4:El inicio de un nuevo llanto

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El frio de la habitación le congelaba los labios y su cuerpo reaccionaba ante lo helado del lugar con leves temblores.

¿Por qué no escapaba? Podía perfectamente sacar sus patas biónicas cuando quisiera. Estaba sano, su piel se había regenerado hacia unas cuantas horas mientras dormía, si, se había dado el privilegio de dormir en un momento así, el cansancio de la situación había dejado su cuerpo agotado y más que nada adolorido. Ayer había hecho todo lo posible por librarse de Dib y fue inútil y ahora que estaba en perfectas condiciones no hacía nada por intentar siquiera librarse del apreso de sus muñecas a la pared y poder sostener su cuerpo con sus piernas ¿Y porque? La única respuesta que podía pensar era inaceptable para el...El miedo, se negaba a creerlo pero acepto algo de esta teoría cuando se despertó y, lleno de valor, se propuso escapar y fue detenido por el sonido de la madera sobre su cabeza, eran pasos, no supo identificar a quien le pertenecían y aun así un escalofrió le recorrió el cuerpo completo y abandono el intento de huida. Ahora el increíble invasor Zim estaba rebajado a algo similar a una muñeca.

Y no faltaba mucho para que volviera a quedarse dormido como un acto de vulnerabilidad hasta que sus antenas que descansaban sobre su cabeza se levantaron abruptamente, a lo lejos escucho una mezcla de voces, una batalla de diálogos, sin dificultad pudo identificarlas.

-Escucha Dib, hoy papá cenara en persona con nosotros así que más te vale estar aquí, es la última vez que te lo digo.

-Deja de molestar Gaz.

-Tú no haces algo muy diferente.

-Es enserio.

-Ya sabes que si no estás en la mesa a las doce en punto te quebrare los brazos.

-¡Si, ya lo sé!

-Mira, son las siete, tienes cinco horas para hacer tus estupideces así que más te vale llegar a la hora.

-¡Agh! ¡Que si mierda! Ahora vete a tu habitación a meterte la gameboy o algo.

-Cuida lo que dices, escoria.

-Ya cállate, necesito hacer algo.

-Dejare de perder mi tiempo contigo solo porque llegue al jefe final de este juego.

Eran obviamente Gaz y Dib peleando por algún asunto que no le interesaba, aunque la voz de Dib sonaba algo reprimida.

Sus antenas volvieron a reaccionar cuando escucho un sonido ahora en el área donde se encontraba, es decir, dentro del sótano, era el típico rechinido al abrir una puerta vieja, su cuerpo tuvo un pequeño espasmo al escuchar las suelas de los zapatos dar con el suelo fuertemente y luego acercarse. En menos de tres segundos logro ver a Dib, ahora desearía que aquella discusión hubiese durado más.

-Zi~im.-Una voz con tono juguetón.

Trago saliva al escuchar esa voz pronunciando su nombre ¿Tendría que responder?

-Muestra algo de educación, alíen de mierda.

Al cabo de esas palabras Zim sintió un pequeño toque de humedad caerle en una de sus piernas, el sonido no tardó en hacerse escuchar junto con su grito de dolor.

-¡GHYAAAA! ¡AH!...Ha...Ha...Quema... ¡Quema! Hic...-Con voz llorosa.

-¡Hahaha!-Se dejó ver.-Veo que sigues aquí.

En sus manos llevaba una pequeña pistola de agua, de sus hombros colgaban los mangos de su mochila, era evidente que llegaba de la eskuela...la eskuela, ahora que lo pensaba no había asistido hoy.

-¿Qué te pasa Zim? ¿Es que te gusto mi pene? ¡Haha!

-...-El silencio fue su respuesta.

-Bueno, si no quieres hablar entonces déjame escuchar algunos gritos ¿no?

Z&M "Zim y el Masoquismo"[TERMINADAAAA😽✨✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora