❝𝖽𝗈𝗇'ƚ❞ 𖹭 MinSung. [✔]

𓏲 ࣪₊♡𓂃 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 5/5

[Recomendación: escuchar "Falling Again - KLANG" o "Daylight - Taylor Swift" para mejor lectura]

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Después de la última clase, el castaño sintió los nervios y la ansiedad inundar su cuerpo; estaba ansioso por volver con Jisung a su casa y luego irían a algún lugar, donde finalmente le confesaría todo.

Recogió sus cosas y salió del salón para ir directamente hacia el de Jisung, encontrándose con el de cabellos azules esperándolo. Sonrió mientras se acercaba a él y tomaba su mano.

El color carmesí se posó sobre sus abultadas mejillas, dándole un toque tierno a los ojos de Minho. Lo guió hasta la salida y caminaron hasta su casa mientras que Jisung movía sus manos unidas de adelante hacia atrás, signo de la curiosidad que sentía en esos momentos.

Entraron a la casa del mayor y Jisung se sentó en el sofá a esperar mientras que Minho buscaba algunas cosas en su habitación.

Saludó a la madre de Lee con una sonrisa y la mayor le devolvió el saludo de igual forma, yéndose después a la cocina, donde Han supuso que estaría preparando algo.

Cuando el castaño bajó, Jisung se limitó a observarlo con detalle. Se había cambiado la ropa por una más abrigada y el olor al perfume que usaba se había vuelto más notorio.

—Vamos, Sungie —su voz se volvió más dulce que de costumbre.

Jisung asintió y salieron de su casa. Se mantuvieron en un silencio cómodo mientras que caminaban rumbo al parque.

Minho tomó la mano del menor en algún momento, entrelazando sus dedos con los del contrario y haciendo que el rostro del mismo se tornara color rojo.

Cuando llegaron, se sentaron uno frente al otro en una de las mesas de picnic que yacían ahí, mirándose sin querer decir nada que rompiera aquel silencio que se había formado.

—Hyung —lo llamó el peliazul. Minho lo miró—, ¿qué era lo que me querías decir? —preguntó con intriga.

El mayor rio un poco y luego negó.

—Aún no es momento, Sung —explicó.

—Pero quiero saber —reprochó con un puchero en sus labios.

La risa de Lee se volvió más escandalosa. Jisung le tiró una bolita de papel que había arrancado de uno de sus cuadernos, en muestra de que estaba enojado.

—Jisung-ah, perdón —pidió con ambas manos juntas.

El moreno sonrió de lado mientras negaba. Su charla se había vuelto graciosa y cómoda para ambos. El mayor se levantó y Jisung lo miró con el ceño fruncido.

—Iré por un helado, ¿quieres uno, lindo? —preguntó con una sonrisa.

Las mejillas de Jisung estaban rojas de nuevo, todo gracias a los apodos que su amigo le ponía. Asintió con la cabeza y escondió la misma entre uno de los libros que había sacado de su mochila.

Las brisas de aire se intensificaron haciendo que el frío golpeara contra su cuerpo. Jisung frotó sus manos intentando darse calor, después de todo, él no llevaba ropa tan abrigada y ahora maldecía por haberse negado a pasar a su casa por ropa más cálida antes de salir.

—Volví, Sung —anunció el mayor llegando.

Lee le entregó un helado y se sentó en su lugar de nuevo, degustando del sabor.

El cuerpo de Jisung tembló al sentir el aire frío de nuevo, haciéndole cerrar los ojos con fuerza mientras comía. Minho notó esto y se levantó.

—¿Puedes sostenerme mi helado, Sung? —preguntó.

Jisung asintió tomándolo con el ceño fruncido. El castaño se deshizo de su suéter, quedándose sólo con su remera.

—Toma —se lo tendió.

El peliazul lo observó dudando, no quería que el mayor tuviera frío después.

—Pero tú- —el castaño lo interrumpió.

—No te preocupes, no me da tanto frío como a ti —contestó sincero.

Jisung asintió y se colocó el suéter blanquecino sobre su ropa. Sintió el olor del perfume de Minho inundar sus fosas nasales y el calor de la prenda abrigarlo.

Estuvieron un rato conversando con normalidad, mientras que el menor hacía alguna tarea que le habían dejado en la escuela.

Aproximadamente a las cinco de la tarde, decidieron irse del lugar. Antes de despedirse, Minho le pidió al moreno hablar.

—Ahora si, lo que quería decirte —sonrió con nerviosismo.

—Mjm, te escucho, hyung —asintió.

Lee suspiró preparando sus palabras y deseando no cagarla. Observó los ojos del menor mientras sonreía y abrió la boca para hablar.

—No sé por dónde empezar, creo que tendría que dividir esto en puntos, pero lo haré en breve porque no tienes mucho tiempo disponible... Has sido mi amigo desde que íbamos en la escuela primaria, siempre has estado conmigo en todo momento apoyándome, te aprecio demasiado por todo lo que has hecho por mí... A veces me comporto como un completo idiota y tú siempre tienes que cargar con mis idioteces por mi culpa, y déjame pedirte perdón por eso —hizo una pausa—... Desde hace unos meses, no sé, creo que tres o cuatro, me he estado sintiendo raro; al principio no sabía qué me ocurría, pero después aclaré todo conmigo mismo y mi conclusión fue una que jamás habría imaginado...

Se acercó más al peliazul, tomando sus manos y mirando estas con interés.

—Han Jisung, tú me gustas —sonrió—. Es más, estoy perdidamente enamorado de ti... —confesó.

Han se quedó sin palabras, estaba intentando procesar todo mientras que observaba los dos pares de manos. Cuando salió de sus pensamientos, observó con una sonrisa al mayor y negó con la cabeza.

—Entonces, cuando me pediste que te besara ¿lo hiciste porque yo te gustaba y no por experimentar? —preguntó confundido.

Minho asintió—. No tenía otra excusa para que me dejaras hacer cualquier movimiento, Sung —se encogió de hombros.

Jisung negó divertido, sonriente se acercó al castaño y dejó un corto beso en sus labios, teniendo que pararse de puntas para poder hacerlo.

—Tú también me gustas, Minho —confesó con una sonrisa.

Minho tomó al menor por los cordones del suéter blanquecino, acercándolo más para poder besarle con amor.

El peliazul correspondió dejándose llevar por los labios del mayor, sintiendo una felicidad inmensa por el momento.

—Quisiera ser tu novio, ¿puedo? —preguntó el mayor.

Han asintió abrazando a Minho por la cintura, escondiéndose en su pecho y removiéndose en él, asemejándose a un gato con su dueño.

—Te amo, Sungie —susurró con amor.

El de cabellos azules sintió su cara tornarse roja por aquellas palabras. Sonrió mientras abría los labios para pronunciar sus siguientes palabras:

—También te amo, Honnie...

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Gracias por leer <3