Tercera parte.

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Narra __tn.

Desperté por el sonido de un auto. Miré a mi alrededor encontrándome con un Len dormido y sonriente.
Suspiré y volví a dejar caer mi cabeza sobre su hombro... ¿Qué aré? Acabo de entregarle mi virginidad a un gato.

-¿__tn?- miré a Len.

-Hola- le sonreí de lado.

-No te duele nada...¿verdad?-.

-No... No te preocupes, estoy bien- me acerqué para besarlo en los labios. Y lo hice, sin embargo, el sonido de la puerta de un auto cerrandose me alarmó.

-¡No puede ser!- me levanté rápido.

-¿Qué?-.

-Vístete, mi madre llegó- tomé mi ropa y la de él.

Fui a darme una ducha rápida y luego lo metí a él para que se bañara rápido.

-Haz la cama y no bajes por nada- le dije antes de salir del baño.

Me vestí con prisa y bajé de inmediato.
Al bajar el último escalón, la puerta de entrada se abrió.

-¡Hija!- corrió a abrazarme.

-Hola mamá- correspondí el abrazo.

-¿Cómo has estado?- comenzó a besarme las mejillas.

-Bien jaja ¡oye! Me asfixias-.

-Lo siento, realmente te extrañé- se fue hacia la cocina y yo la seguí.

-Me alegra qué hayas podido cuídarte sola después de mi ascenso- dejó su bolso sobre la mesa.

-Sí, la verdad, ni yo me lo esperaba-.

-¿Y qué has hecho este tiempo?-.

-Nada en especial-.

Se volteó a verme y así quedó, pasmada.

-¿Mamá? ¿Qué ocurre...?- voltee encontrándome con él.

«¡¿Pero qué haces aquí?! ¡Estúpido Len!».

Me acerqué a el corriendo.

-¿No te dije qué no bajaras POR-NADA?- calqué las últimas dos palabras.

-Lo siento, quería comer- lo miré... Había olvidado qué seguía siendo un gato.

Un gato jamás te obedece...
Voltee y lo abracé por los hombros.

-Mamá, el es Len. Mi novio-.

-¿Tu novio?- me miró perpleja.

-Sí-.

-¡Ya era hora hijita! Aún que es algo pequeño ¿no crees?-.

-Eh, ¿qué? No-.

-Señora...- Len se acercó a mamá -quería confesarle algo-.

-¿Qué ocurre pequeño?-.

-Yo... Amo mucho a su hija, desde que me salvó-.

-Te... ¿te salvó?-.

-Sí, yo me encontraba muy mal. Casi moribundo... Pero, ella me vio a lo lejos y corrió hacia mí... Iban a atropellarme, pero, __tn continuo corriendo. En ese momento, al abrir mis ojos y verla, me enamoré de ella-.

Mi madre estaba extrañada, no entendía ni una sola palabra de Len... Entonces, me dispuse a explicarle todo.
No esperaba que me creyera del todo, pero, sí lo hizo. No dudó en ningún momento.

-Hija, ¿puedo hablar contigo?-.

-Sí, claro- nos fuimos a otra habitación.

-Hija, tú ¿en verdad lo amas?-.

Guardé silencio por un rato... Mi corazón se aceleró y tomé aire.

-Lo amo-.

Mi madre sonrio, pues sabía que yo no estaba mintiendo... Me sentía bien, esta era la verdad. Con el tiempo, he aprendido a amar a Len.

-Bueno hija, debo irme- besó mi frente.

-¿Tan pronto?-.

-Sólo a sido una visita rápida, tú sabes muy bien qué así es mi trabajo-.

-Sí, entiendo-.

Nos despedimos y después de tomar su bolso, se fue. Despidiendose, también de Len.

Observé a Len, ¿realmente me había enamorado? Sí.
No era el chico más alto, ni el más maduro, ni siquiera era 100% humano... Pero, aún así me enamoró.

-¿Quieres desayunar?- me sonrio.

-Sí, claro-.

Fuimos a la cocina e hice huevos, tomé una caja de cereal y una caja de leche.
Len por su parte tomó dos cucharas, dos cuencos y una bolsa de pan.

-Por cierto Len... Tú, ¿has tenido otro dueño?-.

-Sí, su nombre era Rin... Aún que, con ella no estuve mucho tiempo. Me fui de su casa antes de ser nombrado-.

-Y, ¿por qué te fuiste?-.

-Porque ya habían más gatos en aquella casa y... No quería ser una molestia-.

-Que lindo de tu parte-.

Me acerqué lentamente a él y lo besé con ternura.

-Ahora eres mío-.

Fin tercera parte.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2015 ⏰

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Permíteme golpearte [Len Kagamine y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora