Nuevo vecino

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Por las calles de la Ciudad Yi caminaba un joven de 15 años, ojos rojos, cabello azabache y despeinado recogido en una coleta, paseaba con su mochila en mano, con un rostro claramente fastidiado por haber ido a clases. No es que no le gustara ir a la escuela, de hecho, tenia muy buenas notas, pero le aburria estar ahí, le era mas divertido molestar a los mas debiles.

Estaba por llegar a su hogar, cuando noto que la casa de enseguida estaba estacionado un camion de mundazas, curioso se asomo a la puerta para ver quien seria su nuevo vecino o vecina, pudo ver de espaldas a una figura esbelta vestida con ropa que se ajustaba perfectamente a sus curvas, bajo su mirada observando su trasero, el primer pensamiento que salto a la mente de Xue Yang, fue que se moria por ganas de conocer a su vecina y que tal vez podría tirarsela, bien, el tenia novia, pero, solo estaba con ella porque la mayoria tenian novia entonces el ¿Por qué no? Así que le robo la novia a un compañero suyo que le desagradaba bastante y el no pudo hacer nada para recuperarla.

Se quedo parado esperando el regreso de su nueva vecina, para ofrecerle su ayuda a llevar las cosas adentro, pero se llevo una sorpresa al ver que en vez de una linda chica, salio un chico, un lindo chico, en su cuerpo palpitaron dos cosas al verlo, chica o chico, igualmente se lo iba a tirar, el barrio le enseño a comer de todo.

— ¿Necesitas ayuda? —Pregunto Xue Yang esbozando una sonrisa, una brillante donde sus caninos se dejaban ver, era su mejor sonrisa para coquetear.

—¡Oh! Te lo agradecería demasiado —Su voz era dulce y gentil, mientras le sonreía a cambio.

El azabache pudo sentir que las palpitaciones se volvían mas duras al verlo sonreír, se inclino para recoger una caja y entro en la casa, caminando de forma extraña pues era doloroso.


...


— ¿Cuantos años tienes? —Recargo sus codos en la mesa, posando sus ojos rojos en los azules de el contrario. Se habían sentado a deescansar un poco pues ya habian metido la mayoria de las cajas.
— 21 —Respondio sonriendo.
Esto podría desanimar a cualquier otro, pero a Xue Yang no, el ya estaba dispuesto a que se lo iba a coger y así iba a ser, aparte a el le encantaban los "maduros".

—¿Y en qué trabajas? —Hizo otra pregunta, ya tenía algo en mente para lograr su cometido.

—Soy maestro de secundaria ¡Oh! ¿Sabes? Creo que aun no te he dicho mi nombre, me llamo Xiao XingChen y ¿el tuyo? —La sonrisa de Xiao XingChen se ensancho más, sus ojos formaban medias lunas.

—Me llamo Xue Yang.

Para el era perfecto que el fuera maestro, que importaba si era de secundaria, ya se las iba ingeniar para buscar una excusa y venir a verlo, si lo de que el fuera un maestro y el un estudiante no era la tipica excusa cliché para ir a verlo, ya sabria que mas hacer, pero el que persevera la pone.


...

Durante dos semanas, Xue Yang no se volvio acercar a su vecino, solo lo observaba por la ventana, a veces cuando a Xiao se le olvidaba correr la cortina al momento de cambiarse, al azabache le gustaba observarlo, corria sus cortinas negras, y se ponia muy cerca de ellas para poder ver por la semitransparencia de toda tela, luego tomaba su dureza y ya saben lo demás.

Pero ese día estaba decidido a hablarle, llegando del instituto, toco su puerta y espero, había reprobado el examen de biologia aproposito. En cuanto se abrio la puerta, pudo sentir como su corazón latia con fuerza y como su otra cabeza comenzaba a despertarse.

—Hola, Xiao, quería saber si podrías ayudarme con algunas clases extras, se que yo ya no estoy en secundaria pero pense que podrías ayudarme... te prometo que te pagare — Hablo en un tono ansioso y casi suplicante, esperando que dijera que si, el otro solto una suave risita, asintio y se hizo a un lado para que pasara. 

—No te preocupes, no te cobrare, tu me ayudaste con mi mudanza, es lo menos que puedo hacer, aparte siempre es bueno ayudar a tus vecinos. —Dijo mientras ambos caminaban hacia el comedor.

—Que bueno porque no tenía dinero... —Murmuro para si mismo, para que no lo escuchara.

El era tan lindo, tan amable, dulce, agradable, se veía tan inocente y esto sololo provacaba mas, XingChen tenía una cara de angelito, se preguntaba como se veria aquella bonita cara sonrojada, sudada y con los ojos cristalinos por las lagrimas.

Estuvo un largo rato explicando biologia, pero Xue Yang no "entendía" lo cual frusto un poco a XingChen y penso que el era estúpido, pero aún asi le tenia paciencia y trataba de explicarle lo mejor.

—¿Y si me enseña con ejemplos mas gráficos profesor? —Pregunto en un tono de fingida inocencia, lo cual el ojiazul parecia no entender a que se referia hasta que el contrario deslizo una mano por su muslo.

—A-Yang... yo soy muy grande para ti. —Respondió bastante cohibido y sonrojado, mientras quitaba su mano de su muslo.
—Solo son un par de años~ nadie se va enterar, aparte en unos meses cumplo 16. 

Xingchen solto una risita, encontrando adorable su instencia.

—Bueno, de todas maneras no, yo soy un adulto y tu todavía un niño. Solo es una etapa, tranquilo, es normal que te guste gente mas grande que tu a esta edad.

Xue Yang lo observo, el iba a demostrarle todo lo que ese "niño" podía hacer y que no era una etapa, estaba decidido a cogerse a su vecino, solo encontro mas excitante aquel reto.

—Supongo que tienes razón, entiendo... — Sabía que tenia razón, pero la cabeza de su verga era mas fuerte que su moral.

Un rato despues, aceptando que hoy no sería el día que se la iba a poner, se fue a su casa, pero no sin antes un recuerdito, se llevo los lentes de su querido vecino. Subió rápido a su habitación, corrio las cortinas y puso los lentes en su escritorio. Saco su erección que llevaba esperando un rato para ser liberada. Un momento mas tarde, los lentes estaban bañados en un liquido blanco espesoso.

El que persevera, la pone. ||XueXiao ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora