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Desde hace un año atrás no ha podido dejar de lado aquel sentir de preocupación en el momento que conoció al último ceresiano, más que todo por lo problemático que en ocasiones llegó a ser, pero con el pasar del tiempo en el que se dieron una oportunidad de conocerse, terminó descubriendo más de lo que esperaba. Pocas palabras del peliverde contando sus traumas y sus ganas de querer vengarse, reconoce que a una edad temprana es complicado olvidar acontecimientos perturbadores como lo fue vivir la invasión de los temibles saijayines en el pasado, y después despertar para descubrir que no te queda nadie, tan sólo un amigable namekiano.
Granola no tuvo una infancia feliz, por más que Monite intentó ayudarlo y le brindaba buenos momentos, lo cierto es que las pesadillas y el rencor no fue algo que se fue, perdurando mucho tiempo con él haciendo que en su crecimiento obtuviera una personalidad algo fría pero manteniendo la amabilidad con aquellos que conoce y considera sus amigos.
Y vaya, es amable con los que considera sus amigos, ahí Merus se da cuenta que ni siquiera está cerca de ser un "conocido" para Granola, la actitud indiferente y hasta grosera lo refleja, aunque no le de importancia a eso porque como tal puede serle de buena influencia sin tener que ser amigos, aunque en ocasiones solo busca caerle bien.
Pero en fin, la preocupación está presente hasta en los momentos más tranquilos para él, y sabe que cuando eso pasa, debe hacer una pequeña visita. Por suerte no hay inconvenientes en el día, las misiones se cumplieron con anticipación y todavía no se han asignados unas nuevas. Fue con el rey galáctico pidiendo permiso para salir, este le da su aprobación sin problemas, siente justo permitirle hacer lo que quiera al ser el mejor agente de la patrulla y el que más tiene movimiento en cumplir lo suyo, no le negaría tampoco algo normal como hacer una visita a alguien, después de todo Merus siempre dice que verá a un amigo que necesita ayuda.
—Por favor, avisenme de cualquier cosa si algo inesperado se presenta, vendré lo más pronto posible si se genera un problema.
Esas fueron sus palabras, en lo que se despedía en su nave y marchaba camino hacia el planeta cereal.
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