Capítulo 3: Subasta Parte 3

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Paso en un abrir y cerrar de ojos, pero lo suficiente para que todos lo vieran. Riddle se puso de pie con un gruñido, con los ojos desorbitados, pero ya había aclamaciones y aplausos procedentes de la multitud.

Draco no sabía si iba a llorar o si iba a vomitar. La náusea parecía estar siguiéndolo durante este día. Y entonces la multitud se calló y Draco se dio cuenta de que Harry caminaba hacia donde estaba sentado.

El Alfa era un desastre absoluto. Su pelo parecía peor que de costumbre, todo alborotado. De alguna manera en la lucha su camisa había desaparecido, revelando un pecho abrumadoramente musculoso que estaba rayado de sangre. Sus ojos estaban fijos en Draco, y el calor que emanaba ese cuerpo incluso llegaba a al Omega incluso a veinte pies de distancia.

-Ve a arrodillarte ante tu nuevo Alfa-susurró Lucius y Draco se quedó inmóvil en su asiento.

Su nuevo Alfa.

El terror lo invadió por las palabras y no pudo apartar los ojos de Harry. Nunca se había sentido tan puramente temeroso de nadie.

Se las arregló para ponerse de pie y trató de entrar en el ring, pero en cambio se volteó y corrió tan rápido como pudo empujando a los invitados.

Era tonto y lo sabía. Esa acción invadia el instinto de casa de un Alfa. Que era cazarlo.

Sinn embargo, tenía que escapar, tenía que al menos intentar escapar del sombrío destino que le aguardaba como un pedazo de propiedad.

Unas respiraciones desesperadas rasgaron su pecho mientras él se liberaba de la muchedumbre y corría a través del césped, oyendo talves alucinando al alfa.

Hubo un ruido sordo detrás de él y alguien gritó. Draco sabía que Harry lo estaba persiguiendo pero no pudo detenerse, se desvió hacia un lado y trató de escapar a la izquierda de la casa.

La adrenalina corría por sus venas, alentando a su espíritu, ansioso por libertad.

Draco llegó hasta un lado de la mansión, rasgo su tela no importando el daño, más concentrándose en llegar a la puerta principal.

Ya a quinientos pies de distancia, supo que podía hacerlo.

Y luego fue arrojado al suelo, un peso pesado cubría todo su cuerpo y lo empujó en la hierba.

El omega gritó y se estrelló bajo el cuerpo de su Alfa, arañando la hierba y clavando sus uñas en la tierra.

Era indigno e inútil, pero Draco seguía luchando con su cuerpo todo lo que podía en un intento de escapar.

Fuertes brazos rodearon al omega y lo atraparon mientras Harry se ponía en pie, sentándose y atrapando a Draco firmemente contra su pecho.

El omega luchó contra él hasta que se agotó y se quedó inmóvil. Entonces los sollozos comenzaron, lágrimas vergonzosas que Draco parecía no poder evitar, por mucho que lo intentara.

Harry lo sostuvo cerca, más cerca de sí,presionando su cara en el cuello del chico y lo olfateó.

Algo sobre el acto hizo que Draco gritara más fuerte y Harry lo consoló suavemente, levantando una mano para suavizar su cabello.

-Vas a estar bien- murmuró, apretando al omega para que cesara sus lágrimas. ¿Por qué su Alfa no lo golpeaba por atreverse a huir? Harry continuó tranquilizándolo y Draco se quedó inmóvil en sus brazos, abrumado por el puro olor de Alfa que le estaba consolando.

-Mi vida ha terminado-susurró y Harry gruñó, sorprendiendo a Draco una vez más. Levantó la mirada hacia el Alfa y sus instintos le dijeron que se acurrucara en ese amplio pecho, para aceptar la protección y la bondad de Harry.

Por supuesto, Draco no iba a escuchar su estúpida voz Omega interior, así que empujó a Harry aterrizando contra su culo en la tierra.

-Esto está arruinado-dijo él, mirando la manga rasgada de su vestido.

-Me aseguraré de que tengas un atuendo para la ceremonia de apareamiento- se escucho una voz gélida detrás de ellos. Draco se tensó y miro con guía hacia la dirección de Lucius.

Harry volteo el rostro hacia el otro Alfa y antes de que Draco se diera cuenta se encontraba de pie siendo alludado por Harry con un agarre firmemente en su brazo.

-Eso no será necesario- dijo en un tono más helado que Lucius y Draco tembló. Entonces, antes de que él supiera lo que estaba pasando, Harry lo tomó en sus brazos. -Haremos la ceremonia de apareamiento con rapidez, y luego Draco y yo nos iremos-

Draco no podía mirar a su padre desde la posición en los brazos de Harry, así que simplemente miró el cuello de su Alfa.

-Está bien- exclamó Lucius enojado. -Entonces continúa con eso-

Harry sonrió y empezó a llevar a Draco a donde se suponía que iba a tener lugar la ceremonia.

Sólo había un pensamiento claro en la cabeza del Omega, entre las emociones contradictorias que luchaban por el dominio.

¿Esto realmente esta bien o mal?

Nos vemos en los comentarios. Espero que les guste

Cómo Tomar a un Omega ||Harco||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora