Narra __tn.
Desperté por el sonido de un auto. Miré a mi alrededor encontrándome con un Len dormido y sonriente.
Suspiré y volví a dejar caer mi cabeza sobre su hombro... ¿Qué aré? Acabo de entregarle mi virginidad a un gato.-¿__tn?- miré a Len.
-Hola- le sonreí de lado.
-No te duele nada...¿verdad?-.
-No... No te preocupes, estoy bien- me acerqué para besarlo en los labios. Y lo hice, sin embargo, el sonido de la puerta de un auto cerrandose me alarmó.
-¡No puede ser!- me levanté rápido.
-¿Qué?-.
-Vístete, mi madre llegó- tomé mi ropa y la de él.
Fui a darme una ducha rápida y luego lo metí a él para que se bañara rápido.
-Haz la cama y no bajes por nada- le dije antes de salir del baño.
Me vestí con prisa y bajé de inmediato.
Al bajar el último escalón, la puerta de entrada se abrió.-¡Hija!- corrió a abrazarme.
-Hola mamá- correspondí el abrazo.
-¿Cómo has estado?- comenzó a besarme las mejillas.
-Bien jaja ¡oye! Me asfixias-.
-Lo siento, realmente te extrañé- se fue hacia la cocina y yo la seguí.
-Me alegra qué hayas podido cuídarte sola después de mi ascenso- dejó su bolso sobre la mesa.
-Sí, la verdad, ni yo me lo esperaba-.
-¿Y qué has hecho este tiempo?-.
-Nada en especial-.
Se volteó a verme y así quedó, pasmada.
-¿Mamá? ¿Qué ocurre...?- voltee encontrándome con él.
«¡¿Pero qué haces aquí?! ¡Estúpido Len!».
Me acerqué a el corriendo.
-¿No te dije qué no bajaras POR-NADA?- calqué las últimas dos palabras.
-Lo siento, quería comer- lo miré... Había olvidado qué seguía siendo un gato.
Un gato jamás te obedece...
Voltee y lo abracé por los hombros.-Mamá, el es Len. Mi novio-.
-¿Tu novio?- me miró perpleja.
-Sí-.
-¡Ya era hora hijita! Aún que es algo pequeño ¿no crees?-.
-Eh, ¿qué? No-.
-Señora...- Len se acercó a mamá -quería confesarle algo-.
-¿Qué ocurre pequeño?-.
-Yo... Amo mucho a su hija, desde que me salvó-.
-Te... ¿te salvó?-.
-Sí, yo me encontraba muy mal. Casi moribundo... Pero, ella me vio a lo lejos y corrió hacia mí... Iban a atropellarme, pero, __tn continuo corriendo. En ese momento, al abrir mis ojos y verla, me enamoré de ella-.
Mi madre estaba extrañada, no entendía ni una sola palabra de Len... Entonces, me dispuse a explicarle todo.
No esperaba que me creyera del todo, pero, sí lo hizo. No dudó en ningún momento.-Hija, ¿puedo hablar contigo?-.
-Sí, claro- nos fuimos a otra habitación.
-Hija, tú ¿en verdad lo amas?-.
Guardé silencio por un rato... Mi corazón se aceleró y tomé aire.
-Lo amo-.
Mi madre sonrio, pues sabía que yo no estaba mintiendo... Me sentía bien, esta era la verdad. Con el tiempo, he aprendido a amar a Len.
-Bueno hija, debo irme- besó mi frente.
-¿Tan pronto?-.
-Sólo a sido una visita rápida, tú sabes muy bien qué así es mi trabajo-.
-Sí, entiendo-.
Nos despedimos y después de tomar su bolso, se fue. Despidiendose, también de Len.
Observé a Len, ¿realmente me había enamorado? Sí.
No era el chico más alto, ni el más maduro, ni siquiera era 100% humano... Pero, aún así me enamoró.-¿Quieres desayunar?- me sonrio.
-Sí, claro-.
Fuimos a la cocina e hice huevos, tomé una caja de cereal y una caja de leche.
Len por su parte tomó dos cucharas, dos cuencos y una bolsa de pan.-Por cierto Len... Tú, ¿has tenido otro dueño?-.
-Sí, su nombre era Rin... Aún que, con ella no estuve mucho tiempo. Me fui de su casa antes de ser nombrado-.
-Y, ¿por qué te fuiste?-.
-Porque ya habían más gatos en aquella casa y... No quería ser una molestia-.
-Que lindo de tu parte-.
Me acerqué lentamente a él y lo besé con ternura.
-Ahora eres mío-.
Fin tercera parte.