5:los pasillos

274 10 8
                                    

Que agotado se sentía su cuerpo, que cansadas estaban sus piernas y que pesados se encontraban sus parpados, y aun así había conseguido abrirlos para que sus ojos se enfrentaran a la realidad, el horrible entorno oscuro donde había conciliado el sueño, y bajo el una mancha de sangre seca pegada al suelo, era morada por lo que era suya, verla le recordaba a los sucesos de ayer. Dib le había hecho toda clase de atrocidades a su cuerpo, torturas que ni en los calabozos irken se practicaban, mucho menos se conocían.

¿Porque Dib actuaba así? Siempre fueron enemigos, eso estaba claro, pero nunca pensó hacerle algo parecido, su último plan nunca supo si había funcionado...Entonces recordó y abrió sus ojos más de lo que creía poder en ese momento, ¿era su culpa? No podía serlo, se supone que Dib debería haber actuado de manera contraria, su plan no podía haberle fallado. Y como humano sus efectos deberían durar menos ¿entonces cómo? Todo el tiempo estuvo al tanto de su invento, y cuando debía hacer algún deber humano dejaba a cargo a Gir...Al procesar ese recuerdo por su cabeza presiono los puños con ganas de golpearse la cara con la palma de su mano ¿De verdad había sido así de estúpido?

-Hehe...ahora sé porque desaparecieron algunas pociones irkens.-Rio irónicamente.

Era seguro que Gir había agregado elementos químicos de procedencia irken a su afrodisiaco, pero eso no explicaba por qué el efecto era tan duradero.

-Maldición...no es culpa de Zim-hic

-Lloras este o no este yo ¿verdad?

Esa voz.

-Ha, que ridículo eres Zim. Como sea, vístete.

Lanzo unas prendas que traía en los brazos de la manera más brusca que pudo para golpear a Zim, cosa que no logro debido al ligero peso de la tela.

Zim las miro y quedo ligeramente confundido a la vez que sorprendido pues era su ropa, su típica túnica fucsia con sus guantes, botas negras y su peluca.

-Como buen defensor de la tierra debo vigilar a mi enemigo, lo que implica estudiar cada una de sus pertenencias.-Dijo al ver como el irken miraba la ropa.

-Ya veo...-No quiso responder algo más largo, solo dijo lo que creyó justo y necesario.-Pero... ¿Por-

-Ayer te dije que iríamos a la eskuela juntos.-Respondió antes de que Zim terminara su obvia pregunta.-Así que apresúrate.

Esperando complacer al humano, puso la peluca sobre su cabeza, se recargo sobre sus rodillas y comenzó a subir su túnica, dejando ver sus piernas y luego su torso para finalmente quitársela. Dib se encontraba frente a él, de pie y con los brazos cruzados, a pesar de que el brillo en sus lentes le impedía ver sus ojos ya sabía que lo estaba mirando. No le tomo importancia y recogió la túnica nueva y limpia para vestir su torso. Luego de que la tela cayera sobre sus piernas se quitó las medias y por consecuencia las botas, solo para darse cuenta de que entre el montón de prendas no albergaba ninguna media.

-Fufu...-Dib soltó una pequeña risita.

De sus brazos bruzados dejo ver uno convertido en puño. Zim lo miro sin ganas de saber lo que escondía, sabiendo que no le gustaría. El humano al no ver reacción de parte del irken, comenzó a doblar las rodillas hasta llegar a la estatura de Zim. Sus miradas se conectaron traspasando el vidrio de los lentes, aquellos ojos ponían nervioso a Zim.

Dib finalizo el suspenso abriendo su puño y dejando ver lo que guardaba.

-Un...un ¿ratón?-Pregunto Zim al ver el objeto que desconocía.

-Pft...¡Ahahaha! ¡Correcto...correcto Zim! Haha, esto es un ratón.-Respondió riendo y con obvia ironía.-Esto se llama vi-bra-dor.

No, definitivamente no sabía que era aquel objeto.

Z&M "Zim y el Masoquismo"[TERMINADAAAA😽✨✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora