Despierta. | Le dice una dulce voz.
Juan, abre los ojos lentamente, comienza un nuevo día, | con la ayuda de un asistente y a pesar del estado en el que quedó tras el accidente Juan, | es vestido y acicalado ya
que no cuenta con sus brazos, ve, vestirse, como una ardua tarea,| y lo dejan en su silla evitando tener que arrastrarse, pues tampoco tiene piernas, su cruda realidad; | es acompañado a su libertad.
Imagínense por un momento a Juan intentando subirse a su silla, | facilitar estas actividades,
o hacer sus necesidades básicas como comer o ir al baño | más fáciles, de otro modo, el esfuerzo que supone para Juan es desmoralizador para cualquiera.
No, no esta mal escrito, ni es una errata de imprenta, es un recorte de prensa que me gustaría que se guarden, que reflexionen sobre él y que a poder ser compartieran con sus personas mas cercanas, me gustaría que lean el texto de arriba hasta el espacio, hasta la línea intangible de las dificultades por las que Juan pasa cada día.
A menudo traspasamos las barreras
que Juan tiene en su vida sin
percatarnos de las dificultades
que pueden suponer nuestrasacciones o actividades más básicas para personas como él, seguramente, ya muchos estén pensando ¿y a mi que me importa este señor? ,y si les dijese, que en estos momentos están saliendo de casa para ir a una oficina de patentes farmacéuticas, y que tras años de investigación Juan ha desarrollado un medicamento que salvará millones de vidas. Apenas hace 15 años que se aprobó la figura del asistente personal como derecho humano para las personas en situación de dependencia, Juan tiene 58 y su futuro incierto es sin duda mucho más llevadero con estas personas que lo asisten en su vida cotidiana sin interponerse en labores tan básicas como la elección de su chaqueta preferida, "que no casa con nada", como él afirma con humor. Para este hombre, iniciar su día a día para poder llevar su vida de forma independiente y a ser incluido en la comunidad es tan importante como para el resto, y la figura del asistente personal toma un gran sentido como han podido leer al principio. Para el, a esta edad y al no contar con ningún familiar que pueda hacerse cargo de la ayuda en las tareas básicas, la función de estas personas se vuelve fundamental, sin interponerse nunca en sus necesidades como ser humano, sean las que sean estas, ya bien tan simples como abrir una puerta o equiparse con todos los medios que le permitirán una mayor autonomía y movilidad dándole así una mayor libertad, ya no solamente de movimiento, si no de libertad de elección y decisión ante cualquier situación de la vida cotidiana. Aunque nació así esto no le impidió realizar actividades con el entusiasmo, la curiosidad y la energía de un niño. "Mi familia siempre estuvo ahí", nos cuenta." intentaron a su modo cubrir todas mis necesidades hasta donde podían, ya que todo era diferente." En los últimos años y tras la aceptación de esta figura, que, sumada a otras que ya existían orientadas en la ayuda a las personas en situación de dependencia, pero no siendo completamente iguales, y por ende, siendo importante la formación de estos individuos que de forma anónima e imperceptible para el resto a logran hacer posible, más fácil, la vida de estas personas. De alguna manera este nuevo aspecto, implica un mayor acercamiento al individuo, en la toma de decisiones como decirle a su asistente, vamos al médico, o la simple elección de unas manzanas o la pasta de dientes, un cambio significativo en los facilitadores a la autonomía. Pero no dista de los conocimientos que pueda tener cualquier profesional del servicio en atención a personas en dependencia. Pues aunque las funciones de estos puedan ser distintas ambos buscan el mismo objetivo. En conclusión, espero haber dejado un poco de esta semilla invisible, que rieguen y cultiven esta idea que les arrojo a su terreno, les dejo pensando en Juan, en cómo afrontarían su día a día si estuviesen en su situación, en cuan desmoralizador, descarnado o crudo, pueda ser su experiencia de esa vivencia, imaginen por un momento que solo recibiesen ayuda un par de horas al día, y esta no atendiese completamente sus necesidades, quedando desatendida en muchas de las actividades cotidianas. No poder elegir qué ponerse, qué comprar, viajar a ciertos lugares, que comer o cuándo ir al baño. Sin duda una situación poco afable para cualquiera.