar la palabra tortura!

—Pero si no te estoy haciendo nada aún.

—¡Ese "Aún" me espanta más! —Por más que luchó no lograba zafarse del brazalete de cuencas del exorcista. Quién viera la escena pensaría que estaban presenciando un secuestro.

Y la cosa es que después de la escuela, ambos miembros del consejo estudiantil aún permanecían en el salón debido a sus labores, Akane quiso irse apenas dejó el lápiz sobre la mesa ¡pero ese lunático lo esposó a una de las rejillas de la ventilación en el suelo!

Minamoto hizo un puchero en sus labios con fingida lastima, pareciendo inocente y lamentable pese a que él no era la víctima exactamente.

—Esto pasa porque estás tan desesperado por irte cuando suena la campana. ¿Podrías fingir un poco más de tristeza, por favor?

—¡Estás loco, demonio sádico!

—Eso último lo admito, pero llamar loco a la persona que te ayudará a pasar los exámenes esta semana parece insensato. —Ante su discreta amenaza, Akane cerró la boca evadiendo la mirada con molestia.

Ciertamente podía estudiar por su cuenta, pero admitía que su racha de ser el mejor en cuanto a las calificaciones se debía un poco por los apuntes y la ayuda que recibía del mayor. Aunque obviamente no lo admitiría.

—Cómo sea. Puedes irte. —Tan pronto como el brazalete se aflojó y fue directo a la muñeca de su dueño, el otro corrió hacia el lado contrario. Tomó su mochila y la apegó a su pecho.

Rió por su reacción, viéndolo así arrimado en una esquina a la defensiva parecía un gato erizado.

—¡¿D-de que te ríes?!

—Nada~, ¿y bien? ¿No te irás? Siempre puedo volver a atarte.

—¡Ya me voy! —Esa fue su señal de alerta, corrió rápido hasta la puerta abriéndola de un portazo. Debía salir de allí antes de que a ese desquiciado se le ocurriera cualquier otra cosa despreciable que hacerle.

• El príncipe demonio está enamorado • || TeruAkane - JSH ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora