Narra __tn.
-Eh, ¿qué?- alcé una ceja extrañada.
-¿Quién es?- su mirada estaba gacha.
-¿De qué hablas?-.
-Hablo de la persona con la que hablabas por celular... Es tu amante, ¿verdad?-.
-Len...- me interrumpió.
-¡No! Tú eres mía, me perteneces a mí- se acercó a mí y de forma lenta, lamió mi mejilla.
-¿Por qué hiciste eso?- toqué con la llema de mis dedos aquélla zona medio húmeda.
-¿Aún no lo entiendes?- suspiró molesto -para el lenguaje gatuno, si un gato lame a un humano, eso quiere decir que ese humano es de propiedad del gato-.
Me sonroje ante aquella... Confesión indirecta y sonreí de lado, enternecida ante tal escena. Len estaba enojado y algunas lágrimas se asomaban para caer directamente sobre la cama.
-No tienes por qué estar celoso- me acerqué y lo abracé con ternura para luego mirarlo a los ojos.
-Quién me llamó era Gumi, mi mejor amiga-.-De...¿de verdad?- asentí sonriendo -e..entonces, ¿tú sí me amas?- me miró suplicante.
Fruncí mis labios y respiré hondo... No quería hacerlo llorar de nuevo. Realmente no quería.
-Sí, te quiero-.
-¿Jamás me engañarás?-.
-Jamás-.
-... Entonces, bésame-.
Al escucharlo decir eso me sorprendí. A veces Len podía ser muy directo.
Dudé por unos segundos, pero, ¡ugh! Debía hacerlo sí no quería lastimarlo.
Lo tomé de los hombros y lentamente me acerqué a él. El beso fue tierno y a la vez intenso; Len soltaba suspiros y yo sin saber el por qué, comencé a acariciarlo con ternura, su suave pelo el cual en ese momento estaba suelto, su espalda, sus brazos y finalmente levanté la camiseta qué le presté para acariciar su pecho.Abrí los ojos lentamente, al verlo a él, tan tierno y como un verdadero tesoro de inocencia, me separé rápido y me levanté para darme un baño, dejándolo solo sobre aquella cama que de a poco se enfriaba.
El agua caliente me empapaba, se sentía realmente placentero aquel tacto.
Suspiré recordando lo ocurrido hace unos minutos, ¿qué me había pasado?
Salí del baño, Len estaba dormido sobre la cama; me vestí con prisa y justo al momento de terminar, el timbre sonó.
-¡Ya voy!- corrí hasta la puerta de entrada y ahí estaba ella, mi amiga peliverde.
-¡__tn! Qué felicidad- me abrazó con fuerza.
-Gumi, realmente te extrañaba- correspondí el abrazo.
-Vamos, entremos- dijo apartandome de la entrada.
-Eh, sí- entré detrás de ella.
-Mira lo que traje- se volteó con...
-Pero sí es... ¡Sekaiichi Hatsukoi 2!- lo tomé.
-Sip, ya te compré toda la temporada- me abrazó por los hombros.
-Vaya, pero, no era necesario. Ya lo vi por internet-.
-Es mejor tenerlo en tus manos-.
-Sí, tienes razón- reímos.
-¡Por cierto!-.
-¿Mh?-.
-¿Quién es él?- apuntó a Len, quién se encontraba al final de las escaleras, con cara de pocos amigos.