Por si mañana apareces...

¿Quién eres?

Siento una mano acariciando mi cabello. Y comienzo a reaccionar.

No, no , no aun no me quiero levantar (me digo mentalmente mientras abrazo mi almohada).

Continua el mimo en mi cabello; su tacto están suave , a pesar de estar en un estado entre dormida y despierta pongo atención a su tacto. Sus manos son grandes aunque por su forma de acariciarme lo disimula por la delicadeza con que lo hace.

No son las manos de mi madre. Estoy segura; Anoche cerré mi habitación con llave antes de dormir como de costumbre.

Y por mas extraño que parezca el caer en la cuenta de esto no me hace alarmarme de lo que esta sucediendo. Al contrario, me siento en paz  de que esta aquí a mi lado, mirándome dormir quizás.

Puedo sentir la energía del ambiente; es cálida y arrulladora. Más aun sintiéndolo ahí conmigo, me es tan familiar y agradable su presencia...

Una parte de mi sabe que no tengo que abrir los ojos, mientras que la otra despierta mi curiosidad sobre su identidad.

Recuerdo un día en casa de mi abuela en el que en medio de una platica sobre la similitud de su juventud con la mía. Le pregunte que si a ella le hubieran dado la opción de conocer al amor de su existencia desde un principio lo habría hecho?. Ella tomo un sorbo de té y me dijo: " Pequeña , educa tus ojos ...han sido hechos para ver mas allá de lo que crees". me sonrió y la platica sobre el tema termino.

Vuelvo del recuerdo al sentir sus dedos acomodando mi flequillo.

Me siento plena. Es como si una pequeña parte de mi futuro perfecto me hubiese alcanzado.

No creo que sea un sueño, de ser así tendría una visión mental de lo que esta sucediendo pero no es así.

Me gustaría quedarme así para siempre, pero necesito saber quien es ...

Intento moverme pero mi cuerpo sigue algo adormecido y mi instinto sobre que debo quedarme quieta no me ayuda.Y me guste o no la idea tengo que despertar.

No siento fuerzas para moverme pero estoy decidida. Mi corazón se acelera , respiro, suelto un suspiro y abro los ojos.

Tomo fuerzas , me siento contra el respaldo y entre lagrimas me topo con la realidad de que estoy completamente sola.

El vacío que siento me es inexplicable.

Paso mi mano por mi cabello cerrando los ojos y me doy cuenta de que el nivel de realidad en la sensación es el mismo.

Me es imposible no llorar y pensar que lo arruine.

Me levanto, quito la llave y abro la puerta que da hacia el pasillo, me detengo un momento...admirando mi habitación y arropando el recuerdo de lo sucedido.

Me limpio las lagrimas y sonrió irónica por la imagen atesorada en mi memoria de lo que fue la leve sensación de sentirme cuidada y amada por alguien a quien aun no conozco.