Uno ,dos, tres....doce, trece, catorce.....veinte, veinte son los golpes que he recibo por todo mi cuerpo, veinte son las veces que me han golpeado en el colegio y hoy veinte de agosto es la fecha en la que alguien haya arriba decidió mandarme a este mundo. Hoy es mi cumpleaños.
Cuando ya han acabado de golpear mí ya destrozado cuerpo se alejan sin mirar atrás, como siempre, me incorporo lentamente tratando de no hacer un mal movimiento, una vez en pie camino lentamente hacia el baño, nadie me ayuda, nadie me dirige aun que sea una mirada, todos me ignoran.
Llego a mi casa un poco más tarde de lo común, tenían que cubrir las marcas que me dejaron. Cuando entro veo en la mesa un cartel donde esta mi nombre con un 'Feliz cumpleaños' mi madre está en la cocina acabando con el decorado de mi pastel. Al mirarme ella sonríe con alegría y yo trato de sonreír, ella no tiene que saber nada sobre esto, ella no podría soportar ver las horribles marcas que tengo debajo de mi suéter, ni las cicatrices que adornan mis muñecas.
-Ya llegaste cielo! Ven siéntate, llamare a tus hermanos y te cantaremos el feliz cumpleaños- me dice para después abrazarme muy fuerte y susurrarme- Te amo mucho tesoro.
Yo solo le dedico la mejor de mis sonrisas y veo como ella se aleja para buscar a mis hermanos, no puedo impedir que una lagrima rebelde ruede por mi mejilla, verla sonreír después de todo lo que paso es lo único que me ayuda para soportar este maltrato y muy bajito susurro : yo también te amo mami...
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Negro, negro y negro todo a mí alrededor era así, solo una voz me perseguía vaya donde vaya y repetía lo mismo una y otra vez: Sabes que nadie te amará. ¡Ya lo sé! Quise gritar pero mi voz no se escucha, grito con todas mis fuerzas pero nada, solo una oscuridad aterradora que me consume lentamente.
Me despierto sobresaltada, jamás puedo dormir sin que ellas estén presentes en cierto sentido son las únicas que están ahí siempre, mis pesadillas. Miro el reloj son las 2AM y dudo volverme a dormir así que me levanto y me visto lo más rápido que puedo, tomo mis zapatos y salgo lentamente de mi habitación. Paso por el cuarto de mamá y abro lentamente la puerta, veo a una mujer con ojeras bajo sus ojos y unas pequeñas arrugas alrededor de estos, sus parpados cerrados ocultan dos hermosos ojos grises que siempre me brindan tranquilidad y cariño, dos pequeños están a su lado, tienen cabello cobrizo y poseen los mismos ojos grises de mi madre, ellos miran alerta a la puerta pensando que algún extraño entro en la casa.
-Soy yo chicos, iré a dar un paseo- susurre muy bajo para que mamá no se despierte, ellos ya más tranquilos asintieron y se volvieron para seguir durmiendo. Desde lo ocurrido ya hace tres años mis dos pequeños hermanos no pueden dormir solos y yo sufro pesadillas constantes, así que en las noches que no puedo dormir salgo a caminar un rato, ellos lo saben pero mantienen mi secreto.
Salgo de la casa y empiezo a caminar sin ningún destino en particular, unas risas me hacen levantar la mirada, ahí está el en su carro junto con sus amigos saliendo de alguna fiesta supongo yo, el me mira y yo agacho la cabeza y sigo caminando es inútil pensar que el estaría interesado en mi, a pesar de las constantes miradas que recibo de su parte en la escuela el no es diferente al resto.
Mis amigos ríen por algún chiste ridículo que conto alguien yo solo sonrió y sigo manejando pero de pronto la veo, está caminando sola con la cabeza gacha, pensativa. Lleva jeans negros y una sudadera gris, su hermoso cabello cobrizo esta agarrado en un moño, su cara totalmente libre de maquillaje se levanta de pronto, tal vez por el ruido de mi carro y me mira. Creo que dejo de respirar y me corazón se detiene, ahí, justo en el momento en el que sus hermosos ojos azules me miran, ella baja la mira y sigue caminando. Yo por mi parte sigo manejando un poco aturdido pero con una sonrisa en mi cara. Llevo enamorado de esa chica desde que la vi el primer día de clases, ella no me miro pero tampoco miro a nadie más, me enamore de la chica que siempre estaba callada, yo me enamore de su silencio. Ya sé, suena loco pero ella era tan misteriosa, tan linda y con una sonrisa que curaría el cáncer porque si, la vi sonreír una vez, tal vez por algún recuerdo feliz, pero fue un instante antes de que sus ojos se volvieran tristes otra vez. Sé que ella sufre de maltratos en el colegio pero yo soy demasiado cobarde como para defenderla.
Cerca de llegar a casa una sombra se acerca a mí, es un hombre con la cara oculta tras una máscara de lo más espeluznante, el rápidamente coloca un paño debajo de mi nariz obligándome a aspirar de el, poco a poco todo se vuelve negro.
Mi cabeza duele y mis extremidades pesan ¿Qué me paso? Trato de abrir mis ojos, poco a poco lo voy logrando, miro a mi alrededor estoy a dos calles de mi casa, recuerdo al escalofriante tipo de la máscara ¿Por qué no me hizo nada mas? Reviso mis bolcillos y veo que el dinero que traía y mi celular ya no están, bueno ya veo que lo único que quería era robarme solo espero que no me haya hecho nada más.
Cuando llego a casa no hay nadie, es extraño porque son las 6AM supongo que los gemelos querían llegar temprano a clases, así que yo voy a mi cuarto por mi maleta para ir al colegio. Cuando llego nadie se ríe de mi, nadie me mira raro y para mi suerte nadie me golpea así que paso directo al aula de clases.
El día fue tranquilo, no se a quien dar gracias de esto es de lo mas es extraño, tal vez sea por que el grupo de chicos que me agredía no vino hoy.... En fin apenas toca la campana yo salgo para ir a mi casa, al llegar otra vez no hay nadie, bueno tal vez mamá tuvo que trabajar y los chicos estén jugando afuera no me preocupo y voy hacia mi cuarto, comienzo a leer el libro que mamá me regalo ayer por mi cumpleaños.
Debí quedarme dormida por que cuando despierto ya es de mañana, las 8AM para ser exactos voy a la de habitación de mamá y la veo sentada al filo de la cama llorando sobre una foto mía. No entiendo nada, ella se levanta y empieza a caminar hacia la puerta, yo me hago a un lado y la sigo ella parece no verme, en la salida de la casa están los gemelos junto a mi tío todos van de negro.
-¡Mamá! ¿Qué pasa?- grito ya desesperada pero nadie me oye, subo en la camioneta de mi tío como todos los demás pero nadie me dirige una tan sola mirada. Al llegar a nuestro destino me doy cuenta que es el cementerio, cada vez mas asustada por lo que sucede y con una ligera sospecha de lo que pasa camino junto a mi familia hacia un grupo de personas que ya están reunidos alrededor de una tumba.
Cuando ya estamos frente a la tumba miro con horror como frente a mi esta una lapida con mi nombre y debajo de él se lee: Amada hija, hermana y amiga. No esto no puede ser real miro a mi alrededor para saber que esto es una pesadilla, pero solo veo a mi madre llorando desconsoladamente en brazos de su hermano y a los gemelos mirando fijamente mi tumba mientras lagrimas caen sin parar de sus ojos.
Una luz cegadora se ve a lo lejos y es ahí cuando lo comprendo, yo nunca desperté después de respirar de ese pañuelo, camino hacia la luz sabiendo que aquí ya no pertenezco más.
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"Una chica es encontrada muerta a las afueras de la cuidad, la muerte de la joven se debe a varias puñaladas que recibió en su pecho de donde luego fue extraído su corazón, no se sabe quién es el asesinó pero se especula que....."
El no podía escuchar mas, ella no podía estar muerta pero las fotos que aparecían en la televisión no mentían, ahí estaba una hermosa muchacha de hermosos ojos azules y largo cabello cobrizo con una pequeña sonrisa, sonrisa que él nunca más volvería a ver pero que jamás olvidaría.
