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°•Hay que decirles? Pero...•°

๑∆Pov Iván√๑






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I -nos vamos?- Te pregunte tratando de levantarme, pero no pude. -Ro, vamos?- volví a preguntarte, sin respuesta.
Gire tu cara en mí dirección y pude notar que dormías profundamente, me pareció una imagen muy tierna; tu boca entre abierta mientras abrazabas floja mente esa flor, a mí parecer, te gustó tanto. No quería despertarte, así que suavemente me levanté, tratando de que no despertaras, y te carge como princesa, pensé que pesabas más, pero no, eres bastante liviano.
Empece a caminar en dirección a tu casa, de echo a la mía. Me sorprende como es que tu y Tomás viven ahí, es algo raro de creer pero ahí están.

En casi medio camino te despertaste, algo sonrojado por la posición en la que estábamos, pero me pediste amablemente y con tartamudeos que te bajará, y eso hice.

-Cuanto dormí?, Perdón si soy muy pesado, y gracias por llevarme no tuvist-.- te corte la frase con un pequeño y corto pico, recordé que tenías esa inseguridad sobre tu cuerpo, algo muy estupido a mí parecer y el de nuestros amigos. -Te diría algo... Pero es una boludez.- terminaste de hablar y interesante seguir con el camino, pero te frene y tome tu mentón con el motivo de que me mires con esas esmeraldas que hipnotizan a cualquiera que te vea, son hermosos.

-Decime, para mí no es una boludez.- trate de calmar tus nervios, te vi temblando y presentí que pasaría algo, así que te abrace.-tranquilo, ahora soy tu novio, puedes decirme lo que quieras.- aparentemente el recordarte que ahora somos pareja te hizo reír y olvidar un poco tus nervios, pero solo fueron unos segundos.

-No es nada, enserio.- tu manera de hablar parecía decirme lo contrario, y tus movimientos corporales igual. Te mire fijo y entendiste que no estaba jugando. -esta bien, pasa que no e podido dormido muy bien y me a costado descansar estos últimos meses.-

-Carre, dime bien lo de meses. Es lo que yo creo que es?.- me miraste un rato y con la cabeza gacha asentiste con vergüenza e inseguridad. Yo sabía. -Rodrigo Carrera, como no vas a descansar por un año?! Entiende que es importante dormir-

-no es para tanto! Solo me desmaye una vez, _o dos_...- tu susurró, lo alcance a oír, dios, imagino que estás mintiendo y que te has desmayado muchas más veces, luego le preguntaré al resto. -pero es otra cosa, aparte de eso...-  tu voz salió temblorosa, igual que tu manos, te tome por la cintura y espere que hablaras. -podemos ir a mí casa? No me gustaría que alguien me escuché- asenti y caminamos a tu casa para poder hablar con tranquilidad. Allí nos encontramos con Tomi, tu mejor amigo, y ahora único.

-Ro!, Que bueno que ya volviste- te abrazo y se escondió detrás de ti, ni me noto. -Barry está agresivo, trato de rasguñarme.- dijo exagerando un poco todo. -Ah. Hola Iván- al fin me noto, creo que el asunto de Barry lo distrajo un poco. Simplemente lo saludé con la mano.

-Que paso con Barry?- diste, acercándote al felino y acariciándole las orejas, que envidia. -esta bien, capaz me extrañaba.- reiste al final, mostrando tus dientes y enchinando los ojos.

-Ro, ahora sí me vas a decís?- hable ignorando plenamente que se encontraba Tomás ahí. Tu sonrisa desapareció y eso me hizo sentir mal.
-Claro, si querés- me miraste y asentiste. Robleis nos miró confundido.

-ah estem- Tomi, Iván y yo este...- El te callo poniendo un dedo en tus labios en forma de silencio.

-luego me cuentas los detalles, ahora ,¿van a hablar de eso?- parece que ya sabe, tu acentiste y el sonrió. -los dejo solos, y no te preocupes, hoy tengo que ir con mí papá- dijo sonriendo y con la mano se despidió para marcharse y encaminarse hacia el pueblo.

-bueno... ahora sí te digo.- te sentía nervioso con solo verte. Te sentaste en una de las banquetas que estaban en la mesada y me diste seña para que me siente a tu lado. Cuando lo hice miraste al frente, soltarte un suspiro y comenzaste a hablar. -bien, pasa que cuando te fuiste, viste que me quedé con mí tío?. Bueno, con el tiempo consiguió pareja y se volvió alcohólico.- frenaste y me miraste con esos ojos que parecían de cristal, una lágrima callo por tu mejilla y te paraste, fuiste a la heladera y te serviste un shot de legui, volviste y solo dejaste la botella y el vasito en la mesada, miraste al frente y seguiste.

  -No recuerdo muy bien cuando paso, fue muy repentino, de un día para el otro empezó a tomar, y todo cambio. Aparte de sufrir daño físico y psicológico por parte de ellos dos, empece a cambiar yo... un día desperté en medio de la noche y...- me miraste otra vez y sacaste tu gorra, ahora sabía lo que ocultabas, pero como?.
   Orejas de gato, marrones igual que tu cabello pero con las puntas de un color celeste cielo, muy bonito.

-Okey, muy lindas y eso, pero no fuiste a un psicólogo o algo así? O sea, te hicieron daño, y mucho- dije serio mirandote, tu solo miraste el shot de legui y lo tomaste, sirviéndote otro por si las dudas.

-No fue tanto, si quieres te muestro algunas cicatrices y ves que no fue tanto- dijiste para quitarte el buzo y mostrarme tus brazos, donde estaban las marcar de lo que aparentaban ser cortadas. Ni bien lo vi te abracé y oblige a mirarme tomando tu mentón.

-Ro, esto es más de lo que crees- dije, pero no le tomaste importancia, solo me diste un beso corto y sensillo.

-Que no te preocupes~, eso que solo me viste las muñecas- reiste al terminar, ya no se ni como reaccionar, te amo pero esto me preocupa demasiado. -mira- dijiste mostrándome tu pierna y torso, una cicatriz enorme serca de tus alas, justo en medio de estas dos, tu pecho, cuello y abdomen rasguñados y con moretones. Las piernas todas raspadas, con moretones y una que otra cortada por la parte de las rodillas.

-Rodri...- no pude seguir sin ir a abrazarte y refugiarte en mis brazos, sentí cada lágrima que salía de tus ojos.














Bueno monos, hasta aquí el cap. Después del arcoiris sale el sol o se viene la tormenta?
Aquí va a llover, y mucho, sepan lo.

Los quiero mucho y chauuu













Los quiero mucho y chauuu

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😦

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