❝𝖽𝗈𝗇'ƚ❞ 𖹭 MinSung. [✔]

𓏲 ࣪₊♡𓂃 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 3/5

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Una semana.

Una semana había pasado desde aquel día, aquel día que parecía quedarse en el olvido.

Minho no tocaba el tema y continuaba con su misma rutina como si sólo hubiera sido un pequeño encuentro: Como uno de sus muchos encuentros.

Después de que Jisung lo pensara demasiado -pero demasiado-, finalmente se dio cuenta que había comenzado a desarrollar sentimientos por su mejor amigo.

Se sentía estúpido, pues pensar que un simple beso, palabras dulces y seductoras y un encuentro sexual habían logrado tanto en él lo hacía ver como una persona débil.

Débil ante los encantos engañosos de Minho.

Pasando los días, Jisung se dedicó a evitar al mayor, buscando cualquier excusa para no encontrarse con él. Había estado regresando a casa solo o en compañía de Hyunjin, uno de sus amigos que iba en su clase.

-¿Qué ha pasado con ustedes? -preguntó Hwang una vez.

El peliazul pronunció un sonido de confusión, intentando descifrar a lo que el más alto se refería.

-Tú y Lee -especificó.

Han dejó de prestar atención al camino y se detuvo un poco, acción seguida por Hyunjin.

-Ah... -no supo qué decir-. Nada...

-No puedes decir que no ha pasado nada, los he visto ignorarse toda la semana -renegó-. Algo les sucedió, ustedes son prácticamente inseparables -intuyó.

El peliazul se encogió de hombros, intentando ignorar el tema. Siguió caminando mientras que Hwang le seguía el paso.

Se detuvo cuando llegaron a la casa del menor, sonrió un poco y recordó todas las veces que Minho lo acompañaba a su casa. Minho siempre se despedía de él con un abrazo y alborotando su cabello con su mano.

Esa misma mano que lo había tocado aquella tarde en que ambos hicieron cosas que no debieron haber hecho nunca.

Jisung se sintió algo triste por todo lo que sucedía, deseaba no haber aceptado el beso que Lee le había pedido aquel día. Lo habría rechazado con amabilidad y quedarían como amigos, como lo que eran antes.

Su mirada triste fue notada por Hyunjin, quien se acercó a él y le tocó el hombro, intentando calmarlo antes de que comenzara a llorar.

-No sé que haya ocurrido entre ustedes dos, pero si te sientes mal por algo que hizo Minho te juro que le cortaré los testículos y se los daré de comer a mi perro -rio un poco.

Han sonrió aún con su mirada triste y abrazó al mayor consolándose. Hyunjin correspondió después de escuhar un sollozo proveniente del moreno, mientras acariciaba su espalda intentando calmarlo.

Se separó para mirarlo, asintiendo en agradecimiento por el abrazo consolador.

-Nos vemos, Jisung -sonrió.

-Adiós, Hyunjin hyung -se despidió de igual forma.

Se dio media vuelta y entró a su casa sintiendo su corazón estrujarse por todos los recuerdos de Lee y él. No le gustaba nada estar ignorando a su mejor amigo, pero quería deshacerse de los sentimientos que habían florecido en él, y tener a Minho rondando alrededor de él todos los días no ayudaba mucho.

Se tiró a su cama y hundió su cabeza en la almohada, bufando triste mientras sentía las lágrimas mojar esta.

Toda la tarde se la pasó así, encerrado en su habitación mientras se hundía en su propio mar de lágrimas. Se sentía muy mal y no tenía los ánimos para salir.

Minho le había hecho creer que era especial, aunque ambos sabían que nada podía pasar entre ellos.

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Minho sentía que algo malo le sucedía a su peliazul mejor amigo, pues lo había estado ignorando toda la semana, siempre le decía que estaba ocupado cuando él le pedía que pasaran la tarde en su casa o en la de Han.

Se sentía mal, porque algo en el fondo de él le decía que había sido por todo lo que había sucedido entre ellos.

No quería aceptarlo, pero sentía algo por el moreno, fuera de atracción física o sexual. Lo había descubierto desde hacía varios meses, pues sentía al chico como su lugar seguro y no quería alejarse de él nunca.

Para su desgracia, él mismo fue el causante de que eso ocurriera, y quería disculparse con Jisung porque sabía que estaba haciéndole mal el chico. Quería pedirle perdón y, si era posible, confesar lo que sentía.

Tenía miedo, porque sentía que su fama de playboy en la escuela y fuera de esta le complicaría más las cosas. Posiblemente le haría creer a Han que lo que hizo fue sólo para descubrir el placer del sexo gay, que sólo había sido de una vez, como todas las veces que él había tenido relaciones con todas esas chicas de la escuela.

No quería dañar al chico, en verdad no lo deseaba, pero su mala imagen lo hacía dudar en si le creería o no cuando confesara sus sentimientos.

Se sentía tonto, muy tonto. Todo lo que el menor había provocado en él le ocasionaba muchas dudas y le asustaba al principio, pero ahora que se había decidido a tratar de hacerle ver todos sus sentimientos al peliazul, la había cagado.

Suspiró mientras se dirigía a su casa. De nuevo había regresado solo porque no tenía básicamente a quien pedirle que lo acompañara, el único que siempre aceptaba era Jisung, el único con el que las simples caminatas a la casa de alguno de los dos se volvían algo agradable, algo divertido, algo simplemente especial.

Se detuvo en medio del camino, sintiendo una presión en su pecho, estaba a punto de llorar por todo lo que pasaba por su mente. Sacudió su cabeza intentando no llorar y siguió su trayectoria mientras su rostro triste lo delataba.

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