Un hombre encantador es algo divertido, y un hombre atractivo, por supuesto, es algo digno de contemplar. Pero un hombre de honor... ay, Querido Lector, tras él deberían ir las damas más jóvenes.
REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN,
2 de mayo de 1814Más tarde, aquella misma noche, después de que acabara la cena y los hombres se retiraran a tomar sus oportos antes de volver a reunirse con las damas con expresión de superioridad en el rostro, como si acabaran de hablar de cosas más transcendentes que del caballo con más probabilidades de ganar la Royal Ascot; después de que los invitados
hubieran jugado unas rondas de charadas a veces tediosas y a veces más animadas; después de que la señora Manobal se aclarara la garganta y sugiriera con discreción que tal vez fuera hora de retirarse; después de que las damas cogieran las velas y se retiraran a sus camas; después de que los caballeros supuestamente las siguieran... Jennie no podía dormir.Estaba claro que iba a ser una de esas noches
mirando-todas-las-grietas-del-techo. Sólo que no había grietas en el techo en Aubrey Hall. Y la luna ni siquiera había salido, de modo que no entraba luz alguna a través de las cortinas, lo cual significaba que aunque hubiera habido rendijas, no sería capaz de verlas, y... Jennie soltó un gemido de frustración mientras retiraba las colchas para levantarse. Uno de esos días iba a tener que aprender alguna manera de obligar a su cerebro a dejar de correr en ocho direcciones diferentes al mismo tiempo. Había estado tumbada en la cama durante casi una hora, mirando la noche oscura, impenetrable, y cerrando los ojos de vez en cuando para intentar disponerse a dormir.No había funcionado. No podía dejar de pensar en la expresión del rostro de Im Nayeon cuando la vizcondesa había acudido en su rescate. Jennie estaba segura de que su propia
expresión sería bastante similar: un poco de asombro, un poco de alegría y un mucho de estar a punto de fundirse sobre el suelo en aquel mismo instante. Manobal había estado así de magnífica. Jennie había pasado todo el día observando a los Manobal o relacionándose con ellos. Y una cosa había sacado en claro: todo lo que había oído sobre Lisa y su devoción por la familia.., era del todo cierto. Y aunque no estaba demasiado dispuesta a cambiar su opinión de que era una mujeriega y una vividora, estaba empezando a comprender que podía ser todo eso y también algo más. Algo bueno. Y, aunque admitía que le costaba mucho ser del todo objetiva en aquel tema, ese algo precisamente no la descalificaba como una potencial esposa para Tzuyu.Oh, ¿por qué, por qué, por qué tenía que ser agradable? ¿Por qué no podía seguir siendo la libertina melosa, pero superficial que tan fácil le había resultado creer que era? Ahora se trataba de otra persona por completo diferente, alguien por quien ella temía sentir de hecho cierto afecto.
Jennie sintió que se sonrojaba incluso en la oscuridad. Tenía que dejar de pensar en Lalisa Manobal. A este paso no iba a poder dormir nada en toda una semana. Tal vez si tuviera algo para leer... Había visto una biblioteca bastante grande y amplia aquella misma tarde, sin duda los Manobal tendrían allí algún tomo con el que
quedarse dormida.
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Manobal | Jenlisa
FanfictionEstaba decidida a impedir que la archiconocida vizcondesa sedujera a su hermana. Pero, ¿y si la seducía a ella en su lugar? Lisa G!P