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Un año paso, las visitas aunque seguían siendo similares, no hubo mas besitos, y empezo a disimular, ya que había prometido que pararía, aunque Xiao se daba cuenta de lo que hacía, no decía nada pues incluso si intentaba negarlo así mismo le gustaba lo que hacía el menor y también quería que se lo follara.

Hace tres días que Xue Yang no había ido a su casa, entonces Xiao decidió ir a la suya. Tocó la puerta pero nadie respondía, al darse cuenta que la puerta estaba abierta, preocupado porque algo le hubiera pasado, entro a la casa, lo busco por todos lados y finalmente subió, para ir a su habitación, abrió la puerta.

Su mano derecha apretaba su gorda polla, recorriendo su longitud, unos segundos después se percato de la presencia de XingChen, pero en vez de sentir vergüenza, sonrió de forma maliciosa y le hizo una seña para que se acercara, el dudo pero no podía apartar la mirada de sus acciones, como si fuera de forma automática, el se acerco sus ojos fijos en como el azabache se masturba.

—¿Por qué no la chupas? —Dijo mientras sacudía suavemente su verga dura y gorda provocando el mayor.

Este se puso de rodillas frente a el, listo para hacer lo que el mas pequeño sugería, pero cuando estuvo lo suficientemente cerca se detuvo en seco y nego con la cabeza, pero no se levanto, siguió observando hipnotizado la dura erección.

—Bien, entonces quédate así. —Respondió viendo como su vecino aún estaba hipnotizado, continuo moviendo su mano alrededor de toda su longitud y finalmente se corrió manchando el rostro de XingChen.

—A-Yang... —Murmuro suavemente mientras con sus dedos limpiaba el semen del pequeño y luego los metía a su boca saboreando el sabor.

Al darse cuenta de lo que hacía, se sonrojo y salio corriendo de la casa.

...

El azabache seguía asistiendo a la casa de su vecino, feliz y triunfante, actuando como si nada, el contrario también trato de tomar una actitud normal pero realmente se moría de la pena. Unos días después Xue Yang se dio cuenta, que había días en los cuales XingChen llegaba en un carro con otro hombre, un hombre de cabello oscuro, lucia algo arrogante y aburrido.

—¿Quién es el? —Dijo algo agitado, pues había salido corriendo de su casa para poder atrapar a su Xiao con aquel desconocido.
—Soy su prometido y me llamo Song Lan. —No le gusto la actitud que tuvo el joven con el y claramente eso se demostro de forma "sutil" en su voz

Xiao se sonrojo y suavemente asintio, el menor sintio una oleada de celos, simplemente asintio y se fue a su casa, lleno de preguntas "¿Cuánto tiempo llevaban juntos?" "¿Cómo pudo hacerme esto si hace unos días se trago mi semen?" Se quedo viendo por la ventana hasta que Song Lan salió de la casa de XingChen, había llegado a una conclusión, iba hacerle daño con tal de que no se acercara más a lo que era suyo.

El aburrido subio a su carro, avanzo unas cuantas casas y ya no pudo moverse, bajo del carro preguntandose que había pasado, Xue Yang, le había sacado toda la gasolina pero el no lo sabía.
Sigiloso y con el rostro cubierto se acerco a el, encajando una navaja en su espalda.

—Ya te la sabes, cartera y celular —Trato de hablar de forma mas gruesa y seria que su tono habitual juguetón

No contaba con que Song Lan se diera la vuelta y lo golpeara, lo que lo hizo caer, molesto el azabache tomo un puñado de tierra y se lo lanzo a los ojos.

...

Algo dolido porque su prometido lo había dejado, diciéndole que había sido su culpa, aunque no entendía porque, se dio cuenta que usar a Song Lan no servía para olvidarse de los pensamientos que tenía sobre Xue Yang, así que se atrevio.

—Cuando cumplas 18, ven a mi casa por la tarde, para darte tu regalo —El tono del mayor era algo juguetón pero sutil mientras acariciaba suavemente el cabello del menor y le extendía un dulce.

El que persevera, la pone. ||XueXiao ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora