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Al días siguiente, Minho saludó al peliazul como de costumbre y ambos compartieron almuerzo como normalmente lo hacían.
La pequeña diferencia fue que en todo ese tiempo que pasaron juntos en la escuela, el castaño no paró de mirar los labios de su amigo como si quisiera comérselo. Jisung notó todo esto y se sintió algo tímido ante la mirada de Lee.
-¿Podrías dejar de hacer eso? -preguntó el menor cuando iban rumbo a la casa de Minho.
-¿Qué cosa? -preguntó incrédulo, fingiendo no saber a qué se refería.
Jisung suspiró mientras detenía sus pasos, haciendo que el otro imitara su acción.
-Deja de mirarme como si quisieras algo- pidió encarándolo.
El castaño dio un paso al frente, tomando a su amigo por los hombros y acercándose a su oreja.
-Es que si quiero algo, Jisung -susurró en un tono seductor.
El cuerpo del peliazul se estremeció ante el aliento caliente de Minho en su oreja. Jisung soltó un jadeo inconsciente y se cubrió la cara con ambas manos, muriendo de vergüenza.
El mayor sonrió besando su mejilla, quitó sus manos y tomó una para obligarle a seguir caminando.
Cuando llegaron a su destino, se soltaron. Minho abrió la puerta con su llave y entró seguido por el moreno, que caminaba a pasos cortos y con la cabeza gacha.
-Ve a mi habitación -pidió-, yo iré por algo para comer -sonrió.
Han asintió y subió las escaleras. Al parecer, los padres de Minho no se encontraban, por lo que tendrían la casa para ellos solos.
Normalmente no le parecería raro, pero desde el día anterior ya no podía dejar de ver a su mejor amigo como si fuera la única cosa en el mundo que importara. Y ese era el problema, porque en realidad Minho no sentía nada por él y sólo le había pedido que se besaran para descubrir qué se sentía.
Suspiró dejando sus deportivas a un lado de la puerta y tirando su mochila a la cama. Se sentó sobre el colchón y sacó un libro de su mochila para leer un poco en lo que el castaño llegaba.
No notó cuando Minho llegó y se sentó a su lado, no hasta que rodeó su cintura en un abrazo.
-¿Qué lees? -preguntó en un murmuro.
-Algo que encontré en la biblioteca -respondió sin prestarle atención realmente al libro, sino que a las grandes manos que rodeaban su cintura.
Lee tomó el libro y lo tiró en la cama. Se giró y continuó en la misma posición que antes tenían. Dejó un beso sobre el hombro del menor y luego subió hasta su oreja, mordiéndola levemente.
Jisung soltó un jadeo ante esta acción y posó sus manos sobre las del castaño, intentando alejarlo un poco.
-Shh, déjame disfrutar, bebé -susurró sobre su oreja.
La mano de Minho se dirigió a su muslo para apretar esa zona haciendo jadear al menor con un tono que lo volvió loco.
-Dios, me encanta escucharte así -dejó un beso sobre su cuello y acarició su pierna.
El peliazul se giró para mirarle a la cara, observando la sonrisa cálida que su amigo le brindó.
Besó sus labios con tanta pasión que no se dio cuenta cuando Minho se deshizo de su camiseta, sólo sintió las manos de este tocando su torso desnudo.
El sonido de sus bocas y lenguas en guerra inundó la habitación, importándoles poco si los vecinos de al lado los escuchaban.
-¿Quieres hacerlo? -preguntó Minho, preocupándose por él.
Jisung asintió seguro y volvieron a besarse. El castaño acostó al menor sobre la cama y besó desde su cuello hasta su vientre, dejando marcas notorias que seguramente tardarían en quitarse.
Jisung gimió al sentirse en total placer, aunque ni siquiera habían comenzado del todo. El mayor se deshizo de la ropa porque ya comenzaba a molestarle.
Cuando el peliazul miró el miembro de su acompañante, se sorprendió por el tamaño grande que poseía. Al menos ya sabía por qué las chicas de la escuela siempre terminaban contentas cuando su amigo las invitaba a quedarse en su casa.
-¿Qué? ¿Nunca habías visto una como la mía -preguntó burlón.
Jisung negó mientras dirigía su rostro al miembro del mayor, tomando este con una mano y masturbándolo lentamente.
-Ya había hecho esto antes, lo sabes -contestó-. Aunque nunca había visto una de tal tamaño -confesó con sinceridad.
-Pues, aunque no haya sido el primero, espero que si sea el mejor, lindo - habló sonriendo de oreja a oreja.
Jisung rodó los ojos con una sonrisa y luego, sin avisar, metió todo el miembro de Minho en su boca, brindándole una sensación de puro placer al castaño.
- ¡Oh Dios! -soltó sorprendido- No me equivoqué cuando te dije que seguro eras bueno en esto -tomó las hebras azules de su amigo.
Minho guió los movimientos del menor con su mano, observando el rostro aperlado de Jisung, producto del sudor que caía por todo este.
Después de unos minutos, la garganta de Jisung no pudo seguir más y sacó el miembro del castaño de su boca, dejando un hilo de saliva que conectaba a ambos.
Minho tomó al peliazul del mentón para besar sus labios de nuevo, mordiendo el labio inferior y sacándole un jadeo con esta acción.
-Déjame hacerlo yo -pidió el menor.
Minho no sabía a qué se refería, pero reaccionó cuando Jisung lo empujó de los hombros, dejándolo caer en el colchón. Miró confundido al peliazul, quien se posicionó sobre él, en su vientre.
-Lo haré yo -colocó sus manos en el pecho del mayor y se dejó caer sobre el miembro de este.
Han gimió al sentir el pene de Minho en su interior. Se removió un poco para darle más placer a ambos, dando movimientos en círculos antes de impulsarse con sus manos y comenzar a saltar sobre la pelvis del mayor, creando un sonido pegajoso.
Cuando el miembro de Minho tocó la próstata de Jisung, este gritó de placer.
Minho observaba desde abajo todas las facciones del moreno, admirando la perfección de su rostro y cuerpo que lo volvía loco. Tomó las manos del peliazul y entrelazó sus dedos con los contrarios.
Minutos después, ambos se corrieron al mismo tiempo, soltando Jisung un gritito ahogado y Minho un suspiro de placer.
El mayor salió del interior de Jisung, acostándose juntos después de haberse colocado su ropa de nuevo. Sonrieron satisfechos y el peliazul dejó un beso en la mejilla derecha de Minho.
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❝𝖽𝗈𝗇'ƚ❞ 𖹭 MinSung. [✔]
Fanfiction一❝𝘔𝘦 𝘥𝘢𝘳𝘢́𝘴 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘴𝘰❞. 一❝¿𝘘𝘶𝘦́?❞... 𝖬𝗂𝗇𝗁𝗈 𝗒 𝖩𝗂𝗌𝗎𝗇𝗀 𝗌𝗈𝗇 𝗆𝖾𝗃𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖺𝗆𝗂𝗀𝗈𝗌, 𝖼𝖺𝗌𝗂 𝗁𝖾𝗋𝗆𝖺𝗇𝗈𝗌. 𝖳𝗈𝖽𝖺 𝗌𝗎 𝗋𝖾𝗅𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝖽𝖺 𝗎𝗇 𝗀𝗂𝗋𝗈 𝖼𝗎𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖬𝗂𝗇𝗁𝗈 𝗁𝖺𝖼𝖾 𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖾𝗍𝗂𝖼𝗂𝗈́𝗇...